Antonio Pampliega, conocido periodista en zonas de conflicto, visitó la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, donde cerró un ciclo de conferencias por el 25 aniversario de la Facultad. Donde despertó conciencias con su conferencia Los ojos de la guerra.
También tuvimos la oportunidad de conocerlo y de conversar extendidamente con él. Tratando una gran variedad de temas como la actualidad del periodismo, su secuestro o su trabajo futuro, donde destacan nuevos reportajes sobre Yemen y Venezuela. El conflicto de Oriente Medio también fue tema central de la entrevista, donde de primera mano nos expone sus impresiones respecto a la situación de los refugiados y los atentados contra el pueblo palestino.
¿Siempre quisiste estudiar periodismo?
Siempre quise estudiar periodismo porque siempre me ha gustado el deporte y mi objetivo era ser periodista deportivo para cubrir mundiales y Juegos Olímpicos.
¿Qué recuerda de su etapa universitaria y destacaría de ella? ¿Qué tipo de alumno era?
Recuerdo que llegué siendo un niño, que me daba vergüenza absolutamente todo, incluso hablar en público. Pero después de cuatro años en la universidad poco a poco me fui formando y me dieron la base de lo que soy hoy. También tengo que decirte que lo que soy hoy es gracias al trabajo en terreno. Sí que había una semilla, una inquietud. Habían profesores que eran muy proactivos en que nosotros nos interesásemos, por ejemplo en mi caso, en el periodismo internacional. Pero quien soy hoy se lo debo a mi trabajo sobre el terreno.
Era un alumno bastante formal y callado, no solía preguntar nada en clase. Era muy vergonzoso. Mi personalidad siempre ha sido así, aunque te cueste creerlo. Mi personalidad es la de una persona muy introvertida.
Nos estuvo hablando sobre que en esta profesión hay mucho ego.
Correcto. En esta profesión hay mucho ego. Demasiado, por desgracia. No somos una profesión solidaria los unos con los otros, sino que nos movemos mucho también por envidia. Si a un compañero le va bien, siempre pensamos por qué. Por ejemplo, a mi ahora me va bien y la gente dice que es por el secuestro, que no me lo he trabajado mucho. Es una profesión de las más bonitas del mundo, pero nosotros los profesionales la hacemos detestable y a mí me da muchísima pena. Muchas veces primamos más nuestros premios o los objetivos que vamos a conseguir con nuestros reportajes a lo que realmente es la historia o el compromiso. Y yo levanto la mano porque he sido el primero que lo ha hecho.
También dijo que son algunos medios y periodistas quienes están acabando con el periodismo. ¿Por qué?
Los medios se están cargando la profesión porque no valoran lo que tienen. Estamos, posiblemente, ante la mejor generación de periodistas en la historia de España: los más formados, los que más idiomas hablan, los que más van a terreno, los que en peores condiciones trabajan, los más reconocidos internacionalmente… Pero aquí en España los medios no lo valoran y es una pena. Están desechando una generación que es muy potente. Y el problema no soy yo, yo ya tengo un nombre y 10 años de experiencia. El problema sois todos vosotros que venís detrás. ¿Qué os vaís a encontrar? ¿Cómo vaís a hacer vosotros periodismo? ¿Con qué medios?
¿Cree que los mismos periodistas deberían trabajar juntos por resolver esto?
Somos los periodistas los que debemos trabajar. Pero no solo los periodistas, sino en conjunto con los medios y las asociaciones de prensa. Pero es que les da exactamente igual. Cada uno hacemos la guerra por nuestra cuenta. Por eso te digo que es una profesión muy insolidaria. Mientras yo publique -aunque me paguen poco, pero mi nombre aparezca- me da igual que se estén tirando los precios o dejando tierra quemada para los de detrás. No hay ningún tipo de acuerdo entre medios, entre asociaciones de prensa y entre periodistas para, por ejemplo, fijar unos precios mínimos a la hora de publicar una entrevista o un reportaje. No puede ser que uno pague 100, como ‘El Confidencial‘; otro 35, como ‘El Mundo‘, y otro 45, como ‘El País‘. Tendrían que haber unas tarifas estándar. Como, por ejemplo, tienen muchos medios americanos o anglosajones donde el precio por palabra es uno y no se negocia. Yo pierdo más tiempo negociando mis piezas que lo que es currando, no puede ser.
¿Qué cambiarías para mejorar el periodismo?
