Investigadores de la Universidad de Jaén lideran dos proyectos, denominados DAREMOS y PROCARE, que pretenden detectar y tratar a adolescentes en alto riesgo de desarrollar y sufrir problemas emocionales. El objetivo de ambos estudios es detectar a aquellos jóvenes más vulnerables a nivel emocional para ofrecerles una atención y ayuda psicológica que mitigue y minimice sus problemas y dificultades.
El proyecto DAREMOS se está desarrollando en colaboración con diversos centros educativos de Secundaria y Bachillerato de las provincias de Jaén y Málaga que lo soliciten. A través de este proyecto se están realizando encuestas online a adolescentes de entre 12 y 17 años. Posteriormente, serán entrevistados individualmente, también vía online, y se les planteará la opción de recoger una muestra de saliva a través de expulsión salival, si sus padres y ellos mismos así lo autorizan. De esta forma, no sólo se considerarán aspectos psicosociales, sino también el papel tanto del lenguaje que utilizan los adolescentes como de la epigenética (estudio de los cambios heredables y reversibles en la función genética sin modificar la secuencia del ADN). “Ese rango de edad coincide con el período de incidencia central de los problemas de ansiedad, depresión y uso de sustancias, que constituyen la carga individual y social más alta en todas las dificultades de salud mental”, señala Luis Joaquín García, catedrático de la UJA y responsable principal de ambos proyectos.
Por otro lado, PROCARE aspira a diseñar, implementar y evaluar a adolescentes en riesgo a través de una intervención preventiva selectiva. Este proyecto se desarrollará en centros educativos de Cataluña y la Comunidad Valenciana, y será el primer programa de prevención selectiva dirigido a personas con riesgo de ansiedad y depresión. “Este hecho representa una innovación importante, ya que la mayoría de las intervenciones selectivas están dirigidas a jóvenes con riesgo de desarrollar ansiedad o depresión, individualmente, a pesar de que la comorbilidad está presente hasta en un 75% de los adolescentes y que ambas condiciones mentales comparten factores de riesgo clave”, detalla Luis Joaquín García.
Las estratificaciones primarias que se llevarán a cabo en PROCARE para la clasificación de los usuarios se realizarán según los factores de riesgo y de protección conocidos de los problemas emocionales (ansiedad y depresión) lo que permitirá realizar una intervención más personalizada. “Por primera vez, se probará un enfoque transdiagnóstico mediante módulos complementarios para abordar los factores de riesgo identificados”, indica el catedrático.