La Universidad de Málaga ha hecho un esfuerzo durante los últimos años para llevar a cabo diferentes actividades relacionadas con la educación para el desarrollo. Uno de los objetivos principales de la Oficina de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Vicerrectorado de Movilidad y Cooperación Internacional, es sensibilizar a la comunidad universitaria en torno a los problemas derivados de las desigualdades sociales para lograr que la ciudadanía sea más sensible con estos problemas, más activa para resolverlos, mejorando además las capacidades del alumnado.
Las ventajas que tienen para los estudiantes universitarios el realizar una movilidad internacional son numerosas e incuestionables. Nadie puede poner en duda lo mucho que se aprende cuando uno debe trabajar o estudiar en otro ambiente, en otro idioma, o en otra cultura. De hecho, la tasa de paro en recién titulados es más baja en alumnos que han realizado alguna experiencia internacional.
Pero sin lugar a duda, de entre todas las movilidades internacionales que puede realizar el estudiantado universitario, las de cooperación internacional son sin duda las más provechosas, tanto para ellos como para sus destinos.
Programa de voluntariado internacional en proyectos de cooperación Internacional para el Desarrollo
En las movilidades de cooperación internacional los estudiantes viajan a sociedades muy diferentes a las de su lugar de origen, por lo que tienen que poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de sus estudios en unas condiciones que en algunos casos son extremas, lo cual hace que el conocimiento adquirido a través de la experiencia internacional se maximice. Por ejemplo, un estudiante de ingeniería tiene que dar solución a problemas sin tener corriente eléctrica o una tienda de repuestos cerca; o uno de medicina tiene que realizar un diagnóstico sin poder realizar una analítica o una radiografía. En estas condiciones, se agudiza la capacidad de pensamiento para dar soluciones a estos problemas.
Además, el alumnado conoce culturas muy diferentes a la europea, lo cual aumenta su capacidad de adaptación y su apertura de miras. En general, el estudiante que realiza un voluntariado de cooperación internacional se va pensando que va a ayudar en el destino, y a la vuelta se da cuenta de que le han ayudado, que ha recibido más de lo que ha dado a cambio.
En este sentido, la Universidad de Málaga lleva más de una década llevando a cabo un programa de voluntariado en el cual se implican profesores y personal de administración y servicios para poder ofertar más de 100 plazas en la última convocatoria que llevaron a cabo sus estancias de voluntariado internacional durante el último curso académico en la que participaron estudiantes de todas las áreas de conocimiento.
A continuación, se enumeran los objetivos que se establecen con esta experiencia:
Generación de una ciudadanía socialmente responsable.
A través de la difusión de las actividades realizadas por el alumnado participante a través de diversos medios (redes sociales, foro virtual, organización de un taller anual en la Universidad, así como participación en actividades organizadas por organismos locales (Ayuntamiento, Diputación etc.)
Desarrollo de competencias en el alumnado.
Este programa sumerge a los/as estudiantes en un contexto cultural y geográfico nuevo y muy diferente a su lugar de origen, además, el trabajo se realiza en equipo y con pocos recursos técnicos y económicos. Esto propicia que se observe una mejora en diversas competencias como son: capacidad de trabajo, comunicación, autonomía, toma de decisiones, y de responsabilidad social en los alumnos participantes. Estas competencias son muy demandadas en el mercado laboral, por lo que se viene observando que la empleabilidad de los/as alumnos/as participantes es ligeramente superior a la media de su titulación.
Internacionalización de los grupos de investigación.
A través de este programa se han generado colaboraciones estables entre los grupos de investigación de la UMA y diversas Universidades extranjeras, así como ONGs y otras asociaciones. En los años que lleva en marcha el programa, se han creado consorcios que han permitido el establecimiento de convenios para intercambio de alumnado, personal, profesorado, y de buenas prácticas, por lo que la UMA también ha contribuido a la mejora de las universidades de países en vías de desarrollo.
La experiencia, que se ha ido perfeccionando con los años, consta de varias etapas. A principio de curso, hacia el mes de septiembre, se publica una convocatoria dirigida al personal docente e investigador para que presenten proyectos en colaboración con una contraparte en destino, que suele ser una ONG u otra universidad o administración. En estos proyectos, en los cuales además de profesores/as puede participar personal laboral de la Universidad (PAS), consisten en actuaciones alienadas con uno o varios ODS, en colaboración con una contraparte en destino, y que implican a entre 4 y 6 estudiantes que llevarán a cabo el proyecto en el país destino gracias a las bolsas de viaje, siempre bajo la supervisión del profesor/a coordinador/a responsable del proyecto y de la contraparte.
Los proyectos están siempre alineados con las prioridades sectoriales y los países prioritarios que fija el PACODE (Plan Andaluz de Cooperación Internacional al Desarrollo). Las actividades cuentan con un componente académico ya que se configuran como prácticas profesionales que académicamente son consideradas prácticas curriculares o bien trabajos de investigación que dan lugar a trabajos fin de grado o trabajo fin de máster. La experiencia nos demuestra que los resultados de estos trabajos suelen conseguir una alta calificación en los trabajos finales de estudios.