Lo que cambiaría para mejorar el periodismo es que quien dirijiese los medios de comunicación fuesen realmente periodistas y no gente que lo único que ve son números. No puede ser que un banquero o un gestor que no sabe de periodismo sea el que gestione el medio. Es decir, no puede ser que venga un señor y que con los números en la mano vea que, por ejemplo, un periodista que ha publicado 200 noticias durante un mes –breves, columnas, faldoncitos pequeños… – y para él sea ese el productivo. Y otra persona que se ha tirado, a lo mejor, un mes y medio o dos meses investigando una noticia y haya publicado dos a lo largo del mes lo quiera echar porque es menos productivo. A pesar de que esa investigación le haya dado prestigio al medio, premios, reconocimiento… le da igual. No puede ser. También que quien esté en frente de las secciones sepa de lo que está hablando. No puede ser que el jefe de internacional de algún medio de comunicación no haya estado en terreno nunca.
¿Qué opina del periodismo ciudadano?
Opino que es algo que se está cargando el periodismo. No todo el mundo es periodista como no todo el mundo es doctor. El periodismo ciudadano está bien para poner el foco en una noticia. Que ellos levanten la liebre y ya vaya un periodista para seguir indagando. Pero lo que no puede ser es que una persona en su casa con su teléfono móvil se convierta en periodista. Y lo que es peor, que los medios de comunicación le den verosimilitud a esa persona. ¿Tu irías a una persona que es dentista, pero que no se ha sacado la carrera? Pues ahí está. Yo tampoco podría confiar en una persona que no sé que ha estudiado y que no sé que tiene detrás de él.
¿Qué le diría a los actuales estudiantes de periodismo?
Les diría como es realmente el periodismo actual. Les daría una hostia de realidad. No váis a salir de la uiversidad y os van a contratar en El País, El Mundo o en La SER. Ni de coña. El 90% de los compañeros tuyos que estaban en la charla no van a ejercer jamás el periodismo. Te lo digo yo porque de mis compañeros universitarios creo que somos solamente 5 contratados por medios. Y éramos más de 60. Entonces, les diría cuál es la realidad del periodismo. Que van a ser freelance, que les van a pagar mal, que muchos de ellos se van a frustrar, que muchos de ellos ni siquiera –a pesar de realizar un máster después de la carrera- van a tener acceso a los medios de comunicación. Y si tienen acceso, será como becario y cuando se les acabe la beca van fuera porque los van a reemplazar por otros. Eso les diría. También les diría que si lo que quieren es ser periodistas, esto es una carrera de fondo. Es decir, no vas a ser el líder en la primera carrera. Tienes que ir paso a paso formándote. Y, al final, los que aguantan son los que llegan. Así funciona esto.
¿Qué consejos les daría para que tuvieran ‘suerte‘ en esta profesión?
Es algo muy relativo. Si te lo digo yo, ¿qué ha sido para mi la suerte? Para mi la suerte ha sido un secuestro. Si a mi no me hubieran secuestrado, no habría sacado un libro, no estaría preparando otro con Planeta ni tendría un programa con cuatro. ¿Eso es suerte? También te digo que no merece la pena. No merece la pena ver a mi padre cuando me despedí de él el 8 de julio de 2015 a como yo lo encontré el 8 de mayo de 2016. Mi padre había envejecido 10 años. Entonces, el único consejo es que sigan y que luchen. Así es como se consigue. Y que no desesperen, que van a haber muchos momentos de bajón en los que van a decir ‘mira hasta aquí, no aguanto‘, pero no te puedes rendir. Si te rindes, han ganado ellos.
Eres periodista freelance, ¿qué opinas sobre la situación laboral de estos profesionales en España?
Voy a usar la frase que usa mi padre: “hijo, tu no tienes una profesión, tienes un hobby muy caro“. Qué pena que mi profesión sea un hobby porque no pueda permitirme vivir de ello. A día de hoy sí. Pero no sé si dentro de 4 meses, cuando se acabe el programa, podré seguir viviendo de ello o tendré que seguir viviendo de mi mujer como hasta ahora. Es triste, eh. Es muy triste. Pero esa es la realidad.
¿En qué condiciones has llegado a trabajar como freelance?
Lo más triste que me ha pasado es, por ejemplo, en Siria. Cuando estaba trabajando, entre comillas, con López para el diario El Mundo haciendo crónicas sobre el terreno. Nos dijeron que nos iban a dar 35 euros por una crónica. Texto y foto a dividir entre los dos. Y a nuestro traductor –al que cada uno le pagábamos 25 dólares al día– le dijimos lo que ibamos a cobrar y nos dice “pues no os voy a cobrar, con que me paguéis la comida tengo bastante“. ¿Tu te crees que le podemos dar pena a un sirio? ¡Le dábamos pena a un sirio! ¿Cómo es posible? ¡Que estaba en mitad de la guerra en Alepo comiendo mierda y le dimos pena cuando le dijimos lo que íbamos a cobrar! Y luego están, por supuesto, todos los medios de comunicación que me han pedido publicar gratis, que han sido muchísimos. Algunas veces cuando empezaba dije que sí porque piensas que finalmente te acabarán dando un contrato. Juegan con eso, pero es mentira.
