La 30 edición del Festival de Cine Fantástico y de Terror de la Universidad de Málaga ha sobrepasado los límites de la pantalla llevando lo que parecía fantástico y terrorífico a la vida real. Y es que nadie pensaba que viviría una pandemia como las que se muestran de fondo en tantísimas películas. Pese a ello, sumando las restricciones de horario y de aforos impuestas desde las autoridades gubernamentales, el Fancine ha vuelto a mostrar su capacidad de asombrar y llevar a la imaginación hacia límites insospechables.
Comenzando por la película Wendy, del director Benh Zeitlin, esta edición ha mostrado cómo los sueños son posibles si se cree en ellos. Así, la organización hizo un importante esfuerzo y apuesta por la cultura manteniendo todas las actividades y proyecciones posibles del festival, eso sí, adaptándolas a la realidad imperante. Sin autocine pero con mucho donde elegir, las plataformas virtuales y la apuesta por la participación online han hecho de esta edición un punto de inflexión para los próximos años. Así, se ha demostrado el interés del público por el séptimo arte, llegando a agotar las entradas hasta en cinco ocasiones.
La gala inaugural ya mostró un poco lo que se podía esperar de toda la semana de festival: humor y mucha confianza en los astros. Alessandra García defendió el escenario junto a la vicerrectora de Cultura de la UMA, Tecla Lumbreras, dejando claro que, aunque se asuman las medidas de restricción, el Fancine era mucho festival para dejarlo pasar inadvertido.
Así, la semana ha transcurrido llenando las salas del cine Albéniz y sumando adeptos a las convocatorias virtuales. En cuanto a las tradicionales actividades paralelas, el Contenedor Cultural sirvió de plataforma para la música coreana, con una nueva edición del concurso de K-pop. Cultura asiática que sufrió un cambio de última hora por motivos atmosféricos. Una muestra más de que, aún no teniéndolas todas consigo, nadie ha podido con el ímpetu de los organizadores. Antes del concurso, la representación ‘Sueños perdidos’, a cargo de la compañía Mu Teatro acercaba el mundo de los sueños y las esperanzas, marcándose así como una constante en la seña de identidad de esta edición.
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Si a días de su inauguración nadie apostaba por la celebración de Fancine, este ha demostrado que ante la fortaleza de la comunidad universitaria nada es imposible, y hace falta algo más que una pandemia para acabar con ellos. Hay que recordar que llevan 30 años aprendiendo formas de cómo combatirla.
El palmarés de esta 30ª edición del Fancine ha sido lo de menos, porque solo por formar parte de la cultura y plantar cara al virus todos los filmes podrían darse por vencedores. Si hay un ganador en el Fancine de 2020, está claro quienes: la cultura.
Una trayectoria de superhéroe
Dentro de las actividades paralelas de esta edición del Festival de Cine Fantástico y de Terror de la Universidad de Málaga ha destacado el taller de cómic impartido por el ilustrador Agustín Padilla. Además de este taller, la obra de Padilla se puede disfrutar en la Galería Central de la Facultad de Comunicación de la UMA hasta el próximo 21 de diciembre.
Con una reputación internacional, Padilla es conocido por sus sus dibujos dentro del mundo del cómic en editoriales tan importantes como Marvel, DC Cómic o Dark Horse. Bajo el título ‘Tiempos de Superhéroes’, el ilustrador acerca su obra al público malagueño dando una visión general de su trayectoria como dibujante. Así, en palabras del propio Padilla “se trata de un recorrido desde los inicios, donde se pueden ver los primeros dibujos hasta las primeras publicaciones”. El objetivo de esta exposición pasa por mostrar a los futuros ilustradores el camino a seguir para formar parte de la élite del dibujo. “Hace falta practicar mucho, y lo que quería mostrar es cómo es el comienzo, que es posible llegar lejos con el trabajo”. Sobre la pandemia, tantas veces dibujada en los cómics, Padilla señala que se quedaría con las horas que hemos pasado encerrados “si tuviera que ilustrar esta pandemia lo haría enfocándome a las horas de confinamiento, esas que hemos pasado con nosotros mismos, que tantas veces ha dado mucho miedo”.
Jurado joven, implicados en el Fancine
Ignacio Gallardo y Daniel Varela forman parte del jurado joven de esta edición del Fancine. Su función, junto a otros tres compañeros, es la de elegir al mejor cortometraje del Festival, una labor que este año han tenido que realizar de manera online para respetar las medidas de seguridad sanitaria.
Este paso al formato online es uno de los problemas a los que se han enfrentado los jóvenes. Así, en palabras de Gallardo “se pierde la posibilidad de conocer a las otras personas y las relaciones, pero la verdad es que tanto el trato como la gestión de la organización han sido muy buenos”. A estas dificultades, Varela añade la “alta calidad de los cortometrajes, ha sido muy difícil tomar decisiones ante los distintos proyectos, porque todos tenían mucho nivel”.
Apoyo a la cultura
Esta edición del Fancine ha estado marcada por las medidas de restricción impuestas por la Junta de Andalucía que ha obligado a la organización a cambiar los horarios. Es por ello que desde el jurado joven, destacan la importancia en seguir apostando por la cultura y por realizar eventos como este festival. “Es importante que se lleven a cabo este tipo de ventos, porque no hay relación entre los contagios y la cultura. Considero que el cine es la forma de ocio presencial más segura que hay actualmente, y por eso felicito a los organizadores por apostar por él”, señalaba Varela.
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