Realizar un posgrado es una forma excelente de especializarse en un tema. Cuando además tienes la oportunidad de desarrollar tus conocimientos a pie de campo, el futuro de la profesión amplía sus puertas. Este es el caso de José Santiago Rodríguez y Carmen Navas, estudiantes del Máster en Patrimonio Histórico y Literario de la Antigüedad Universidad de Málaga quienes están mejorando sus conocimientos de arqueología en Egipto.
Durante varios meses, ambos alumnos están trabajando codo a codo con el equipo liderado por el doctor Francisco Martín-Valentín y la profesora Teresa Bedman, encargado de llevar a cabo el del proyecto Visir Amen-Hotep Huy Luxor (Egipto). Se trata de un proyecto que busca ofrecer el máximo de datos posibles a través de una excavación arqueológica en Lúxor. Un trabajo que ya cumple doce años desentrañando los misterios de la tumba AT-28, donde se estudia una horquilla temporal que va desde el s.XIV a. C hasta el s. IV d C.
Para José Santiago Rodríguez y Carmen Navas esta experiencia, gestionada a través del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, ofrece la oportunidad de conocer de primera mano cómo es una excavación arqueológica, sumando la formación en documentación y restauración de piezas de incalculable valor. Para conocer más a fondo sus experiencia, desde Aula Magna hemos contactado con ellos. Desde más de 37.000 kilómetros de distancia, ambos alumnos presentan cómo está siendo su experiencia.
Experiencias desde Lúxor
Carmen Navas: «Tenemos que invertir y cuidar todo el patrimonio, no importa el lugar»
Desde Antequera, con 26 años, Carmen Navas llegó a Egipto para aprender todo lo relacionado con la egiptología y la arqueología. Graduada en Historia del Arte en la Universidad de Málaga esta joven decidió continuar sus estudios en Málaga, opción que le ha llevado a formar parte de un proyecto que dejará sus huellas en la Historia.
¿En qué momento decidiste dedicarte a la egiptología?
Cuando era pequeña mi hermano me influyó mucho, él solía leer sobre Historia de Egipto y yo siempre me preguntaba mil cosas acerca de esta parte de la Historia Antigua. Aunque ya de más mayor, gracias a una profesora, me di cuenta que quería dedicarme a esto, fue la primera vez que pensé en ser egiptóloga. Este pensamiento se materializó cuando empecé a acudir a los cursos que ofrece el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto en La Térmica, de extension universitaria de la UMA. Gracias a esto poco a poco voy logrando mi objetivo, aunque me queda muchísimo por aprender.
¿Qué te motivó a solicitar una plaza en el Proyecto Visir Amen-Hotep Huy Luxor?¿Qué sentiste cuándo supiste que tenías una plaza?
Cuando realizaba los cursos con el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, veía que abrían los plazos para mandar el currículum y poder optar a una plaza para excavar en el Proyecto Visir Amen-Hotep Huy, pero nunca me lancé a hacerlo porque pensaba que no estaba lo suficientemente preparada. Pero este año la eché, pensando que la posibilidad de ir era bastante baja, porque no tenía ninguna experiencia en arqueología. Así pues, cuando me dijeron que había sido selecciona no me lo creía, estoy muy agradecida por esta maravillosa oportunidad. La acogida en el equipo ha sido muy buena y he aprendido de los mejores.
¿El paso por Egipto tendrá alguna relevancia en tu TFM o en algún trabajo de investigación? ¿Has considerado la opción de dedicarte a la investigación en el área de la egiptología?
Sin duda alguna, trabajar y vivir allí ya ha supuesto un antes y después en mi vida. Así pues, también lo hará en todos proyectos académicos del futuro. Quiero ser egiptóloga y empezaré de momento por elegir un tema sobre Egipto para el TFM.
¿Te has planteado hacer el doctorado en la UMA? En el caso de respuesta afirmativa ¿qué te gustaría investigar en concreto?
Me lo planteo muchas veces y quiero hacerlo, pero primero tengo que centrarme en lo que estoy haciendo y, sobre todo, ampliar conocimientos para poder estar a la altura de lo que supone hacer un doctorado. No tengo un punto de investigación muy determinado porque creo que eso me lo dará el estudio, aunque no negaré que tengo preferencias.
¿Cuáles eran tus expectativas antes de comenzar la aventura?
Eran muy altas. Cuando deseas algo tanto y ves que tras mucho esfuerzo y trabajo se hace realidad, solo quieres disfrutar y aprovechar cada minuto del tiempo que pases allí. Y así ha sido, he disfrutado con el trabajo, he aprendido muchísimo de todo el equipo y he sido muy feliz. Mis expectativas han sido superadas, solo pienso en volver a Egipto y aportar todo lo que pueda al Proyecto.
