La IV edición de la competición internacional Motostudent ha tenido un sabor agridulce para el equipo de la Universidad de Jaén, que a pesar de hacerse con el Premio al Mejor Proyecto Industrial y conseguir muy buenos resultados en las primeras pruebas no pudo, finalmente, correr en los último ejercicios ni en la carrera final por problemas técnicos con la batería eléctrica de la motocicleta. La competición se celebró desde el jueves hasta el domingo de la semana pasada en la Ciudad del Motor de Aragón.
Motostudent es una iniciativa promovida por Moto Engineering Foundation que genera un desafío entre equipos universitarios españoles, europeos y del resto del mundo para diseñar, fabricar y probar en carrera una motocicleta. Como novedad, este año la fundación ha creado una nueva categoría de competición en la que la moto debe utilizar un motor eléctrico. En la misma participaron cerca de 20 universidades, entre ellas, la Escuela Politécnica Superior de Jaén.
Antonio Molina, uno de los integrantes del EPS UJA Team, explica que la competición no podía haber empezado mejor, y es que el equipo jiennense obtuvo el Premio al Mejor Proyecto Industrial (con una bonificación de 6.000€) una fase de la prueba en la que cada equipo universitario expone y explica ante los asistentes cómo ha desarrollado su proyecto. Seguidamente, añade Molina, se celebraron las pruebas individuales de ‘Aceleración’, ‘Gymkana’ y ‘Frenada’, destinadas a probar la moto y que puntúan para la clasificación general, en las que el grupo de la UJA obtuvo primer, segundo y tercer puesto, respectivamente.
Igualmente, en la prueba de montaje y desmontaje de la carrocería de la motocicleta, así como en los entrenamientos que se celebraron el domingo por la mañana el EPS UJA Team obtuvo una puntuación que le hizo ser merecedor del primer puesto en la clasificación general. “Hasta aquí éramos líderes, estábamos bien preparados e iba a ser nuestro año, pero la batería de la moto comenzó a tener una serie de problemas y tuvimos que retirarnos”, recuerda Antonio Molina, quien asegura que fue una decisión unánime para evitar riesgos innecesarios. Fue concretamente el sábado por la tarde cuando algunas celdas de la batería se habían estropeado, matiza Molina. El equipo jiennense desmontó y volvió a montar la batería durante la noche y el domingo por la mañana la moto pudo volver a correr en la quinta prueba de la competición, después de la cuál volvió a estropearse. “Es muy difícil manipular la tecnología de la batería y había riesgo de incendio”, concluye.
Cerca de 15 estudiantes componen el equipo técnico de la UJA, quienes han estado tutorizados por José Enrique Mata Bago, profesor de la politécnica jiennense, para el desarrollo de este proyecto, en el que han trabajado durante dos años. El objetivo de esta iniciativa es proponer al alumnado universitario un desafío no sólo a nivel técnico y tecnológico, sino también comercial y económico, y es que los estudiantes deben encontrar patrocinadores dentro y fuera del campus que quieran invertir y participar en el proyecto. Esta ha sido la cuarta edición de esta competición y la tercera en la que participa la UJA, que consiguió el tercer puesto en Motostudent II, además del trofeo al mejor tiempo por vuelta cronometrado, y la segunda posición en la tercera edición.
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