La Universidad de Cádiz cuenta con una de las unidades de Geodetección del Patrimonio Histórico-Arqueológico mejor equipadas de España. Este logro se debe a la reciente adquisición de una serie de nuevos equipos de última generación con una amplia capacidad para explorar grandes superficies, así como de generar modelos tridimensionales sin necesidad de hacer prospecciones a ciegas, siendo más sensibles y cuidadosos con el patrimonio y su entorno.
La semana pasada se celebró un acto de presentación del nuevo equipamiento al que asistió el rector de la UCA, Francisco Piniella. “Son unos recursos tecnológicos de última generación que nos colocan a la vanguardia en nuestro entorno nacional y europeo”, señaló y recalcó que dichos recursos refuerzan el liderazgo de la universidad gaditana en este ámbito. En este punto Piniella aprovechó su intervención para poner en valor el trabajo de las personas que integran el Laboratorio de Historia de la UCA. “Si nos hemos colocado en posición de liderazgo, no ha sido por casualidad, hay detrás mucho estudio, mucha cualificación, mucho compromiso y, sobre todo, muchas horas de esfuerzo de personas con nombre y apellidos”.
El responsable de esta Unidad de Geodetección, Lázaro Lagóstena, detalló por su parte, y en relación al nuevo instrumental, que “no existe en ningún grupo de investigación, no ya de Humanidades, sino de otras áreas en todo el país, ya que es capaz de explorar diez hectáreas en una jornada de trabajo gracias a su gran capacidad de barrido”. Igualmente, destacó que este nuevo equipamiento supone un salto cualitativo enorme en el estudio del territorio y del paisaje.
Entre los nuevos equipos destaca la adquisición de un georradar multicanal y multifrecuencia de última generación. Esta innovadora tecnología, denominada ‘step frequency’ o multifrecuencia, multiplica su potencial de detección de vestigios enterrados y ofrece una mejor definición de los restos documentados. De igual forma, este georradar puede generar imágenes 3D de la exploración realizada y consta de una antena de 2.40 metros de anchura, además de tener la capacidad de explorar grandes superficies puede adaptarse a una gran variedad de terrenos, ya sean urbanos o rurales.