De estudiar en los libros a verlo directamente ¿qué es lo más emocionante de trabajar en una excavación?
Para mi ha sido todo, verlo en persona a supuesto ser consciente de donde estás. Todo lo que ves o tocas tiene una historia y te la cuenta a ti en primera persona, nada se interpone, y eso es muy emocionante.
Trabajar en Egipto es una oportunidad que se da pocas veces ¿qué destacarías de esta experiencia?
Como ya he mencionado anteriormente no tenía experiencia en arqueología, así que para mi ha sido el descubrimiento de cuanto me gusta esta rama. El estar en un lugar donde constantemente sale material hace que aprendas rápido a diferenciar y eso te hace estar muy concentrada porque cualquier pieza puede ser fundamental para el estudio.
En la excavación en la que estás ¿cuál es tu rol?
Pues no tenemos un rol marcado, vamos rotando en diferentes puestos, un día igual estas con cerámica, ayudando a la limpieza, otro día puedes estar reconstruyendo relieves, o en el departamento de antropología haciendo estudio de las momias y por supuesto, trabajo de campo. Creo que es una buena forma de hacer participe al equipo en cada tarea y a su vez es una gran oportunidad para aprender porque no en todas las excavaciones puedes hacer esto.
¿Cómo es la relación con el resto de estudiantes y con el equipo de dirección?
Podría resumirlo en que realmente somos una gran familia. Casi todos tenemos edades parecidas y a todos nos mueve un mismo sentimiento, eso hace que todos vayamos a una. Ya no solo entre nosotros mismos, sino con el resto del equipo egipcio también.
Con el equipo de dirección la relación es fabulosa, son grandes profesionales de los que puedes aprender muchísimo. Y ya no solo en el ámbito profesional, sino también en lo personal, si necesitas algo van a estar ahí. Me he sentido muy segura y todo el tiempo me sentía como en casa. Todos sabemos que esto no acaba cuando finalice la campaña, sino que continúa durante todo el año.
¿Cuáles son tus planes al volver de la expedición?
Habiendo sido este mi primer año, vuelvo con la idea de volver a la siguiente Campaña del Proyecto y volver a repetir esta maravillosa experiencia durante mucho tiempo.
En una situación idílica ¿qué te gustaría poder descubrir o aportar a la egiptología?
Nunca me he parado a pensar en esto, creo que primero tengo que tener una buena formación y tener amplios conocimientos sobre egiptología. Todo requiere de tiempo y trabajo.
¿Qué consideras es lo más importante que hasta ahora habéis descubierto?
Aunque ha salido mucho material importante para el estudio, para mi ha sido los dos sarcófagos encontrados que estaban intactos y eso es muy a destacar, puesto que debido al expolio antiguo y moderno es bastante complicado tener este tipo de descubrimientos, y junto a esto también destacaría los fragmentos de jeroglíficos de algunas de las columnas de la capilla.
¿Qué piensas que este trabajo en Egipto puede aportar a la Universidad de Málaga?¿Consideras que hay suficiente apoyo de la UMA? ¿Qué le pedirías a la universidad?
Creo que un proyecto de estas características puede ser de gran interés para muchos estudiantes que quieren dedicarse a esta especialidad, eso hace que la UMA pueda ser una de sus primeras opciones.
Tenemos que estar agradecidos del apoyo que tenemos por parte de la UMA, pero yo pediría un poco más, no solo de la universidad sino de muchas instituciones públicas. Muchas veces tendemos a pensar que nada más tenemos que hacernos responsables del patrimonio que nos rodea, pero no es cierto. Tenemos que invertir y cuidar todo el patrimonio, no importa el lugar.
A esta petición le añadiría que abriera un programa más específico para la egiptología. En España hay muy pocos sitios donde puedes estudiar esta ciencia y tener una posibilidad de estudio aquí, en Málaga y de la mano del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, es un gran avance académico.
De Barcelona a Málaga y hacia Egipto
José Santiago Rodríguez: «Mi paso por Egipto ha supuesto un antes y un después en mis objetivos futuros»
Malagueño de nacimiento, José Santiago Rodríguez es graduado en Arqueología por la Universidad de Barcelona. Tras sus estudios de Grado decidió volver a Málaga para especializarse en un máster de la UMA. Con 28 años, Rodríguez tiene claro que su objetivo pasa por dedicarse profesionalmente a la Arqueología, siendo una oportunidad única la posibilidad de desarrollar «cuestiones relacionadas con el patrimonio y su salvaguarda»
¿Por qué elegiste hacer un máster en la UMA?
