La Universidad de Málaga suma un nuevo cuadro a la galería de sus doctores y doctoras Honoris Causa. En la jornada de ayer, la arquitecta Kazuyo Sejima recibió el birrete y los emblemas protocolarios por parte del rector malagueño, José Ángel Narváez.
Kazuyo Sejima es una figura reconocida internacionalmente, pues recibió en premio Pritzker en 2010. En su trayectoria también suma que es la segunda arquitecta mujer que es honoris causa en España y la primera profesional propuesta por la joven Escuela de Arquitectura malagueña, que cumple su décimo quinto aniversario. De origen japonés, a la investidura de la arquitecta asistió el embajador de Japón, Mizukami Masashi.
Como madrina de la nueva Doctora Honoris Casua la profesora Nuria Nebot Gómez de Salazar fue la encargada de exponer en la laudatio la extensa obra de Sejima a lo largo de los últimos años, en los que se ha convertido en un referente de esta especialidad. Tal y como señaló Nebot “nuestros profesores y alumnos han crecido y aprendido con sus proyectos. Hemos recorrido muchos kilómetros para poder vivir, sentir y tocar su arquitectura“, la cual es reconocida a nivel mundial, siendo objeto de culto en todas las escuelas, desde Japón a Málaga, pasando por Estados Unidos, Suiza o Reino Unido.
En palabras de su madrina, este acto de investidura adquiere todavía un mayor valor si atendemos a la falta de reconocimiento histórico a la labor de las grandes arquitectas, con tres premios Pritzker de los 41 otorgados y un doctorado honoris causa en toda España, el que recibió Katryn Gustafson en Valencia en 2015. A ella se une ahora la doctora Kazuyo Sejimi, con un honoris causa por la Universidad de Málaga.
Talento para avanzar como sociedad
En su turno de palabra, el rector de la UMA destacó la importancia de la nueva incorporación al Claustro malagueño, recalcando que además fuera una mujer la que añadiera sus conocimientos. Es así como Narváez expuso que “el talento necesario en nuestra sociedad y el valor que necesitamos para avanzar de manera más firme y segura. Una mujer que demuestra su valía en una profesión generalmente copada por estrellas masculinas y donde ella practica ahora con el ejemplo de otro modo de hacer, distinto y único”.
Sobre la figura de Sejima, el rector también recalcó el carácter que le ha llevado a conseguir grandes éxitos, pues “su carácter, curtido en el trabajo, el esfuerzo y la experimentación, le ha llevado a afrontar cualquier empeño, asumiendo que la manera de afrontar los retos no depende de cuan grandes o pequeños sean estos, sino de una actitud veraz y honrada, científica podríamos decir, y si me permiten fundamentalmente universitaria”
Kazuyo Sejima se mostró en todo momento muy agradecida con el reconocimiento. En sus palabras ante el auditorio, y después de hacer el juramento en latín, la arquitecta rememoró sus comienzos, especialmente sus experiencias en Valencia. Como conclusión, Kazuyo Sejima señaló la importancia de la formación y renovación pues los países cambian rápidamente, al igual que las sociedades, “por lo que la arquitectura debe adaptarse a estos nuevos tiempos”.
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