El material genético de las células, el ADN, sufre numerosas lesiones diariamente. Muchas de ellas son de origen endógeno, pues el propio funcionamiento de la célula genera productos nocivos que pueden modificar químicamente el ADN. Otras se originan por factores ambientales, como la radiación ultravioleta solar. En cualquier caso, todo ese daño infligido al ADN debe ser reparado para que no se produzcan mutaciones que puedan afectar a la salud de nuestro organismo. La acumulación de mutaciones en el ADN puede ser el origen de enfermedades neurodegenerativas y oncológicas. Existen diferentes mecanismos de reparación del daño en el ADN celular y la ADN polimerasa lambda (Polλ) es una proteína que participa en algunos de ellos.
Científicos de la Universidad de Sevilla y del Centro de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) han dado un paso más en la investigación de estos procesos de reparación. En un reciente estudio, han identificado y caracterizado un nuevo mecanismo molecular que permite a la Polλ entrar al núcleo de las células humanas para reparar algunas de las lesiones que se producen en el ADN celular.
“En nuestro trabajo hemos descubierto que para que la Polλ entre al núcleo es necesario que sufra una modificación después de ser fabricada en el citoplasma celular. Esta modificación es la conjugación de una pequeña proteína, llamada SUMO, y en el estudio describimos dónde se produce, quién la promueve y, finalmente, qué pasa si esa modificación no tiene lugar”, explica José F. Ruiz, investigador del Departamento Bioquímica Vegetal y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla.
La Polλ es una de las 17 ADN polimerasas que poseen las células humanas, y es de las que más diversidad de funciones muestra, fundamentalmente en la reparación y tolerancia al daño en el ADN. Una de ellas consiste en rellenar los pequeños huecos que se generan en el ADN de la célula como consecuencia de diferentes tipos de lesión o de su procesamiento. :
De acuerdo con numerosos estudios científicos, existe una clara correlación entre las mutaciones y la enfermedad humana, por lo que los procesos de reparación de lesiones en el ADN son básicos para mantener la estabilidad del genoma celular y evitar dichas enfermedades.
“Estos resultados nos abren la puerta a investigar si es posible usar alguna molécula que impida la entrada de Polλ en el núcleo específicamente en células tumorales, de manera que éstas acumulen una gran cantidad de daño en su ADN y esto provoque su muerte. Es decir, que el conocimiento obtenido de esta investigación básica podría continuar, con la financiación adecuada, hasta identificar una combinación terapéutica que promoviera la muerte de las células tumorales”, añade el investigador.