Una vez que se han seleccionado los proyectos presentados por el profesorado, procurando siempre que involucren al mayor número de centros de la universidad, se ofertan las plazas al alumnado, los cuales deben cumplir con los perfiles de los proyectos a los que aspiran. Estas convocatorias se suelen hacer coincidir con las jornadas de transferencia, es decir, una selección del estudiantado que ha disfrutado de una movilidad de cooperación internacional, a su regreso, presentan una comunicación con el trabajo realizado. Las jornadas sirven para dar difusión a las actividades realizadas y además para publicitar la nueva convocatoria pues, en la práctica, muchos alumnos que están planteándose participar en uno de estos proyectos participan en las jornadas para conocer de primera mano el trabajo realizado por sus compañeros el curso anterior. Una vez resuelta la convocatoria de estudiantes, los seleccionados reciben enseñanzas en el “Curso de Extensión Universitaria en Formación Inicial para Cooperantes Internacionales”, en las sesiones se abordan aspectos esenciales que posibilitan el desarrollo del voluntariado internacional con éxito: las recomendaciones sanitarias, el contexto social, político y cultural de los países de destino, así como la transversalidad del enfoque de género en las intervenciones, entre otros; para ello se cuenta con personalidades de alto prestigio como el director de Acción Contra el Hambre, o la Jefa de Sanidad Exterior en Málaga. Posteriormente, se realiza un pequeño acto de despedida en el cual se pone en contacto a los estudiantes que han vuelto y a los que se van, por países, de manera que se ayudan y se intercambian datos útiles y trucos para una mejor adaptación al país destino.
Las movilidades tienen lugar entre los meses de mayo y noviembre, y además de implicar a los estudiantes que realizan movilidades de 2 meses, involucran también a los profesores responsables de los proyectos, que realizan visitas de coordinación, coincidiendo con los alumnos en el destino.
Los proyectos varían cada curso académico, y además están enmarcados en distintas áreas de conocimiento, y muchos de ellos de una forma multidisciplinar, las temáticas son muy variadas y abarcan prácticamente todos los ODS, además, permiten realizar una oferta de voluntariado que implique a alumnos de prácticamente todas las titulaciones y centros.
Importante señalar el papel financiador jugado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Ejemplos de proyectos a desarrollar en 2023:
Datos relevantes de estudiantes que han desarrollado un voluntariado internacional en cooperación:
– Un 89% cree que la experiencia va a contribuir a mejorar su empleabilidad
en el futuro.
– Un 99% recomienda esta experiencia a otros estudiantes.
– Un 95% considera que el voluntariado ha satisfecho sus expectativas
Adquisición de competencias:
– El 91% ha mejorado o perfeccionado durante su voluntariado la competencia: capacidad para trabajar en equipo.
– El 81% ha mejorado o perfeccionado durante su voluntariado la competencia: planificación y organización.
Entre las opciones que más ha influido en los estudiantes para la realización de un voluntariado destaca.
– Compromiso ético o religioso personal: 9%.
– Sentido crítico y posibilidad de cambiar el mundo: 31%.
– Solidaridad para contribuir a mejorar la vida de otras personas: 55%.
– Realizar el TFG o el TFM: 2%.
– No sabe/ No contesta: 2%.
Incorporación de estudiantes hondureños en cursos de grado / máster de la Universidad de Málaga.
Honduras es el segundo país de Centroamérica y cuenta con uno de los niveles más altos de desigualdad económica en América Latina, considerado como el tercer país con mayor desigualdad del mundo.
La fragilidad económica, aunada a una población en edad de trabajar en aumento, la informalidad laboral, la pobreza y la violencia, hacen que la sociedad hondureña encuentro sendas dificultades para el desarrollo. En este sentido, el compromiso de la Universidad de Málaga en el papel de la contribución en la construcción de comunidades más justas y avanzadas crea un convenio con la Diputación Provincial de Málaga y la Asociación Colaboración y Esfuerzo que permite a 4 jóvenes estudiantes (2 mujeres y 2 hombres) realicen parte de sus estudios en la UMA.
A fecha del curso académico 2022/23 se han recibido recibido un total de 20 estudiantes de distintas ramas de conocimiento, la experiencia nos demuestra que la estancia resulta gratificante por dos motivos:
1. Los estudiantes hondureños adquieren habilidades y competencias que se reproducen en las comunidades de origen. Además, se enriquecen sus capacidades fruto del intercambio de experiencias con estudiantes malagueños/as y la inmersión cultural.
2. Los jóvenes hondureños son agentes de sensibilización en la comunidad universitaria.
La participación de estos/as estudiantes en jornadas de sensibilización adquiere un gran valor por el testimonio de vida que se desprende en las exposiciones; la superación y el arduo trabajo de estos en Honduras, invitan a un ejercicio de reflexión en el que se cuestiona el papel que juegan los países más desarrollados.
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