De nuevo el “máster de Cifuentes” llena los medios, sumándose el de un compañero de partido que parece golpearse con la misma piedra.
Con tanto movimiento la opinión pública arremete contra los posgrados sin tener en cuenta que, puestos a señalar deficiencias de la universidad también se podrían levantar por la falta de becas y subvenciones, el exceso de contrataciones de asociados, así como la creación de categorías laborales mal pagadas y sin estabilidad. La universidad se ha convertido en la gallina de los huevos de oro, y ahora que parece haber caído todos la critican. Los que se aprovecharon de ella se olvidan y los que se quedan miran señalan a la institución como la responsable de sus abusos.
Dejemos de rebautizar los títulos de posgrados con los nombres de políticos y centrémonos en resolver los verdaderos problemas de la institución, sin olvidar que hay que vigilar los controles y a los controladores, mucho más.
La Universidad está compuesta por una comunidad muy amplia y no debemos olvidar que al atacar una parte se ven afectadas el resto, y por culpa de unos cuantos ahora está señalado todo un sistema de formación.
Por Miguel Gaona
Director de Aula Magna