La Cartuja de Granada es considerada la más importante de España. Por este motivo, investigadores de la Universidad de Granada han querido recomponer la lectura histórica, artística y original de este monasterio.
De la mano de José Antonio Díaz Gómez, investigador del departamento de Historia del Arte de la UGR, se desvela las costumbres relajadas de los cartujos granadinos que llevaron a la hermética orden religiosa a la suspensión de la autonomía del monasterio en varias ocasiones.
El misterio de la Cartuja de Granada
El doble estudio de la UGR muestra cómo la orden religiosa utilizaba imágenes, cuadros o retablos y hasta elementos arquitectónicos secundarios para imponer disciplina y establecer su polémica jerarquía. El fin de estos dos estudios es que se logre comprender el sentido de todos los elementos que conforman la Historia del Arte español y lo relevante que es el conjunto artístico de la Cartuja de la Asunción (Granada), donde sus estilos vacilan entre el Gótico hasta el Neoclasicismo.
En definitiva, estas investigaciones consiguen destacar numerosos datos, fotografías, dibujos y planos inéditos de enorme interés. Esto ha conseguido enfatizar en la trascendencia de este monasterio. Por un lado, detalla las identidades de quienes lideraron el cenobio hasta el siglo XIX, sus fuentes de financiación y aspectos decisivos de la vida cotidiana de los cartujos, como su incomparable riqueza, su papel crucial en el control del agua en la ciudad o la relajación de costumbres que llevó en varias ocasiones a intervenir el monasterio desde la casa-madre en Francia.
El estudio destapa mensajes ocultos en la revisión del discurso artístico del monasterio. Así, elemento que en un principio podrían ser considerados banales, como la disposición de suelos y ventanas, pasan a hacer visible su rígida jerarquía interna. Finalmente, la Cartuja de Granada sentaría el motor ideológico que conduciría a un auténtico cisma de las cartujas españolas dentro de su propia orden en el siglo XVIII. Es por ello que en la actualidad siguen refiriéndose a él como «la cartuja más célebre de todas las que hubo en España».