¿Crees que si los ciudadanos pagaran por la información de calidad esta situación cambiaría?
Por supuesto que sí. Muchas veces los ciudadanos se sorprenden cuando en los periódicos, por ejemplo, en la primera hoja va una publicidad del banco Santander o de un coche, como el otro día, y se quejan. Claro, ¿cómo va a haber periodismo libre si es la publicidad la que paga el periódico? Si es el banco o es x pues te exigirá unos contenidos. Pues mi pregunta es, a todos esos usuarios y potenciales clientes de los medios de comunicación que se quejan de eso: ¿estáis dispuestos a pagar por información? ¿No? Entonces tendremos que vivir de alguna forma. ¿De quién? De los anunciantes y no te quejes del contenido porque quien me paga es quien me tiene que exigir. Es decir, los bancos exigen porque son los que pagan. Si el cliente pagase no se tendría que recurrir a otros medios para poder financiarse. Pero claro, vivimos en España donde nadie está dispuesto a pagar por absolutamente nada. Ni por el cine, ni por la música, ni por nada. Salvo por el fútbol que hay gente dispuesta a gastarse dos mil euros en ir a ver al Madrid en la final de la Champions. Pero a la vez te exigen que el medio no esté adscrito a nadie, no puede ser.
¿Debería tanto el gobierno como los medios protegeros? ¿Debería el Estado ayudar para terminar con esta situación laboral?
Sobretodo los medios, el gobierno no tanto. Lo que no puede ser es que los medios de comunicación, en el caso de los freelance, se limpien las manos si nos pasa algo. Cuando a nosotros nos secuestraron teníamos un preacuerdo con El Mundo para publicar con ellos. Pues El Mundo en ningún momento preguntó a mi familia si necesitaban algo. Desaparecieron. Y al igual que El Mundo, otros medios de comunicación. Por ejemplo, El Confidencial borró todos nuestros artículos para que nadie nos vinculase con ellos por si alguien pensaba que a lo mejor íbamos a trabajar con ellos. Eso es lo que no puede ser. Los freelance somos muy baratos. Si nos matan, nos secuestran o nos hieren; el medio de comunicación no tiene ningún tipo de responsabilidad con nosotros. Ninguno, no quieren saber absolutamente nada, por eso contratan freelance. Por eso se están cargando todas las corresponsalías, porque nosotros salimos más baratos.
Alguien, no sé si desde el gobierno o desde las asociaciones de prensa, tendría que parar eso. El Estado se tendría que sentar con los medios y asociaciones de prensa para hacer de intermediario. Para decir: “mira, no puede ser que esto en España sea un libre mercado y cada medio de comunicación valore a su libre albedrío lo que vale una pieza“. Y, por supuesto, lo que no debería permitir el gobierno es que hayan medios de comunicación cuyos periodistas freelance en zona de guerra vayan sin seguro, vayan sin chaleco, vayan sin ningún tipo de garantía ni cobertura. Eso es lo que tendría que mediar el gobierno.
Antonio Pampliega: noticia de un secuestro
Tras su secuestro, muchos medios le han pedido hacer entrevistas. Pero no se han interesado por tus trabajos o por encargarte nuevos trabajos.
Después de mi secuestro, muchísimos medios se pusieron en contacto conmigo para que yo hablase de lo que me había ocurrido. Entonces, yo tomé la decisión de no hablar con nadie. Y si el día de mañana lo tenía que contar, lo iba a contar yo a mi manera. Es decir, con el libro. No le iba a regalar, entre comillas, la historia a ningún medio de comunicación teniendo en cuenta como me habían tratado durante estos 10 años. Realmente, lo único que querían los medios de comunicación era mi historia. Les daba igual si mi trabajo era bueno o malo. Entonces, decidí sacar yo el libro y hacerlo a mi manera. El objetivo principal del libro era intentar ayudar a la gente que tuviese problemas, que estuviese atravesando una enfermedad o habría perdido al padre. Y bueno, después del secuestro me ha fichado Cuatro. Lo tengo que agradecer.
El 7 de mayo se cumplieron dos años de vuestra liberación.
Para mí es un día muy importante, es mi segundo cumpleaños. Es el día que volví a nacer. Y lo disfruté con la familia. Regresé el 6 de México y el 7 me fui a cenar con mi mujer porque es un día importante. Muy, muy importante. Es un día que hay que celebrar todos los años. Un día que jamás se me va a olvidar.
