La Fundación General (FGUMA), con su actual dirección, tiene un recorrido de algo más de dos años, pero es desde finales de 2017 cuando se transforma en medio propio de su universidad. Medio propio es la forma que tiene la ley para denominar a los entes instrumentales integrados en el sector público y que sirven a la mejor gestión de los fines generales. Esta transformación de nuestra naturaleza y estructura ha implicado, ante todo, una total imbricación y complicidad con la Universidad de Málaga.
Dicho en otras palabras, la FGUMA se somete a las normas, garantías y límites del sector público -pese a ser una entidad de naturaleza privada- bajo los parámetros e indicaciones de la universidad pública. Y para ello hemos tenido que modificar nuestros estatutos, nuestro patronato y hemos pasado a mantener una relación de dependencia casi global con la universidad, ya que el 80% de nuestra actividad debe estar constituido por encargos directos de la UMA.
En estos momentos nos encontramos en disposición de recibir estos encargos. De hecho, ya se han puesto en marcha los convenios para el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias y cursos de verano, y se encuentran en trámite los que hacen referencia a Destino UMA, Centro Internacional de Español, Centro de idiomas y formación propia, entre otros.
Junto a los encargos recibidos, mantenemos el impulso de nuestros objetivos fundacionales de fomentar y difundir la ciencia, la tecnología, el arte, las humanidades, la internacionalización y la cooperación, siendo diversos los formatos de docencia y debate que hemos creado en los últimos años con este fin: Dialogando, UMA en la Provincia, Laboratorio de Ideas Málaga…
Todos estos proyectos están encaminados a buscar, impulsar e interrelacionar el talento de nuestro entorno. Las Fundaciones universitarias son este momento, sin duda, un importante instrumento en manos de las universidades, una forma de gestionar con eficacia y eficiencia los servicios públicos. Podemos afirmar que nos encontramos en un proceso de publificación de la gestión, aun por consolidar, ya que lo que en un momento se denominó la huida del derecho administrativo (y de sus controles propios) se ha transformado en el regreso al derecho administrativo (y de sus controles propios).
Y todo ello nos obliga a reiterar que las fundaciones de las universidades públicas, como es el caso de la FGUMA, existen para gestionar intereses generales, siempre bajo las premisas y garantías propias del sector público. Cualquier otra interpretación que se haga sobre las mismas sería un error.
Por Diego Vera
Director de la Fundación General de la Universidad de Málaga
@FGUMA