Nos remontamos al siglo XVIII y hacemos un viaje entre España, Irlanda y América Latina. Este recorrido lleva directamente a conocer un nombre, un personaje no por muchos conocidos y que significó un antes y un después en las relaciones hispano-irlandesas, así como la configuración del que poco a poco perdía el nombre de “Indias” para adquirir los conocidos como territorios de Perú o Chile. Estamos en época de virreyes, colonizadores y capitanes generales y José Gálvez nos es indispensable para llegar a buen puerto.
La figura del que fuera mentor del irlandés Ambrosio Higgins en España y América, así como del propio Higgins son la materia de estudio del profesor Jorge Chauca, investigación que le valió el sobresaliente cum laude por unanimidad en la lectura de su Tesis titulada “José de Gálvez, mentor del Irlandés Ambrosio Higgins en España y América”. La obra, hoy traspasada a una novela editada por la Universidad de Málaga bajo la colección Studia malacitana, ya está disponible en las librerías.
La investigación de Chauca busca hacer un recorrido por figura y familia del que fue secretario de Indias malagueño, apadrinado por Ambrosio Higgins que lo introdujo en los círculos de poder de la época ilustrada. Historia de España que une el comienzo de la globalización, con lazos en Irlanda y América que le han valido a su autor la introducción del propio embajador de Irlanda en España, Justin Harman.
Para acercar la figura de Gálvez y de Ambrosio Higgins, desde Aula Magna hemos entrevistado al autor de la investigación con objeto de sacar a la palestra a uno de los personajes más influyentes de las relaciones hispano-americanas, así como de la Ilustración española. :
Entrevista a Jorge Chauca
¿Quién fue José de Gálvez y por qué es importante en la historia de España?
El secretario de Indias José de Gálvez ha sido sin lugar a dudas uno de los malagueños más importantes no solo para la historia de España, sino también para todo el mundo hispanoamericano. Su capacidad de decisión abarcaba inmensos territorios desde California hasta la Tierra del Fuego y sus órdenes viajaban a bordo de las fragatas del rey del Atlántico al Pacífico. La sintonía ilustrada entre el macharatungo y su monarca Carlos III propició un impulso considerable a las reformas en todo el orbe hispánico.
¿Por qué crees que este personaje no ha sido más reconocido?
Por un par de causas: el desconocimiento interno de nuestra historia y, todavía peor que la ignorancia, la actitud vergonzante y acomplejada de falta de reconocimiento a sus grandes personajes. En ambos casos de trata de nuestra responsabilidad personal y colectiva, pero en el segundo tenemos mucho que aprender de otros países que celebran con orgullo a sus primeros servidores públicos en diferentes campos.
Como personaje influyente en Málaga ¿cree que se le debería dar un lugar más destacado por el Consistorio? ¿Qué propondría usted como experto en la figura de Gálvez?
La obra reformista de José de Gálvez a nivel imperial se proyecto a esfera local. La tutela y proyección en su patria chica fue extraordinaria, siempre mantuvo vivos los lazos con Málaga. El ayuntamiento y la diputación malagueñas, así como también y especialmente el consistorio de Macharaviaya, han dado recientes muestras de reconocimiento al ministro ilustrado y su familia, digno es de recordar, pero queda mucho por hacer. Por ejemplo, para visualizarlo popularmente me parecería adecuado incidir en el callejero de la capital y enseñorear alguna plaza con una escultura que le rindiera tributo de agradecimiento. Además, la acción educativa y el patrocinio de la investigación resultarían cruciales para un proyecto sostenido en el tiempo.
Su relación con Ambrosio O’Higgins significó un hecho importante para las relaciones hispano-irlandesas ¿cómo cree que deberían ser expuestas estas relaciones? ¿Cree que existe un conocimiento sobre las mismas por parte del pueblo español?
Las relaciones de amistad entre Irlanda y España vienen de antiguo. Una vez más existe un gran desconocimiento culpable al respecto. Se deberían divulgar los lazos históricos entre gaélicos y españoles en perspectiva histórica y en el presente, en este sentido la cooperación cultural y el intercambio vivencial son básicos.
En la historia de España hay muchos personajes importantes a los que no se les ha dado el lugar merecido ¿a qué cree que se debe en los casos que usted ha estudiado?