¿Cambió algo en su vida cotidiana el secuestro?
Sí. Me hizo valorar más lo que tengo. Me hizo cambiar mi forma de ser. Antes era un gilipollas y ahora soy un poco menos gilipollas. Me ha cambiado muchísimo porque te hace valorar más las cosas. Por desgracia, te tiene que pasar un hecho traumático para cambiar muchas cosas en tu vida que estás haciendo mal. Ahora paso más tiempo con la familia y la valoro más. Antes era más importante mi trabajo que mi gente y ahora no. Ahora me tomo más tiempo para estar con ellos.
¿Está cansado de que se le conozca como el periodista secuestrado por Al Qaeda?
Sí. Estoy cansado de que me conozcan como el periodista secuestrado. Porque he hecho muchas más cosas. Por ejemplo, en las conferencias, normalmente el motivo por el que me llaman es el secuestro. Y yo nunca hablo del secuestro. Si hay preguntas después, no tengo ningún problema en contestarlas. De hecho, contesté a un compañero tuyo, solamente hubo una si te diste cuenta, y mucha gente se había leído el libro. Yo hablo de mi trabajo, que es lo que soy. Lo otro es un incidente laboral; que, bueno, me ha hecho un poco más visible. Pero yo soy quien soy gracias a mi trabajo. Es una etiqueta que no me puedo quitar. Voy a ser siempre el periodista secuestrado. Pero no me gusta que me conozcan solamente por eso. He hecho muchas más cosas.
Conflictos Oriente Medio y África
¿Qué nos podría decir sobre los últimos sucesos relacionados con Siria?
Siria me da mucha pena y no reconozco el país que yo visité por primera vez en diciembre de 2011. Creo que la revolución está secuestrada tanto por unos como por otros. Y al final los que están sufriendo es el pueblo. A día de hoy, si se les preguntase, seguramente se arrepentirían de haberse levantado contra Bashar al Asad. Es una pena. Me da mucha pena, de verdad. Muchísima pena. Si no hubiese prometido a mi familia no ir más, habría regresado. Porque creo que los sirios se lo merecen. Les debo muchas cosas, muchísimas.
¿Qué opina sobre la amenaza de Israel sobre Siria e Irán?
Israel ha bombardeado posiciones de Irán dentro de Siria. Ellos van a lo suyo. Ellos lo que quieren es desestabilizar Oriente Medio, que se maten entre ellos. Y como tienen siempre el apoyo de Estados Unidos y de la comunidad internacional, pueden hacer exactamente lo que quieran. A mí una de las cosas que me gustaría hacer es un programa de Israel o en Palestina. Coger a un israelita, llevarle al muro de Gaza y decirle: “¿qué es lo que no habéis entendido de la historia? Porque esto es Auschwitz, es Mauthausen, ¿qué es lo que no habéis entendido?“. Y que me lo explique. Porque no lo entiendo. No entiendo que hayan sido el pueblo más perseguido de la historia y ahora ellos hagan lo mismo con los demás. Es que no me entra en la cabeza. Pero no voy a tener la oportunidad porque no me la van a dar.
¿Y de la decisión de Trump de romper el pacto nuclear con Irán?
Que es un tarao. Lo hace por presiones de Israel y Arabia Saudita. Rompe con Irán, pero se acerca a Corea del Norte. ¿Por qué? Porque los saudíes están detrás y lo que quieren es meter mano a Irán y desestabilizarlo. Ya verás como dentro de poco van a comenzar revueltas, como sucedió en Siria, de los iraníes que se van a revelar contra su régimen. ¿Quién está detrás? Estados Unidos. O sea, se van a cargar Oriente Medio.
¿Qué opina de la crisis de los refugiados? ¿Cómo debería actuar el gobierno ante ello?
El gobierno español y el gobierno de la Unión Europea deberían ser más empáticos con la gente que huye. Entender por qué huyen. Es decir, no vienen de vacaciones. Huyen de uno de los peores conflictos de la historia. La peor guerra del siglo XXI, con más de medio millón de muertos. Donde hay cientos de miles de desplazados internos y millones de refugiados. Esa gente huye porque no tiene a donde ir. Y si los comparas con otros refugiados, ves al sirio y son médicos, son abogados, son arquitectos, van bien vestidos, tienen dinero, están formados, son cultos… no son los refugiados normales que estamos acostumbrados a recibir. Es una sociedad avanzada que se ha visto en una situación dramática. Y lo que tendríamos que entender es que eso mismo nos puede pasar a nosotros. Es decir, no somos tan diferente a los sirios. Lo que se ha olvidado en este país, y por eso es tan importante la historia, es que nosotros también fuimos refugiados. Huíamos durante la Guerra Civil. Y, a día de hoy, nos dedicamos a cerrarles las puertas. Me gustaría saber por qué.
