La Universidad de Málaga y la Diputación Provincial han renovado su acuerdo de colaboración vigente desde 2012. En un acto oficial, rector de la UMA, José Ángel Narváez, y el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, han rubricado el acuerdo y han explicado los aspectos más destacados de esta colaboración donde el empleo y la formación han sido clave.
Con vistas a afrontar los nuevos retos provocados por la COVID19, este acuerdo establece las líneas de colaboración durante los próximos cuatro años. Entre los proyectos más destacados se encuentra el denominado Plan Primera Oportunidad, por el cual egresados de la UMA tienen su primera toma de contacto con el empleo a través de prácticas en empresas de la provincia. Como ha recalcado Francisco Salado, con este tipo de proyectos «los jóvenes pueden acceder al empleo, eliminando el círculo vicioso de la falta de experiencia para introducirse en el mercado laboral».
Cada año un centenar de jóvenes malagueños accede a unas prácticas remuneradas a través de este Plan, el cual cuenta con un 80% de inserción laboral en la empresa tras su finalización. Sobre la nueva convocatoria, Narváez ha recalcado que se podrán realizar las prácticas siguiendo los protocolos de seguridad sanitaria. Además, el rector de la UMA ha adelantado sobre el próximo cuatrimestre que este «continuará con la enseñanza bimodal» si la situación sanitaria así lo requiere, subrayando que «la UMA tiene todas las estrategias para asegurar la calidad de la docencia».
Digitalización y entorno rural
Demás del emprendimiento y el empleo, la colaboración entre Universidad y diputación busca dar las herramientas necesarias para la digitalización de las pequeñas y medianas empresas de la provincia. En concreto, a través de esta colaboración se llevan a cabo actividades formativas encaminadas a la adquisición de competencias en las nuevas tecnologías. En este sentido, este acuerdo contempla, por ejemplo, la cooperación en el desarrollo científico, tecnológico, educativo y social de la provincia, mediante la identificación de las necesidades de los distintos sectores socioeconómicos, favoreciendo la transferencia y la aplicación de resultados I+D+I generados en la Universidad de Málaga.
El entorno rural también juega un importante papel en esta colaboración con actividades concretas para luchar contra la despoblación, como la experiencias llevada a cabo de forma virtual del I Campus Universitario de Inmersión Rural.