A pesar de que he vivido prácticamente toda mi vida en Barcelona, soy nacido en Málaga, y siempre he tenido el deseo de estudiar en la universidad de mi ciudad de origen.
¿En qué momento decidiste dedicarte a la egiptología?
La verdad que desde pequeño siempre he dicho que quería ser egiptólogo y trabajar en Egipto, pero con el tiempo y debido a que la egiptología es un campo relativamente joven en nuestro país, y que en muchas universidades prácticamente no se tiene en cuenta como merecería, fui perdiendo interés. Gracias al Instituto de Estudios del Antiguo Egipto (IEAE) he conseguido despertar de nuevo esa fascinación y vincularme directamente con la egiptología.
¿Qué te motivó a solicitar una plaza en el Proyecto Visir Amen-Hotep Huy Luxor? ¿Qué sentiste cuándo supiste que tenías una plaza?
Vi un póster del proyecto en una red social, en el que buscaban gente que quisiera excavar en Egipto, y no dudé en solicitar una plaza. La primera sensación que tuve fue de máxima ilusión, por la experiencia en general y por lo que suponía ir a Egipto y trabajar de primera mano en un yacimiento y con un equipo de gran prestigio. Aunque la ilusión era mayúscula, era consciente de que era una opción muy remota. Pero finalmente tuve la suerte de ser seleccionado, y tengo que reconocer que en un primer momento sentí algo de miedo, pero desde el primer momento que pisé tierra egipcia, tanto el equipo como el país me acogieron de una forma extraordinaria.
¿El paso por Egipto tendrá alguna relevancia en tu TFM o en algún trabajo de investigación? ¿Has considerado la opción de dedicarte a la investigación en el área de la egiptología?
Mi paso por Egipto ha supuesto un antes y un después en mis objetivos futuros, y puedo decir con total seguridad que el día de mañana quiero ser egiptólogo y obviamente mi TFM lo voy a orientar hacía este campo.
¿Cuáles eran tus expectativas antes de comenzar la aventura egiptológica?
Mis expectativas eran muy altas. Esta experiencia suponía un sueño hecho realidad, así como una oportunidad para aprender y trabajar en un terreno muy diferente a lo que había visto hasta ahora. Desde el primer momento quise vivir y disfrutar la experiencia al máximo sin pensar en más allá. La experiencia superó mis expectativas con creces y cada año que repito, Egipto me sigue atrapando más y más.
De estudiar en los libros a verlo directamente ¿qué es lo más emocionante de trabajar en una excavación?
A través de los libros no te puedes llegar a hacer una idea de la inmensidad real de Egipto. Hasta que no regresas a España no eres consciente de donde has trabajado, y aunque he participado en tres campañas del Proyecto Visir Amen-Hotep Huy, todavía no soy completamente consciente de lo que supone.
No sabría destacar únicamente un factor en concreto de la excavación, aunque personalmente lo que más me gusta es el trabajo de campo, y pensar que en cualquier momento puede aparecer algo, que puede ser fundamental para la historia de Egipto.
Trabajar en Egipto es una oportunidad que se da pocas veces ¿qué destacarías de esta experiencia?
He tenido la suerte y el tiempo de poder participar en otros muchos yacimientos, pero la tumba del Visir Amen-Hotep Huy es un lugar muy agradecido, ya que sale muchísimo material de todo tipo (amuletos, restos humanos momificados, cerámica, etc.) en grandes cantidades. Hay que estar en constante atención ya que en cualquier momento puede aparecer cualquier cosa que puede ser fundamental. Además, el proyecto es una oportunidad inmejorable de trabajar en otros campos en los que no estás académicamente formado, por ejemplo, el de la antropología física, la cerámica o los jeroglíficos.
¿Qué te gustaría poder descubrir o aportar a la egiptología?
Evidentemente cuando uno se dedica a algo en concreto, todos queremos dejar huella, y poder aportar algo innovador que esclarezca cuestiones, pero de momento hay que ir paso a paso y seguir con la formación para algún día poder llegar lo más lejos posible.
¿Qué piensas que este trabajo en Egipto puede aportar a la Universidad de Málaga?
La colaboración de este tipo de trabajos con la Universidad de Málaga puede favorecer a la propia institución para ampliar su oferta formativa, así como ser un buen incentivo, para nuevos estudiantes.
¿Consideras que hay suficiente apoyo de la UMA? ¿Qué le pedirías a la universidad?
Creo que el apoyo es un buen inicio por parte de la UMA, aunque por supuesto todo esto tiene que ir aumentando, no sólo por parte de la UMA si no de otras instituciones. Hay que concienciar a nuestra sociedad de que el Patrimonio egipcio, que por otra parte nos pertenece a todos, es una fuente de conocimiento muy útil para muchos aspectos.