El entramado institucional español se encuentra muy cuestionado. Desde las más altas instancias del Estado, pasando por los partidos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, las entidades financieras, los órganos judiciales, son objeto de las más crudas críticas por una sociedad asfixiada en el actual contexto de crisis. Las universidades no son ajenas a este clima generalizado de desconfianza y de falta de credibilidad; muchas y profundas reformas son necesarias para alcanzar el objetivo de la calidad y de la excelencia que la sociedad demanda a estas instituciones académicas, sean públicas o privadas; pero es preciso recuperar la confianza social perdida o deteriorada.
En líneas generales, las instituciones españolas son conscientes de su desprestigio y de la necesidad de enmendar la mala imagen que transmiten a la ciudadanía. Una política informativa más abierta, abanderada de la transparencia, se impone en todos los ámbitos.
El caso es que la Fundación Compromiso y Transparencia ha realizado un estudio sobre los niveles de transparencia de las universidades españolas, tanto públicas, como privadas. En su informe ‘Examen de Transparencia 2012’, realiza un análisis sobre la información web de las 75 universidades españolas. Consideran la falta de transparencia en estas instituciones académicas como una ‘mala praxis’, pues deben rendir cuenta pública de su misión y de sus resultados. No realizan un estudio de la calidad o de la excelencia universitaria: fijan su atención en aquellos indicadores que señalan el grado de transparencia informativa en las web de las distintas universidades. Este informe destaca, para empezar, que las universidades públicas son más transparentes que las privadas. Entre otros factores a estudiar, señalan el de Personal, Resultados e Información económica. La UMA, Cantabria y Alcalá de Henares han abierto secciones web específicas sobre estos aspectos. En el ranking de transparencia andaluz, evaluado con 25 indicadores distintos, UMA y UAL aparecen con 18 indicadores; UCO y UNIA con 17, UJA con 16; UCA y UGR, con 15; y como ‘opacas’, US con 14 y UPO con 11. En las madrileñas, destacan Alcalá y Calos III, con 21; mientras se consideran opacas Complutense, URJC y Politécnica, con 11.
En líneas generales, las instituciones españolas son conscientes de su desprestigio y de la necesidad de enmendar la mala imagen que transmiten a la ciudadanía. Una política informativa más abierta, abanderada de la transparencia, se impone en todos los ámbitos.
En el estudio se ha introducido este año un nuevo indicador de resultados: empleabilidad e inserción laboral. Con un 50% de la población juvenil en paro, este indicador se plantea como prioritario para una sociedad que demanda resultados y un alumnado que no renuncia a sus legítimas aspiraciones laborales.
Las políticas de comunicación web de las universidades aún deben mejorar; aunque parece evidente que muchas de ellas se están poniendo las pilas, mientras otras ignoran la importancia de la rendición de cuentas en el ámbito de las nuevas tecnologías y de la información.