El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, anunció ayer miércoles la bajada de la cifra de la deuda que la Junta de Andalucía mantiene con las universidades públicas de la comunidad. En total, a cierre de 2015, la deuda se mantiene en 397 millones de euros, lo que se traduce en una bajada de unos 190 millones con respecto al inicio del año.
La anterior deuda, de 585 millones, se ha visto reducida debido al interés de la Junta en sanear sus cuentas con las universidades, dando como objetivo principal para 2016 “que todas las universidades puedan cumplir el periodo medio legal de pago a los proveedores”. De este modo, desde el inicio de 2013, la Junta de Andalucía ha ido abonando más de 1.325 millones, lo que ha reducido en unos 400 millones de la deuda inicial.
En diciembre de 2015, la Junta anunciaba el aporte de 100 millones de euros más para hacer frente a la deuda, cifra que se sumaba a los 240 millones que, desde la llegada del actual ejecutivo, se habían transferido a las instituciones académicas.
Tal y como expuso Ramírez de Arellano durante su comparecencia: :
“la deuda ha surgido porque la Junta de Andalucía ha mantenido el compromiso recogido en el modelo de financiación y así se ha reconocido y se ha reflejado en el Acuerdo por el Sistema Universitario Público”
Desde la Consejería de Economía y Conocimiento se ha hecho especial mención a que solo las Comunidades Autónomas de Asturias (5%) y Andalucía 81,4%) han tenido un crecimiento positivo en su financiación estructural de las universidades públicas, según informaba la CRUE. Por la contra, las comunidades que menos presupuesto han derivado a sus sistemas universitarios son, Castilla La Mancha, Islas Baleares y Extremadura, las cuales ofrecen cuantías inferiores a 5.500 euros por alumno.
Sobre la deuda andaluza mantenida con las universidades, el consejero de Economía y Conocimiento ha señalado que Andalucía reconoce el compromiso mantenido subrayando que no es el caso en otras comunidades donde se ha optado por recortar la financiación y “han disminuido los recursos destinados a la educación superior”.
Según el modelo vigente, la financiación de las universidades ha superado los 12.000 millones de euros en los últimos 10 años.
“Esto significa que a finales del pasado año se había abonado el 99,2% del presupuesto previsto, acumulando una deuda de tan solo el 0,8%”
En la misma línea, Ramírez de Arellano expuso que “sabemos que no es suficiente, queremos mejorar esas cifras y seguimos trabajando para traer certidumbre a las universidades” llamando a un periodo de reflexión durante este año para exponer un nuevo modelo de financiación que responda a “necesidades sociales de la región, para la formación de las personas, las empresas o la internacionalización como proyecto general”.
Desde la Junta de Andalucía se han ido reuniendo con las universidades para tramitar la financiación de las mismas, señalando al respecto por parte de Arellano que “como no podría ser de otra manera, juntos trabajamos en constante diálogo para zanjar no solo la cuestión de la deuda, sino para definir nuestro futuro”.