Federico Morán Abad es secretario general de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, además de doctor en la especialidad de Bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid.
Este año hemos sido testigos de varias jornadas de protestas y encierros en las universidades públicas de España ¿qué piensa el secretario general de Universidades?
Me preocupa como responsable de universidades que los universitarios pasen por esta situación. Pero no solo a mi, también al Ministerio. No es un buen clima, entendemos que el ambiente universitario es un ambiente que ha propiciado protestas y ha sido el punto de creación de nuevos espacios y lógicamente, en momentos sensibles donde hay una crisis económica y unas circustancias complejas, entiendo que este ambiente esté especialmente sensible. Eso sí, lo importante es que se haga con respeto. Es totalmente legítimo pero siempre que se haga con respecto.
Además se habla de una progresiva privatización de la universidad pública ¿cómo lo ve?
Desde luego nada más lejos, es algo que siempre anda en el vocabulario y expresiones de los estudiantes, pero no es así. Llevo algo más de un año en el Ministerio y nunca se ha puesto sobre la mesa nada parecido. Tratamos de hacer una reforma pero para mejorar. Ni por mi parte ni por la parte del Ministerio hemos tratado de fastidiar a los estudiantes, miramos por que la universidad vaya a mejor. Tratamos de hacer una reforma mediante consenso para que la universidad pública vaya a mejor, en ningún momento se va a privatizar. Es cierto que las comunidades autónomas soportan la universidad pública y tienen la universidad que pueden mantener.
El discurso en los pasillos para argumentar esta privatización es la subida de tasas
La subida de las tasas no significa privatización. Significa que cuando un alumno paga sus tasa se aproxima más al coste. Pero como máximo, un alumno llega, por Ley, a pagar un 20% del total, el resto pertenece a la comunidad autónoma. Que se sustenta de fondos públicos, y todos los que pagamos impuestos, contribuimos a ese fondo. Esto se hace para tratar de que la universidad sea sostenible. De otra manera se llega a un punto imposible de mantener una universidad con calidad.
Pero algo está ocurriendo porque los últimos datos cifran en 3.000 los estudiantes morosos.
Son momentos difíciles y hay familias que están pasando situaciones delicadas. Nosotros ahora tenemos un sistema de becas universal con el que cualquier estudiante cuya familia cumpla con los niveles de renta establecidos, mínimo estará exentos del pago de tasas. Si hay gente morosa es porque están por encima de los niveles de renta y no han recibido ninguna ayuda. Otra alternativa es la de préstamos al estudio; la complejidad de estas ayudas y el poco éxito que obtuvo el proyecto anterior, junto con las dificultades que ahora han salido a la luz, nos lleva a estudiar nuevas y mejores fórmulas de préstamos, vinculados al rendimiento académico.
La cuestión sobre todo, está en el pago de las tasas de las asignaturas de segunda y tercera matriculación. Incluso algunas universidades han establecido un fondo social de ayuda para rescatar alumnos
Bueno, me parece bien. Aunque el fondo social es un eufemismo. El dinero de las universidades proviene de los fondos públicos, entoces viene a ser lo mismo ¿Qué más da que paguen Universidades, Comunidades Autónomas o Estado? El dinero viene de la gente que paga impuestos. Además tenemos que darnos cuenta que cuando algún alumno recibe una beca o ayuda, el dinero proviene de los impuestos, es dinero público.
Esta política de recortes es la que ha provocado este ambiente de tensión.
Yo creo que antes parecía que estudiar era gratis. La gente llegaba a la universidad, estudiaba y como no costaba, se creía que era gratis. Pero esa es una idea equivocada, una cosa es el coste que puede tener unos estudios y otra, que sea gratis. No pagar una matrícula elevada no significa que el coste sea bajo.
Cambiando un poco de tema ¿qué proceso siguen las propuestas para la reforma del Sistema Universitario?
Ahora vamos a trabajar con todos los implicados. Crearemos un grupo de trabajo con rectores y presidentes de consejos sociales y estamos trabajando por el consenso. También nos reunimos con sindicatos para trabajar sobre ello y con los estudiantes a través de la permanente de CEUNE. Esto es lo que vamos a hacer, no se trata de estar un año hablando. Antes de fin de curso haremos una convocatoria del pleno de CEUNE para llevar los resultados de trabajo con la permanente. Empezaremos con propuestas muy concretas e iremos alcanzando las de más calibre.
Por tanto ¿qué cree que va a pasar?
Pues hay algunas propuestas en las que nos pondremos de acuerdo fácilmente, pero hay otras en las que tendremos que hacer cambios más lentos y que requieran previamente de un cambio en la ley, lo que obliga a tener una nueva ley orgánica que necesita tiempo. Nuestra idea definitiva es que la reforma sea posible. Yo comparto el 90% de las cosas del informe pero hay otras que cambiaría, pero yo no soy el que impondrá cómo se va a hacer una determinada reforma. Queremos ver y estudiar cuál es la mejor forma de hacerlo. Veremos entre todos cómo se pueden hacer esos cambios y lo haremos con prudencia y siempre con consenso, que es lo que pretendemos.
