Joaquín Araújo, una de las personas de mayor reconocimiento nacional en el ámbito del activismo ecologista, fue el protagonista de la última edición hasta la fecha de los ‘Viernes Científicos’ que organiza la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería. Un encuentro ante una abarrotada Sala de Grados del Aulario IV, que se quedó pequeña ante el enorme interés que despertó el reconocido periodista medioambiental, donde Araújo expuso su ‘Ética Ecológica’. Título de su charla en la que explicó que “se basa fundamentalmente en darle un poco más de sentido a la vida, y cuyo resumen absoluto es dar las gracias por lo que la naturaleza hace por nosotros”.
Así, ante algo que supuestamente es “tan sencillo”, la realidad que Joaquín Araújo describe hace aparentar que no es así pues “está todo oculto, tergiversado por avalanchas de individualismo, de centripetismo, de antropocentrismo y, por lo tanto, hay que empezar a romper esa especie de muro en el que nos hemos enquistado a nosotros mismos para que se entienda que las soluciones de absolutamente todo lo que nos pasa a los seres humanos no están en nosotros, sino fuera de nosotros”.
De este modo, satisfecho por su presencia en la UAL, Joaquín Araújo se congratuló el pasado viernes de que “la universidad participe de una iniciativa que puede ser considerada más o menos filosófica, con connotaciones incluso ideológicas. Es perfecto y absolutamente imprescindible”. :
Los retos de Joaquín Araújo
Durante su intervención el ponente, único español en ganar dos veces el Premio Nacional de Medio Ambiente, lanzó la necesidad de “establecer muchas alianzas, porque son alianzas por la vida”, en el sentido de que a la aportación de la universidad deben sumarse “los medios de comunicación, las prácticas personales y la militancia o el activismo ecológico, considerado básico”. Y es que el compendio de ello es que “aquí no sobra nadie y faltan muchos”. :
Asimismo, con la importancia de pronunciar una conferencia en el ámbito académico universitario, Joaquín Araújo señaló que “evidentemente nada habríamos avanzado de suficiente contundencia y peso sin el mundo de la investigación científica; no dejamos de ser los periodistas ambientales una suerte de trampolín de toda la información que se genera a través del conocimiento científico”.
Una complementación con la que lanzó una propuesta al señalar que “hay una parte muy importante que tiene que ver con la historia de la cultura, con la historia de filosofía, con la historia de las disciplinas artísticas en un sentido muy amplio, pero como la idea es que aquí no sobra nadie, deberíamos fomentar permanentemente una alianza entre todas las fuerzas de la cultura, entre la totalidad del sistema educativo, de los medios de comunicación… porque para ‘rescatarnos’ hace falta fomentar cultura ecológica que esté fundamentada en todos nuestros potenciales”.
De todo ello pudo hablar en primera persona pues, “para quienes llevamos años dedicados a pensar y a llevar a la práctica esta idea de la ‘ética ecológica’, consiste en reconocer lo que es la vida, identificar los servicios que nos presta, fundamentalmente por el lado de lo que no tiene nada que ver con nosotros, porque somos una emanación de la historia de la vida y la mayor parte de lo esencial para vivir lo recibimos desde la naturaleza”, señalaba.
Así, su dilatada y brillante trayectoria ha sido un reclamo para levantar una enorme expectación en la institución almeriense ya que ha sido muy seguido en sus creaciones a través de sus escritos, sus programas de radio o del cine y televisión documental que ha hecho. En Almería, tras ser presentado por Mar Verdejo, activista y egresada de la propia Facultad de Ciencias Experimentales, relató de manera muy sencilla una manera de entender su propuesta de relación con la natura ya que “es algo muy parecido a estar mínimamente bien educado, mínimamente honrado, mínimamente capaz de agradecimiento y de reciprocidad”.