Los rankings de universidades son necesarios para evaluar cómo de bien se están desarrollando en las universidades sus actividades docentes, de investigación, de innovación y transferencia, y nos dibujan un mapa de la calidad y excelencia de las universidades. Pero lo más importante es que los rankings de universidades son herramientas que nos permiten detectar puntos fuertes y débiles en las universidades y en base a ello desarrollar planes de mejora. Además, la universidad pública tiene que rendir cuentas a la sociedad que con sus impuestos paga y mantiene nuestra actividad y los rankings universitarios, lo queramos o no, son una forma de presentar nuestro balance de resultados a la sociedad.
Los rankings también son usados por nuestros dirigentes para tomar decisiones en política universitaria y por los estudiantes cuando tienen que elegir universidad. Por tanto, los rankings son instrumentos valiosos que hemos de considerar en la planificación de nuestras acciones de futuro si queremos caminar hacia la excelencia y mejorar nuestros servicios a la sociedad.
En mi opinión la generación de nuevo conocimiento es la misión que distingue más a las universidades y es la misión que impulsa la transferencia de conocimientos, y de manera decidida, debe de ser el motor que ayude a incrementar la calidad de nuestras enseñanzas tanto de grado como de posgrado. Por ello, quizás encontramos muchos más rankings de universidades que usan criterios de excelencia en la investigación en su elaboración. De entre ellos, los más importantes son el de Shangai, el Times y el QS. Estos criterios de excelencia en investigación se suelen calcular a partir de las publicaciones científicas.
En España tenemos 8 ó 9 universidades de Cataluña, Madrid y Valencia que suelen aparecer bien posicionadas en los rankings de universidades más importantes. Cuando digo bien posicionados me refiero a que aparecen en los puestos top 300 o top 400, pero no en los puestos de cabecera (top 100 o top 200). En ese grupo selecto de universidades top españolas se ha incrustado la UGR, que en los últimos años ha mantenido una buena presencia en los rankings más importantes, ocupando ahora mismo la posición 326 en el ranking de Shangai.
Ahora bien, tenemos que seguir mejorando y diseñar estrategias que nos permitan avanzar hacia puestos de cabecera del top 100 en los próximos años: Crear estructuras de gestión de investigación eficientes que ayuden a captar fondos en convocatorias competitivas nacionales e internacionales; apoyar a nuestros jóvenes investigadores de calidad; fomentar la internacionalización de la investigación; fomentar las acciones de mecenazgo; facilitar la participación en programas de captación de talento: Ramon y Cajal, Marie Curie; crear programas específicos de apoyo a los grupos que hacen investigación de excelencia; dar estabilidad a los investigadores contratados, creando figuras contractuales estables que les permitan desarrollar su actividad científica a largo plazo.