Afortunadamente se están rescatando de un olvido secular a personajes de la talla del defensor de Cartagena de Indias Blas de Lezo, cuyo bautismo de fuego fue en la costa de Vélez-Málaga, o Bernardo de Gálvez, sobrino del ministro de Indias y héroe de Pensacola en el contexto de la ayuda hispana en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Y esto solo por citar un par de ejemplos. En relación a los factores de esta omisión imperdonable, quiero hacer mías las palabras de Cadalso allá por el siglo XVIII: “Todo lo que sea patriotismo es cuando menos inútil, tal vez peligroso”. Al prejuicio o cautela de los investigadores se une el desinterés por estudiar biografías señeras a escala mundial. Una visión provinciana más preocupada por construir un futuro personal que por reconstruir un pasado colectivo.
Como profesor de la UMA, ¿cuál es su recomendación a sus estudiantes para conocer la importancia de figuras como Gálvez y O’Higgins y realizar un acercamiento a los mismos?
Siempre recuerdo a mis alumnas y alumnos que somos lo que fuimos, que el pasado es imprescindible para comprender nuestro presente, nos proporciona las claves para adquirir un verdadero espíritu crítico, autónomo y responsable. José de Gálvez y Ambrosio O´Higgins tuvieron una capacidad de trabajo descomunal, situaron entre sus prioridades el interés general a base de denodados sacrificios y esfuerzos personales. Creo que su decidido servicio público y trabajo continuado los presentan por sí solos.
Conociendo al autor
Jorge Chauca, profesor de del Área de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Facultad de
Ciencias de la Educación UMA, es doctor en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Málaga y doctor Historia de América por la Universidad de Sevilla. Con un amplio recorrido docente e investigador, se licenció en Filosofía y Letras, Geografía e Historia por la Universidad de Málaga, ampliando sus conocimientos como especialista Universitario en la América virreinal por la UNED hasta llegar a convertirse en uno de los más refutados especialistas sobre Historia de América y sus colonizaciones de toda España. Actualmente continúa su docencia en la UMA, ofreciendo sus conocimientos a los estudiantes de Educación.
¿De dónde le viene su interés en ambos personajes?
Como modernista y americanista, ambos aúnan mis dos facetas. Sendos ilustrados ganados por el espíritu de reforma representan lo más granado de nuestro siglo XVIII en ambos hemisferios. Conectan felizmente España con América. En el caso de mi paisano Gálvez resultan obvias las conexiones, en lo tocante al irlandés se conjugan mi pasión por Irlanda y el vacío historiográfico que existía sobre un virrey peruano de transición.
¿Qué ha significado la redacción de la obra para usted?
Un ingente trabajo, un gasto considerable, viajes continuos y desvelos interminables. Pero, por encima de todo, un entusiasmo por la Historia como docente e investigador. Si mi labor continúa hoy es gracias al estímulo de la recordada Dra. Pérez de Colosía Rodríguez. Ella me enseñó lo que de pasión y trabajo encierra el oficio de historiador.
El apoyo del embajador de Irlanda es una entrada fuerte para un libro, ¿qué le supuso poder contar con toda una embajada para apoyar su redacción?
Durante varios años colaboré con grupos de investigación que contaban entre sus patrocinadores con la Embajada de Irlanda o el Instituto de Historia del CSIC. El proyecto dio muchos frutos, uno de ellos la amable carta del Sr. embajador, que agradezco sobremanera. Al igual que quiero recordar al Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica de la UMA por apoyar la divulgación de las Humanidades.
¿Como historiador de América considera que en España se le da importancia al estudio de su área en los distintos niveles educativos?
Lamentablemente España vive de espaldas al continente americano. La dimensión educativa de esta penosa realidad es tan solo una más, pero relevante del actual desconocimiento mutuo. Cualquier nivel educativo sobre el que fijemos nuestra atención adolece en su currículo de contenidos americanos de toda índole. Definitivamente, los objetivos de cooperación cultural y para el desarrollo primero, y posteriormente político-económicos fijados por las Cumbres Iberoamericanas requieren de la implicación del sistema educativo en su conjunto.
¿Cómo le gustaría que se acercara este personaje a la comunidad universitaria? ¿Y a la sociedad malagueña?
Creo que la comunidad universitaria es la primera obligada en dar a conocer socialmente a nuestro ministro. La función social de la Historia excede el banal eruditismo si estos aprendizajes no sirven para actuar y mejorar la sociedad. En consecuencia, mostrar los logros para nuestra ciudad debidos a José de Gálvez sería un buen principio para valorar en justicia su quehacer político y proyección en Málaga mediante itinerarios didácticos y publicaciones. La Universidad se debe a su Sociedad, no son departamentos compartimentados, sino todo lo contrario. El malagueño de a pie necesita conocer al personaje histórico desde lo cercano y cotidiano, como vecino pasado que quiso a Málaga tanto como él hoy.