Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga ha demostrado los beneficios de la dieta mediterránea para prevenir enfermedades cardiovasculares como el ictus o el infarto. La Universidad de Málaga, a través del grupo de I+D+i en Medicina Deportiva del IBIMA, participa en el proyecto nacional ‘PREDIMED-PLUS’, actualmente el mayor reto de investigación sobre nutrición realizado en España, que estudia los beneficios de la dieta mediterránea.
El 28 de mayo se celebra el ‘Día Nacional de la Nutrición’ una iniciativa de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) para promover el consumo saludable que, en esta edición, se centrará en los lácteos. “Hasta 2003 las patologías cardiovasculares se combatían con dietas que no incluían alimentos ricos en grasas. Con este trabajo demostramos que no era necesario”, afirma la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud, Julia Wärnberg.
Así este estudio liderado por Wärnberg se trata de la segunda fase del proyecto inicial ‘PREDIMED’ desarrollado entre 2003 y 2012. Un estudio en el que, a partir del análisis de 7.447 personas mayores con alto riesgo cardiovascular de toda España, se evidenció que los episodios relacionados con enfermedades del corazón disminuían hasta en un 30% gracias al consumo de una dieta mediterránea.
La dieta mediterránea es rica en frutas, verduras, cereales, pescado, marisco y carne magra. La profesora de la Universidad de Málaga Julia Wärnberg ensalza el papel también de las legumbres que, según aconseja deben consumirse al menos 3 veces durante la semana. Asimismo, también recomienda que el consumo en la dieta mediterránea sea frugal, es decir, poca cantidad y platos pequeños.
Igualmente, destaca el lugar que ocupa el aceite de oliva virgen extra, por sus propiedades antioxidantes, siempre con un consumo moderado, de unas 2 cucharadas diarias; e incluye los sofritos, que integran a muchos de estos alimentos.
La obesidad un nuevo reto de ‘PREDIMED’
“Nuestro reto ahora es sumar a la dieta mediterránea la actividad física y la terapia conductual para avanzar en la prevención de enfermedades cardiovasculares, a partir de la reducción de peso”, explica la nutricionista Wärnberg.
Un nuevo trabajo desarrollado junto a otros 22 grupos de investigación españoles, en el que hasta 2016 se reclutaron 6.800 participantes, casi 600 en Málaga, con las mismas características que en el primer estudio, pero, además con obesidad.