La Hispalense cuenta desde hoy con una nueva biblioteca: la Biblioteca Universitaria Rector Antonio Machado y Núñez, inaugurada esta mañana por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano y el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro.
La nueva biblioteca de la Universidad de Sevilla es el resultado del traslado de la Biblioteca General desde la Fábrica de Tabacos hacia esta nueva sede, como respuesta urgente a la demanda académica de miles de universitarios en relación con el acceso a las instalaciones y a los recursos apropiados para el aprendizaje y la investigación.
El objetivo de esta construcción es liberar espacio del Rectorado para que la Fábrica de Tabacos pueda convertirse, tras el traslado a este edificio de la Facultad de Filosofía, en el nuevo Campus de Humanidades. Así el campus dedicado a las letras albergaría las facultades de Filosofía, Geografía e Historia y Filología. Según la Hispalense, además este cambio permitiría la liberación de los espacios empleados en el campus Ramón y Cajal, necesarios para el desarrollo del proyecto estratégico de la Facultad de Psicología.
El alcalde de la ciudad ha denominado a esta nueva casa de los libros como “el paraíso” y ha recalcado la importancia de esta universidad tanto por sus dimensiones como por su arraigo a la ciudad: “una apuesta como como esta es una importante decisión de la que se va a beneficiar la sociedad”, apuntaba Juan Espadas.
El rector, por su parte, insistía en la necesidad que tiene la Universidad de Sevilla de “buscar compañeros y aliados en las instituciones para que se unan por un bien común”. Miguel Ángel Castro ha invitado a toda la comunidad universitaria a utilizar los servicios del nuevo centro.
6 millones de euros
Esta biblioteca surge tras la obtención de una nueva licencia por parte de la Universidad de Sevilla después del fracaso del proyecto de biblioteca que se iba a ubicar en el Prado de San Sebastián. El presupuesto total de la construcción de este nuevo edificio ha sido de 5.824.859 millones de euros: 4.808.984 millones destinados a las obras del edificio, 881.567 para su equipamiento y 134.308 para gastos de urbanización. No obstante, a esto habría que añadirle los 11 millones que se invirtieron en el proceso de creación de la anterior biblioteca, que finalmente acabó demolida.
La Junta de Andalucía reclama todavía 16,4 millones de euros a la Universidad (de las subvenciones de la primera biblioteca). La Hispalense ha recurrido esta petición ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía: “mis servicios jurídicos siguen opinando que no hay ninguna razón para que se proceda a la devolución y estamos a la espera de lo que digan las autoridades”, explicaba a los medios el rector.
Ricos fondos bibliográficos
El nuevo edificio de la Universidad de Sevilla custodiará a partir de hoy un rico patrimonio bibliográfico y documental conformado por 332 incunables, 1.217 manuscritos, 8.340 libros del siglo XVI, 68.840 de los siglos XVII a XIX y 10.000 del siglo XX. A estos hay que sumarles las innumerables donaciones y legados personales que ha recibido la Hispalense en los dos últimos siglos con colecciones como las de Ramón Carande, Luis y Santiago Montoto o Juan de Mata Carriazo.
La construcción acoge una sala donde se ubica el Archivo Histórico, constituido por diversos fondos documentales que en su conjunto conforman unos 130.000 volúmenes. El fondo principal, tanto por su volumen como por su importancia, es el de la propia Universidad de Sevilla. El olor a libro antiguo impregna cada rincón de esta habitación compuesta por 900 metros lineales de documentos.
Además este edificio cuenta con un Taller de Restauración, adquirido gracias a Fondos FEDER de la Unión Europea, que permitirá realizar actuaciones en ejemplares de mal es estado así como labores de afianzamiento y protección. Este taller dará la oportunidad a los alumnos del Grado en Restauración de la Facultad de Bellas Artes de la US de realizar prácticas en sus instalaciones.
Asimismo, la nueva biblioteca alberga un Taller de Digitalización que la US puso en marcha en 2004 y que cuenta ya con más de 10.000 obras digitalizadas y 1.400.000 imágenes. Este taller incluye un nuevo equipo con el que se pretende acelerar la digitalización del fondo patrimonial de la US.
“Creemos que es fundamental que cualquier investigador con independencia de dónde esté, en España o en cualquier sitio del mundo, pueda consultar el patrimonio de esta universidad, que es uno de los más importantes de España dentro de las bibliotecas universitarias”, comentaba Julia Mensaque, directora de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Por último la US ha dotado a esta biblioteca de una Sala de Investigación, donde el personal especializado atenderá a los investigadores que allí deseen analizar y estudiar las obras, y de una Sala de Estudios, ubicada en la planta baja. Por último, una pequeña muestra de los ejemplares más representativos decora el edificio en su entrada con el que objetivo de que la comunidad universitaria conozca el rico patrimonio ubicado allí. Bajo la denominación de ExpoBUS, la muestra realiza un breve recorrido por la historia de los ejemplares encontrados en el fondo de la Universidad de Sevilla.
Importantes donaciones
Con motivo de la inauguración del nuevo edificio se ha hecho pública la donación a la Biblioteca de la US de los fondos bibliográficos del poeta y catedrático de Literatura Rafael de Cózar. El nuevo espacio ha recogido una muestra de la colección en una exposición en la que también se exhiben parte de los fondos documentales, fotográficos y bibliográficos que la Fundación FocusyAltadis han acordado ceder a la Hispalense.
La exposición contiene vitolas de productos tabaquerosque reproducen temas literarios, artísticos y retratos. Junto a éstas se muestra laserie fotográfica del pabellón comercial que la entonces Tabaquera construyó para la Exposición Iberoamericana de 1929en el Parque de María Luisa, donde también se ubica la nueva biblioteca. En estas imágenes se recoge la maquinaria más moderna de la época, de la que todavía Altadis conserva excepcionales ejemplares y que serán cedidas a la universidad. También se puede contemplar el trabajo que realizaban las cigarreras la antigua Fábrica de Tabacos, actual Rectorado.
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