Una vez más, como cada 8 de marzo la comunidad universitaria de la UAL ha conmemorado el 8M, Día Internacional de la Mujer, con varios actos. En concreto, uno de ellos tuvo lugar en el pasillo central, con actividades formativas y de sensibilización muy participativas realizadas por estudiantes pertenecientes al Grupo de Buenos Tratos Acciónenred Andalucía de la Universidad de Almería; y otro consistió en la lectura de un manifiesto en la puerta de la Biblioteca Nicolás Salmerón.
De este modo, aunque la institución almeriense forma parte de la Red de Unidades de Igualdad de Género de las Universidades Españolas para la Excelencia Universitaria (RUIGEU) y comparte sus reivindicaciones, como en ediciones anteriores fue el Manifiesto 8M de Crue Universidades Españolas el elegido. Una lectura, realizada a las 12 del mediodía, que estuvo encabezada por la vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, Maribel Ramírez.
Lectora del Manifiesto 8M
A través del Manifiesto 8M de Crue leído en la UAL, se enfatizó en la necesidad de reflexionar sobre las condiciones que mantienen brechas y desigualdades que limitan a las mujeres el ejercicio de los derechos y libertades e impiden la consecución de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Esta vez, el lema escogido por la ONU para 2023 ha sido ‘Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género’, el cual interpela especialmente a quienes tienen responsabilidades en el ámbito educativo.
Así, el manifiesto recoge que la Universidad es clave para un desarrollo tecnológico que permita la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, eliminando los sesgos de género en el ámbito digital y en el desarrollo de la IA, desde un pensamiento crítico que amplíe el conocimiento y el acceso a la tecnología. Un texto leído ayer en el campus de la UAL que continuaba explicando que las universidades asumirán el reto de generar y transferir un conocimiento libre de estereotipos y roles de género, con proyectos de innovación que impulsen los valores democráticos y el uso y desarrollo de tecnologías para la igualdad de oportunidades.
Esto conlleva, señala el Manifiesto 8M, la introducción de la perspectiva de género en la docencia, la investigación y la transferencia, de forma específica y transversal. Solo así, añade, “podremos contribuir a evitar que se mantengan las brechas salariales, digitales y de cualquier otro tipo, provocadas por las discriminaciones múltiples que sufren las mujeres”.
Promover la igualdad en carreras STEM
Por otro lado, este documento también arroja algunos datos sobre la desigualdad en estos campos como el hecho de que las mujeres apenas representan un 13% en los estudios de ingeniería y tecnología y un 18% en el sector laboral relacionado con estos campos. Y añade que estas disciplinas como el resto de las materias STEM, representan las profesiones del futuro y son un factor clave para el progreso tecnológico, el desarrollo inclusivo y sostenible y el crecimiento económico. Nuestras sociedades necesitan más profesionales STEM, hombres y mujeres. Para ello, las universidades que forman parte de Crue, apuntan a que es necesario combatir los estereotipos de género, desarrollar políticas de Igualdad que tengan en cuenta las características del ámbito tecnológico y fomentar la corresponsabilidad en los cuidados.
En este sentido, la vicerrectora Maribel Ramírez ha señalado que “las mujeres somos el 50 por ciento de la sociedad y se está perdiendo el 50 por ciento del talento en las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). No nos podemos quedar atrás dado que la tecnología es el futuro”. Aunque, ha indicado, las acciones llevadas a cabo desde el Vicerrectorado están dando sus frutos y en los últimos años son cada vez más las chicas que se decantan por estudiar este tipo de carreras, aunque aún queda mucho trabajo por hacer especialmente en carreras como Ingeniería Informática.
El manifiesto apunta a que en el ámbito universitario y científico estas políticas corresponden a las Unidades de Igualdad a través de la elaboración y seguimiento de los planes de igualdad que incorporan acciones de formación y sensibilización, así como de corresponsabilidad en los cuidados y de medidas para la erradicación de violencias contra las mujeres entre otras acciones, haciendo posible transitar el camino hacia una educación superior en igualdad. Desde Crue, como organismo que representa a la educación superior española, defiende su labor en la tarea de construir un mundo más justo e igualitario, a través de la educación superior y la formación permanente.
Por último, el Manifiesto 8M no ha querido pasar por alto la situación de las mujeres en Afganistán e Irán, y han recordado a todas las niñas y mujeres que ven coartado su derecho a la educación, especialmente en estos momentos en los citados países.
Sensibilizando sobre el sexismo
Además de la lectura del Manifiesto 8M, las actividades informativas y lúdicas del Grupo de Buenos Tratos Acciónenred Andalucía en la UAL realizadas ayer en el campus de la UAL contaron con la participación de decenas de estudiantes, en el marco de la acción ‘Lencería con flow feminista: porque sin sexismo se vive mejor’.
El objetivo de la misma ha sido sensibilizar en la construcción de relaciones interpersonales y de pareja alejadas de la violencia y destacar la importancia de una educación sexual de calidad, tal y como ha explicado la profesora de Antropología de la UAL y miembro del grupo Acciónenred Andalucía en la UAL, Estefanía Acién.
De este modo, a través de lencería de cartón, se lanzan mensajes sexistas carentes de valores como libertad, igualdad, respeto, autonomía o el cuidado como, por ejemplo, ‘La chica estaba provocando’. “Después, con un insecticida que hemos llamado ‘educación sexual’, se da la vuelta a la prenda y aparecen mensajes con estos valores como ‘No es no, incluso con las bragas bajadas’ o ‘Las mujeres pueden expresar su deseo con libertad y sin culpa’. El objetivo es relacionarnos con buenos tratos también en el ámbito de la sexualidad. Para lograr inculcar estos valores entre los jóvenes la única solución real es la educación sexual, que pese a estar recogida por ley se está incumpliendo”.