El decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara, ofreció este jueves por la tarde una conferencia en el Ateneo de Málaga en la que, bajo el título ‘El turismo colaborativo o P2P. Oportunidades y riesgos’ analizó la evolución de este sistema, “basado en la confianza y la valoración”, pero que ha derivado desde su nacimiento en los años 60 en modelos de negocio muy competitivos.
“Se ha pasado de colgar el cartel de ‘Alquilo apartamento en primera línea de playa’ en el balcón a hacerlo en portales, que como Airbnb, sirven de escaparate a muchos propietarios que ofrecen a los turistas un lugar donde hospedarse”, explicó Guevara.
En este sentido, el decano expuso dos ejemplos de turismo colaborativo: el primero, en el que los usuarios comparten y evalúan en las redes sociales algún bien sin intercambio monetario y por tanto, no hay que pagar por esos servicios; y un segundo, donde bajo el paraguas del turismo colaborativo, existen mercados operados por intermediarios.
En este último habría una mercantilización de la confianza y compensaciones económicas. “Es en este momento cuando el turismo colaborativo tergiversa la economía colaborativa al introducir intermediarios”, apuntó Guevara.
Evasión fiscal
En el transcurso de la charla, que se encuentra enmarcada dentro del ciclo de conferencias del XX Aniversario de la Facultad de Turismo de la UMA, también se abordó la otra cara que esconde este sistema, esto es sus riesgos. Entre estos, destaca el desigual trato normativo, con una relajación en las obligaciones que tienen que cumplir los establecimientos (seguros para clientes, impuestos, altas en la seguridad social); o una disminución en el empleo o una falta de estándares de calidad.
Igualmente, en el caso de los alojamientos, se puede producir una concentración de la oferta en el centro de las ciudades o zonas de interés turístico, un incremento de precio de la vivienda y la expulsión de los residentes, que pueden empezar a convivir con gente que llega de paso y afectarle a su calidad de vida.
A cambio de esto, el turismo colaborativo, según indicó Guevara, es una oportunidad para la popularización de los viajes, la prolongación de las estancias, para favorecer políticas de emprendimiento y también para interconectar empresas de oferta complementaria en un destino concreto. La colaboración unida a una promoción en las redes sociales alcanzaría mayor impacto en clientes que buscan a la vez distinta oferta.
El decano, que estuvo acompañado por el secretario de la Facultad de Turismo, Antonio Peláez, y el vocal de Relaciones con la Universidad del Ateneo de Málaga, Juan Antonio García Galindo, concluyó sosteniendo que el ‘P2P’ no es una innovación tecnológica, sino más bien “un nuevo modelo que se ha generado aprovechando la tecnología”.
Esta plataforma, en la que alguien pone algo y otro la consulta, es utilizada mayoritariamente por jóvenes entre 25 y 35 años, pero que cada vez se amplía a más edad, “ha generado un cambio importante de comportamientos, la aparición de buscadores, y un nuevo concepto de low cost, que no debe implicar necesariamente mala calidad”, según precisó.
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