En el marco de la ‘Reunión Anual de la Sección Andaluza de la Academia Española de Dermatología y Venereología’, celebrada en Córdoba, se ha presentado un estudio de la UMA que alerta de los posibles errores de medida en las cámaras termográficas en situaciones de cribados de síndrome febril por la simple aplicación de geles hidroalcohólicos. La investigación ha obtenido el segundo premio al mejor trabajo.
El uso de cámaras termográficas –encargadas de medir la temperatura corporal- ha sido una de las principales medidas preventivas usadas durante la pandemia por la COVID-19 para el control de acceso a lugares públicos, pero, ¿son sus resultados 100% fiables?
Científicos del Laboratorio de Fotobiología Dermatológica y del Departamento de Ingeniería de Proyectos de la Universidad de Málaga acaban de demostrar que no. De hecho, según los resultados de su último estudio, que ha sido presentado en la Reunión Anual de la Sección Andaluza de la Academia Española de Dermatología y Venereología’, el uso del propio gel hidroalcohólico o algunos fotoprotectores puede alterar la temperatura del cuerpo hasta dos grados menos, afectando, por tanto, a la lectura de las cámaras termográficas.
“Este trabajo señala, por primera vez, el posible uso incorrecto de estas cámaras, ya que la temperatura que registran, con la aplicación de fotoprotectores y otros productos de aplicación tópica, podría verse alterada en tan solo un par de minutos”, explica el profesor del Departamento de Dermatología José Aguilera que, junto a la investigadora Mª Victoria de Gálvez, han coordinado la investigación, realizada en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la UMA (CIMES). :
Para su desarrollo se ha analizado una muestra de 20 personas -14 mujeres y 6 hombres-, aplicando diferentes formas galénicas o farmacéuticas de uso tópico en cara y espalda.
En concreto, se han estudiado los efectos de fotoprotectores y cosméticos con filtros minerales, que reflejan la luz, así como del gel hidroalcohólico, que también se ha demostrado que puede modificar la respuesta térmica de la piel, incluso más que los fotoprotectores testados. “Es la evaporación el alcohol que contiene estos productos la que produce la bajada de la temperatura”, afirma el investigador.
Los expertos destacan que para un uso adecuado de las cámaras termográficas habría que mejorar el sistema y tomar como punto de medida el lacrimal, que es la parte que no se ve afectada tras la aplicación de estos productos, según se ha evidenciado en el estudio.
Segundo premio
‘La imagen termográfica de nuestra piel es alterable con la aplicación de diferentes fórmulas galénicas de uso tópico’ firmado por los autores José Aguilera, Ali El Houssaini, Enrique Navarrete, Francisco Soto, Enrique Herrera-Ceballos y Mª Victoria de Gálvez; ha recibido el segundo premio a la mejor investigación en la ‘Reunión Anual de la Sección Andaluza de la Academia Española de Dermatología’, celebrada en Córdoba el pasado 12 de marzo. De forma previa, este trabajo se había presentado en Madrid al Grupo Español de Fotobiología de la Academia.