La Universidad de Jaén celebró ayer el Día Mundial de la Salud Mental con una jornada de reflexión sobre el impacto de los problemas emocionales en la prevención del suicidio en jóvenes y adultos. En la misma participaron investigadores del Departamento de Psicología de la UJA y de la Red PROEMA (Promoción de la salud mental y el bienestar emocional de los adolescentes) además de coordinadores y profesionales en el ámbito de la salud. La principal conclusión del encuentro fue la necesidad de formar a los profesionales de atención sanitaria en la detección precoz de patrones emocionales que pueden generar tendencia al suicidio, algo que a su vez requiere una mayor inversión en políticas implicadas en la salud mental.
“Cada 40 segundos se suicida una persona”, señaló el vicerrector de Investigación de la UJA, Gustavo Reyes, durante el encuentro, remarcando que el suicidio es la segunda es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. De ahí que la juventud sea el período temporal más efectivo para detectar factores de riesgo y prevenir conductas que puedan derivar en suicidio. El director general de Cuidados Sociosanitarios de la Junta de Andalucia , José Repiso, que también participó en la jornada, señaló que “la Salud Mental ha sido la hermana pobre de la Sanidad, durante muchísimos años”. En este sentido argumentó que el sistema actual necesita cambios, y que se ha creado un grupo de trabajo en la Escuela de Salud Pública con el objetivo de dar los primeros pasos de este cambio que coloque a la salud mental en el lugar que debe ocupar.
En relación a la prevención del suicidio, Repiso manifestó que en breve va a presentar una Proposición No de Ley en el Parlamento Andaluz, “que la tenemos prácticamente cerrada” y que se basa en dotar al médico de familia en Atención Primaria “de las herramientas suficientes para testar y diagnosticar este problema, y remarcar un protocolo que había en un cajón desde 2017, de prevención del suicidio, que le falta pequeños matices, para ponerlo en valor”. Repiso señaló que esta propuesta ha sido impulsada con el apoyo de la Red PROEMA. El responsable de esta red profesional, Luis Joaquín García, indicó por su parte que “no hay futuro sin adolescentes emocionalmente sanos”.
El experto subrayó que la adolescencia es una oportunidad única para maximizar el impacto de dichas intervenciones, para lo que se hace necesaria una mayor inversión en políticas de salud mental en los adolescentes y una mayor coordinación entre centros educativos y salud mental. “Esta Proposición No de Ley apuesta por dos acciones principales: incluir un protocolo de cribado basado en la evidencia para la detección precoz de adolescentes con, o en riesgo de desarrollar, problemas emocionales en el contexto educativo y de la salud; y desarrollar un programa de formación continuo, por parte de profesionales de la Psicología especializados tanto para los profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía y entidades y organismos adscritos, como para la plantilla de centros docentes públicos de Andalucía», detalló.