Desde el punto de vista del contacto directo con los alumnos y teniendo en cuenta las continuas protestas ¿representa CEUNE a nuestros estudiantes?
Yo creo que la permanente sí que representa a los estudiantes porque allí hay miembros de todos los colores, hay algunos que reflejan más el movimiento de protesta y otros con una visión contraria. Sin embargo, la experiencia de los últimos plenos es que CEUNE no se comporta como un órgano colegiado, sino asambleario. Es muy difícil trabajar cuando tienes en frente representantes legítimos que utilizan ese órgano como si fuera la calle para protestar. Yo hago una petición y es que, teniendo un órgano como es CEUNE que representa a la comunidad universitaria, que se aproveche para debatir ideas y propuestas y conseguir de verdad una mejora de la educación pública. Si hay problemas que deben resolverse, el sitio es CEUNE.
¿Y qué opinión le merece la expulsión de CEUNE de Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes de CEUNE?
Bueno, a ver, CEUNE es un órgano colegiado, como antes comentábamos, así que si no eres estudiante no puedes formar parte. Puede ser representante de un sindicato, ya que lo eligen desde dentro, pero sin ser estudiante no puede estar en CEUNE.
Aquí hay una parte de representantes designados por el Sindicato de Estudiantes. En este sentido no tu vimos nada que decir hasta que supimos que no era estudiante. No puede venir de representante de estudiantes una persona que no es estudiante. Y esperamos que del Sindicato envíen a otra persona.
Las últimas tasas de paro alertan que el 60% de los jóvenes españoles están en situación de desempleo ¿cuál es su opinión?
Bueno, lo que sí es cierto que aquellos jóvenes que tienen mejor formación tienen menos nivel de paro. El paro se ceba más con las personas que están peor formadas. Nosotros como responsables universitarios tenemos el deber de dar formación adecuada para que puedan tener éxito en un mercado laboral que actualmente es bastante complicado. Estamos tomando medidas de formación emprendedoras a nivel de másteres, a través de la Escuela de Organización Industrial y con la Dirección General de Industrias y PYMES. Apostamos por una cultura emprendedora. Formar a nuestros estudiantes en el autoempleo y no pensar siempre en trabajar para compañías o ser funcionario, es la idea. Hay que cambiar esa tendencia, en esos pequeños pasos conseguiremos generar empleo y provocar que baje el paro. Otra de las cosas que habría que tener en cuenta es el grado de empleabilidad de las carreras, una variable que también ayuda a la hora de decidir qué estudiar.
En este sentido también habrá que trabajar por las prácticas en empresas ¿no?
Este es otro factor. Conseguir que los estudiantes estén y hagan prácticas en empresas en muchas ocasiones conduce a que el estudiante se quede en la empresa. Creo que es una cosa que podemos hacer, ayudar y colaborar con las universidades para la gente de los nuevos grados. Unas de las ayudas que mantenemos a pesar de las restricciones son las becas Argo y Faro por su alto grado de inserción laboral. Por otro lado, estamos trabajando en el programa Erasmus for All, que contempla las prácticas en una empresa extranjera fuera del país de origen.
Y esto ¿no fomentaría las migraciones de nuestros jóvenes?
Yo creo que el tema de las migraciones lo tenemos que ver como algo postivo. Hablamos de gente formada, de personas que son ingenieras y que trabajan en eso en otro país. Estamos en un mundo globalizado, no es un problema trabajar fuera de España, es un efecto de un mundo más global. Debemos verlo como un impacto positivo, no pasa nada por viajar y trabajar en otro sitio.
Podemos verlo desde este punto de vista, pero también como una necesidad porque en España no hay empleo
En efecto, cuando vives en una región deprimida donde no hay industria ¿dónde te vas? Claro, donde hay más oportunidad. Ha sido así siempre y lo vemos más global. Y fíjate que no lo veo como un problema en general, creo que al revés incluso la acogida de gente que venga.
¿Qué futuro le ve a nuestros jóvenes?
Ahora han cambiado mucho las cosas. El año pasado, desde el Ministerio se veían las cosas muy negras, ahora las vemos gris oscuro. Y si seguimos así, creo que si hacemos un esfuerzo y vemos que España funcionó en el pasado, podemos salir de esta situación. Este ámbito que me ha tocado vivir a mi, es el mejor de todos, el de formar a profesionales de calidad que estudian en España y que salen fuera y se quedan dentro con el máximo prestigio. Vamos a intentarlo aunque sea con pocos recursos. Pero intentaremos salir adelante.
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