Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Politécnica de Madrid estudian el impacto que tiene sobre los pasajeros viajar en un coche que circula de forma autónoma. Se trata de un estudio piloto sobre la percepción de riesgo que suponen los vehículos autónomos en diferentes perfiles de pasajeros con el objetivo de desarrollar sistemas automáticos con mayor grado de aceptación, usabilidad y confort para los seres humanos.
La conducción cooperativa, conectada y autónoma constituye hoy en día un importante avance tecnológico que transformará la movilidad en el futuro. Y juega un papel clave en la política europea de transporte, en concreto en aspectos relacionados con la seguridad vial, la descongestión, la descarbonización, la inclusión social… Los investigadores de estas universidades están realizando ensayos en uno de los vehículos autónomos del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil de la UPM, a través de diversos recorridos por el Campus de Somosaguas, y en un nivel 4 de automatización. Dentro de este vehículo se analizan aspectos relacionados con la percepción y atención de los pasajeros durante la conducción, utilizando para ello el sistema de registro de movimientos oculares (Argus Science ETVision) de la Facultad de Psicología de la Complutense.
Los expertos explican que hay cinco niveles de automatización, y que el nivel 5 es el que no requiere ninguna intervención humana, ya que todos los vehículos estarían conectados entre sí y con las infraestructuras. No obstante, matizan que esa es una tecnología que aún no está desarrollada. De esta manera el nivel 2 implica la incorporación en los vehículos de sistemas de ayuda a la conducción. Y en los niveles 3 y 4 los vehículos conducen por el ser humano de forma automática en determinadas circunstancias, aunque en situaciones complejas que no saben resolver le devuelven la conducción al humano, esto es lo que se conoce como una conducción semiautónoma, según aclaran los responsables de esta investigación. Dentro de estos diferentes niveles de automatización la colaboración entre psicólogos e ingenieros es constante y clave para garantizar la fórmula que mejor se adapte a las necesidades humanas.