¿Debe la comunidad internacional dejar de mirar hacia otro lado respecto a esta crisis migratoria?
La comunidad internacional me parece de una hipocresía supina. No entiendo como se lavan las manos con el tema de los refugiados. Siempre esgrimen de ‘no los podemos acoger a todos‘. Bueno, Occidente solamente ha acogido a seis millones y medio de refugiados de los 65 millones que hay en el mundo. Es decir, hay países del tercer mundo como Kenia, Líbano o Jordania que tienen más refugiados que todos los países que hay en Europa y Occidente. Me parece un insulto.
¿Y sobre Israel y Palestina?
La comunidad internacional debería empezar a sentarse y a hablar las cosas claras. Deberían haber sanciones económicas contra Israel. No puede ser que maten tanto, tantos niños, y absolutamente nadie haga nada por parar eso.
¿Cuál cree que es el causante de todos estos conflictos de Oriente Medio y de algunos de África?
Principalmente el petróleo. En el caso de Israel y Palestina no, sino los asentamientos y la fundación de Israel como estado. Pero en todos los demás está detrás el petróleo y Arabia Saudí. Si esa gente no tuviese petróleo, nos daría igual. Seguramente se matarían porque llevan siglos haciéndolo ya que son chiitas y sunitas. Pero no estaría Occidente detrás. Occidente es quien ha apoyado las dictaduras en Túnez, en Libia, en Egipto, en Siria… están todas apoyadas por Occidente. De hecho, Muamar el Gadafi tenía las llaves de Madrid cuatro años antes de que le metieran un Golpe de Estado. Y en África lo mismo. ¿Dónde hay conflictos en África? En aquellos países donde Occidente tiene algún tipo de beneficio. Donde franceses o británicos tienen algún tipo de influencia. ¿Por qué se están matando en el Congo? Porque hay coltán. ¿A quién interesa? A las grandes multinacionales. ¿Por qué se matan en Costa de Marfil? Porque Nestle saca de allí el chocolate. Entonces, los jodemos y se matan entre ellos. En Somalia igual, por la pesca. Nosotros jodemos los países del tercer mundo porque no queremos perder nuestro modo de vida. Y para que haya un primer mundo, por cojones tiene que haber un tercer mundo. No podemos estar todos igual.
Has visitado países como Siria, Irak o Afganistán; ¿cómo es la vida civil allí?
Pues mira, aunque cueste creerlo, en las guerras se muere, pero también se vive. El día a día en una zona como Irak o como Alepo es una vida normal entre comillas. Es decir, la gente sale a trabajar, la gente sale a los mercados, los niños siguen yendo a estudiar… Aunque parezca surrealista, en medio de las bombas, la gente sigue haciendo su vida diaria. Por ejemplo, una de las cosas que a mi me hizo cambiar esta perspectiva fue hablar con mi traductor Yusef que se iba a casar. Yo le dije: “tronco, ¿por qué te vas a casar en medio de esta mierda?“ Y me dijo: “Antonio, ¿a qué espero? ¿A qué termine? ¿Y si no termina? ¿Paro mi vida hasta que esto pare?“ Tiene razón, tienes que seguir.
La gente cuando ve una imagen como la del bebé Aylan siente pena y comienza a compartir por sus redes el típico “Pray for“, pero a la hora de ayudar realmente aceptándosle aquí se niegan. ¿Qué opina de esto?
La gente se mueve mucho por redes sociales. Comparten mucho, como tu dices, la foto de Aylan y el pray for. Pero a la hora de la verdad no hacen absolutamente nada por el prójimo. Nos hemos convertido en una sociedad muy egoísta y nada empática. Y creo que es un error. Porque a lo mejor el día de mañana los que necesitamos ayuda somos nosotros. Y cuando vayamos a pedir ayuda, a lo mejor no nos la dan. Por ejemplo, mi hermano es migrante económico y vive en Alemania. Él siente como los alemanes lo rechazan. Él es ingeniero de telecomunicaciones, trabaja en una multinacional, tiene un buen puesto y un buen sueldo. Y siente como los alemanes lo rechazan. Lo tratan como si fuera mierda. ¿Nosotros qué hacemos aquí? Tratar como si fueran mierda a los panchitos, a los negros, a los moros… No trates a la gente como no te gustaría que te tratasen a ti.