Fereres: “Si invertimos en investigación podemos ganar mucho más que en el Gordo de la Lotería”

Un loco no es. Tiene que tener una motivación para perseguir una carrera que es muy difícil, y ahora más aún. Hay más competencia entre jóvenes que se quieren dedicar a la investigación. No hay muchas oportunidades en España, el camino va a ser complicado. La motivación es lo que le tiene que guiar, el deseo por aprender algo nuevo. Si tiene motivación, puede triunfar.

¿En qué situación se encuentran los jóvenes investigadores en la actualidad?

Estamos teniendo una época bastante difícil para jóvenes investigadores en España, la situación se ha deteriorado notablemente. Coincide con países que a pesar de las dificultades no han recortado en investigación, porque eso les salvará. La ciencia ha sido recortada como otras actividades públicas y el sector privado no invierte en investigación como en otros países.

¿Qué requisitos debe reunir un buen científico?

Debe tener curiosidad, capacidad de trabajo y persistencia. Aprender de los errores, continuar a pesar de dificultades, que en este país son muchas. Debe tener una capacidad de resistencia muy grande, hay que perseguir unas metas con un trabajo que a veces es rutinario pero con objetivos muy claros. Tiene que ser capaz de ver lejos.

Ser investigador, ¿se nace o se trabaja?

Un mínimo de vocación y curiosidad es el inicio ya que con una capacidad mínima se va haciendo. Hay quien nace con ello y puede llegar el caso de que la constancia y suerte dé con el Gordo de la Lotería.

¿Qué consejo le daría a alguien que esté dando sus primeros pasos en la investigación?

Que no se paren, que sigan investigando, que si tienen que irse a otro lado sigan, que el mundo es muy dinámico y da igual estar en Singapur que en Madrid, que lo que tiene que hacer es seguir el camino que ve. Que busque las oportunidades donde sea.

¿Qué papel juegan los jóvenes investigadores en el presente y futuro de la investigación en España?

El país debe hacer un esfuerzo para conservar los mejores jóvenes, tiene que intentar invertir en todas las profesiones. La inversión en investigación es un valor mucho mayor porque puede ser muy rentable para el país. Aunque solo 1 de 1000 puede tener un descubrimiento único que valga por toda la inversión en todos los jóvenes investigadores. Un país tan aficionado a la lotería, si invirtiese en investigación como se gasta en lotería, ganaríamos mucho más que si nos tocase el Gordo. Con que solo un investigador dé con la fórmula ‘del éxito’ se pueden recuperar años y dinero de inversión, incluso de los que no han conseguido hacerlo.

¿Cómo ha cambiado la ciencia española en los últimos 30 años?

Ha dado un paso de gigante en estos 30 años. Si miramos a los 80, cuando volví en el 82 comenzaron a cambiar, sobre todo en la siguiente década. Hubo una explosión de ciencia en la que el país pasó a estar incluso el noveno a algunos indicadores mundiales. Esa revolución la hicieron miles de científicos con mucho esfuerzo: publicar en revistas internacionales, homologar lo que se hacía a escala internacional. Pero hemos tenido menos éxito en convertir toda esa ciencia en utilidad: en su aplicación a nuevos productos, servicios, necesitan ser el motor de las empresas. Pero el sistema nos ha fallado, no hay sector innovador que quiera utilizar este conocimiento; cuesta inculcarlo en las empresas, no como Holanda o Israel, donde las empresas arriesgan mucho más y apuestan por los conocimientos científicos para intentar mejorar.

¿Es la sociedad consciente de los beneficios que aporta la investigación que se hace en Andalucía?

Nuestra sociedad, según las encuestas, valora mucho a los investigadores, pero no ha tomado conciencia del beneficio a largo plazo de invertir en investigación. Si así fuera, el sistema invertiría más y no dejarían perder oportunidades cuando muchos jóvenes deben irse fuera.

¿Se hace lo suficiente por transmitir el valor de la ciencia a la sociedad?

No se hace suficiente, pero es un probema cultural. Nuestra cultura es sobre todo humanística, no valora la ciencia y la técnica, para cambiar eso hay que empezar desde pequeño. Pero en España tenemos un caos en la educación (ningún país cambia planes de estudio tan a menudo), y si no se empieza desde pequeños, el primer tren hacia la investigación se pierde. Hay que inculcarla desde niños.

En nuestro especial hablamos de I+D en la empresa. ¿Es el ideal o es una aspiración laboral aún poco realista para los investigadores noveles?

Es una realidad, debemos esperar que las empresas, aquellas que sean capaces de remontar la crisis (las que apuesten por la investigación lo harán mejor), tomen conciencia de que necesitan innovar y ser competitivas, tener productos, procesos o servicios más competitivos que los demás. Por ello, se debe invertir en conocimiento. Las que se preparan en investigación son capaces de resolver los problemas con más facilidad. A día de hoy las empresas aún son excépticas a utilizarlos.

¿Qué valor aporta la investigación universitaria a las empresas de su entorno?

La investigación se hace para resolver problemas, con lo que lo ideal sería responder a las necesidades de las empresas. Una investigación académica que no tiene esta conexión no es útil a la empresa. Por lo tanto, es necesario ese acoplamiento, debe haber un planteamiento de los problemas de empresas que sean susceptibles a resolver con la investigación. Deben ser las empresas las que incorporen y apoyen la investigación, sería una labor muy meritorioa. En el caso del riego, por ejemplo, existe muy buena conexión.

¿Cuál es la fórmula para mejorar en ciencia?

El Estado debe recuperar los programas de investigación, en cuanto a número. Se debe tener un mayor número de becas y ofertas;. Unas oportunidades que sean competitivas con los mejores sitios del mundo para que los investigadores valiosos elijan España frente a otros países. Tenemos que ser capaces de darles todo lo que merecen (sueldo, facilidades en investigación, ayudantes, instalaciones, etc).

En su dilatada trayectoria ¿qué hito recuerda con especial cariño?

Quizás el hecho de la acogida que tuve en mi regreso a España tras estar en California. El volver a tu universidad a hacer lo que te gusta y que alumnos, profesores y compañeros te acojan con tanto cariño es quizás uno de los mejores recuerdos que guardo.

Según su currículo su área de especialización es la ciencia e ingeniería del agua en relación a la agricultura y al ambiente. ¿Cómo se encuentra esa temática en España? y ¿en Andalucía?

Hemos mejorado mucho en pocos años. Ahora con la cantidad de agua que gastábamos hace 30 años para la agricultura somos capaces de regar más terrenos. Se ha duplicado el uso eficiente del agua.

¿Qué imagen tiene la investigación española fuera de nuestras fronteras?

Nuestra imagen en el exterior como investigadores es muy buena, hemos escrito mucho en diferentes ámbitos de investigación en muy pocos años. Llevando nuestros estudios a las mejores revistas científicas. Nuestra asignatura pendiente quizás sea la puesta en marcha de tantas buenas investigaciones.

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