El nuevo Gobierno plantea un Ministerio de Universidades en solitario. Ante esta realidad, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha emitido un comunicado señalando su “profunda preocupación por las consecuencias que acarreará”.
Tal y como expresan desde el máximo órgano de representación de los Rectorados universitarios, la partición del actual Ministerio (compuesto por las áreas de Ciencia, Innovación y Universidad) “será una mala noticia para nuestro país porque implicará alejar el conocimiento de la centralidad política que se está imponiendo en Europa (Consejo de la Unión y Comisión)”. Una postura a la que se suma otros muchos organismos académicos, como la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE); la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) o la Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu (SOMMa).
España, en dirección opuesta a la línea de Europa
En el comunicado, firmado por las diferentes instituciones, se recalca la importancia de gestionar de forma unificada el “triángulo del conocimiento” (investigación-innovación-educación). Uno de los principales motivos que argumentan esta petición reside en la propia estructura del Comisariado Europeo, donde una Comisaria es la competente en todos esos ámbitos. De este modo, la tendencia de los países miembros de la Unión Europea es mantener unidos estas competencias, lo que llevaría a España a ir en una línea opuesta.
Tal y como exponen los firmantes, el futuro Ministerio “debe tener el mayor peso político posible, y reunir todas las competencias y recursos necesarios para gestionar el sistema de ciencia en su globalidad, incluida la investigación que se realiza en las universidades”. De este modo se aseguraría que las propuestas recibieran la “atención y viabilidad que la ciencia requiere”. Además, una fragmentación de las competencias sería equivalente a la “fragmentación de los recursos”, llegando desde Europa “voces autorizadas que alertan del error que puede suponer enfrentar investigación y universidades a la hora de la negociación presupuestaria, lo que podría suponer décadas de estancamiento para la investigación, las universidades, o ambos” :
Finalmente, tanto la CRUE como el resto de instituciones señalan que “la competitividad de la ciencia de nuestro país solo podrá recuperar su línea ascendente (tan maltrecha actualmente) si puede articular e impulsar la inmensa mayoría del conocimiento que este país ha demostrado ser capaz de generar”. Una postura que subraya la indivisibilidad de la educación superior, la investigación y la innovación.