Durante todo el mes de marzo las diferentes instituciones dedican sus fuerzas a reflexionar sobre la importancia de la igualdad de género. La Universidad, como cuna de la democracia e impulsora social no puede ser menos, por lo que junto a las diversas actividades dedicará el mes de marzo a la divulgación y denuncia de la situación de más de la mitad de su comunidad.
El ‘techo de cristal’, una realidad que en pleno s.XXI sigue afectando de lleno a las instituciones académicas, continúa horadando la reputación de las mismas. Aunque el porcentaje de mujeres en las aulas no deje muy atrás al de sus compañeros varones la realidad se torna muy distante cuando se habla de cargos académicos. Poco a poco se trabaja por cambiar este hecho, empiezan a destacarse los cargos de gobierno con nombre de mujer y empieza a hablarse de la necesidad de paridad para establecer una comunidad que los represente a todos por igual.
La paridad, muchas veces criticada, debe ser una herramienta defendida durante estos primeros años de lucha, pues sin ella no se podría cambiar las bases del tablero de juego. Si no se exige una mayor presencia femenina por legislación la entrada de mujeres a los cargos se dificulta. Pero esta realidad tampoco debe significar que se deje de tener en cuenta trayectorias muy válidas solo a favor del género. Ante iguales curriculums la paridad es necesaria, pero sin que se sobreponga al sentido común.
En una época donde términos como el “mansplaining”o sororidad están a la orden del día, se debe exigir que las universidades sean ejemplo de ello e incluyan estas luchas en su régimen interno, siendo las primeras que entre sus filas faciliten la representación de las mujeres con verdaderos cargos de responsabilidad y dirección.
Una sociedad que no contempla al 50 por cierto de su población es una sociedad condenada al fracaso. La realidad de las aulas universitarias presenta mejores curriculums entre las féminas, por lo que el futuro debería cambiar las tornas dando a la presencia de las mujeres en los altos cargos. El futuro se construye cada día y este debate no se puede dejar representado solo un mes cada año.