El candidato a rector, Indalecio Sánchez-Montesinos, destacó ayer en su visita al profesorado del Centro de Lenguas Modernas (CLM) que si sale escogido como rector el próximo día 27 de mayo, dicho centro será “un centro universitario más y no algo raro considerado semi-privado“. El decano de la Facultad de Medicina consideró ante más de una treintena de asistentes que el CLM se debe reestructurar y no puede tener “puestos de dirección y gestión nombrados a dedos, sino escogidos democráticamente”.
“Hemos de hacer un plan de expansión y de internacionalización del CLM para tener más ingresos que gastos y hacerlo extensible también a los campus de Ceuta y Melilla, que los tenemos olvidados”, propuso Indalecio, que incidió en que el gerente debe ser “una persona de consenso entre el profesorado y el rectorado puesto que es el que representa al rector en la estructura de coordinación de centros que crearemos”.


Asimismo, ante la queja generalizada del profesorado por los problemas del CLM en los últimos cursos, el candidato a la rectoría de la Universidad de Granada respondió que “no es posible que el mal funcionamiento del centro se pague con los recortes en jornada y salario para los profesores sino inyectando más dinero y subvencionando en mayor proporción por parte de la universidad los costes de los cursos para atraer alumnos”. “Tenemos que darle los medios materiales y humanos para que se puedan desarrollar”, agregó.
Además, ante el problema de la falta de alumnado, el decano de Medicina apostó por “recuperar ese nicho de mercado. Estoy en contra de que se exija el B1 pero como es así a nivel europeo, la universidad asumirá el gasto de esos cursos”. “Debemos buscar a gente que quiere aprender lenguas y no solo quiera sacar exámenes. Hemos de recuperar el prestigio y la calidad que este centro siempre ha tenido a nivel nacional e internacional“, incidió.
Finalmente, Indalecio Sánchez-Montesinos aseguró que un representante elegido democráticamente por el profesorado “tendrá un lugar en el Consejo de Administración, el cuál “debe ser un órgano eficiente y participativo en el que todos tengan opinión”. “Sé que ustedes no pueden votar pero he venido aquí porque quiero que les quede patente mi compromiso de que este centro sea uno más de la universidad, se mime su parte pública y se reconozcan sus particularidades“, finalizó.