Un estudio de la Universidad de Granada demuestra que la depresión no es solo una enfermedad mental, sino que afecta a todo el organismo. El equipo internacional de investigadores ofrece de forma científica resultados que demuestran como la depresión supone importantes alteraciones del estrés oxidativo, por lo que se debería considerar una enfermedad sistémica que afecta a todo el organismo.
A través del metanálisis de 29 estudios que han incluido a casi 4.000 personas se ha ofrecido la primera investigación a fondo que expone lo que ocurre en el organismo de quienes sufren depresión, en cuanto al desequilibrio entre la elevación individual de diferentes parámetros de estrés oxidativo (en especial, malondialdehido) y la disminución de sustancias que actúan como antioxidantes (como el ácido úrico, el zinc y la enzima superóxido-dismutasa). Los resultados del trabajo han sido publicados en la prestigiosa revista de psiquiatría Journal of Clinical Psychiatry.
Al frente de la publicación se encuentra la investigadora de la Univesidad de Granada, Sara Jiménez Fernández, quien actualmente desarrolla su doctorado en el área de psiquiatra de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Complejo Hospitalario de Jaén. Como como coautores figuran los profesores de Psiquiatría de la UGR Manuel Gurpegui Fernández de Legaria y Francisco Díaz Atienza, en colaboración con, entre otros, Christoph Correll, del Hospital Zucker Hillside, de Nueva York (Estados Unidos).
Los investigadores sostienen, tras los resultados obtenidos, que existe una asociación significativa entre la depresión y las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, a lo que se añade la mortalidad temprana de las personas aquejadas de esta enfermedad psiquiátrica. También se ha mostrado que tras el tratamiento farmacológico convencional de una depresión, los niveles de malondialdehido (un marcador de la degradación oxidativa de la membrana celular) se reducen significativamente en los pacientes, de manera que llegan a no distinguirse de los niveles existentes en personas sanas. En el mismo orden, los niveles de zinc y de ácido úrico se elevan hasta normalizarse, algo que no ocurre con la superóxido-dismutasa.
Gracias a esta investigación se puede ayudar a buscar nuevas dianas terapéuticas para prevenir y tratar la depresión.
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