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28 marzo, 2024
DivulgaciónNacional

La espalda de las chicas sufre más por el peso de las mochilas que la de los chicos

Un estudio con participación de la UPM señala que la espalda sufre más por el peso de las mochilas en el caso de las niñas.

El peso de las mochilas es un mal recuerdo de la época escolar. Actualmente, en un entorno digitalizado se podría pensar que es algo del pasado, pero la realidad sigue presentando a los más jóvenes con mochilas cargadas de libros a su espalda.

Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid muestra como este peso, además de ser excesivo, es más dañino en el caso de las chicas. Tal y como señala María Espada, investigadora miembro del Grupo de investigación psicosocial en el deporte,  de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte  de la UPM, “tras analizar la espalda de los escolares comprobamos que el número de alteraciones de la columna es un 45% mayor en las chicas que en los chicos”.

Los problemas concretos derivan de la angulación en las diferentes curvas del raquis (columna vertebral), donde el grupo de las chicas presentó una mayor angulación, mientras que los chicos presentaron una mayor rectificación de la columna torácica, adquiriendo una posición más erguida”.

En la investigación desarrollada por la UPM se muestra como las niñas tienen una angulación más cifótica (curvatura hacia fuera) en las primeras vértebras torácicas (T2-T4) y entre la L5 y S1. También presentaban una angulación más lordótica (curvatura hacia dentro) entre las vértebras T10 y L3. “Esto nos hace pensar que su mayor curvatura natural en la columna repercute que otras zonas tengan también una mayor curvatura como efecto compensatoria”, explica María Espada.

Para la medición de la morfología de la columna se utilizó el Spinal Mouse® un sistema electromecánico computerizado no invasivo, que se emplea para medir la curvatura espinal en diversas posturas. El aparato se pasó por toda la columna vertebral de los alumnos desde el final de la zona cervical al sacro. “El Spinal Mouse® nos da una visión de las vértebras de la zona torácica, lumbar y sacra. Cuando una referencia muestra un valor positivo, nos está describiendo una relación cifótica expresada en grados, cuando nos muestra un valor negativo, la relación será lordótica”, relata la investigadora.

Mochilas más cargadas de lo debido

El trabajo, en el que participaron 219 escolares de entre 12 y 15 años, pone también de manifiesto que el peso que cargan los estudiantes es mayor del establecido como límite por los expertos. “La mayoría de los estudios sugieren que el peso de las mochilas no debe representar más de un 10% del peso corporal, algo fijado incluso como límite en países como Austria o Alemania. En esta misma línea están otros especialistas que dicen que un peso de la mochila superior al 10% de la masa corporal del alumno supone un incremento del consumo energético, incrementa la inclinación de la columna y reduce el volumen pulmonar”, cuenta la investigadora de la UPM.

“En nuestro trabajo comprobamos que dichos niveles se superaban tanto en los chicos como en las chicas. Así, ellas soportan un peso medio del 20,35% de su masa corporal en sus mochilas, mientras que el peso de la de ellos es de un 16,5% de su masa corporal”, añade. Pero además de establecer diferencias entre los niveles de curvatura de la espalda entre ambos sexos, el estudio también subraya que las mujeres cargan un mayor peso que ellos en sus mochilas.

“Nuestro estudio sugiere que el peso de las mochilas de ellas es hasta un 12% mayor que la de los chicos, lo que supone casi un kilo de diferencia entre los niveles de carga de ambos”, comenta.

Una dolencia cada vez más extendida

La preocupación por el peso que cargan los escolares a sus espaldas no es nueva y existen numerosos estudios al respecto. No en vano los datos recopilados en diversos trabajos* subrayan que entre el 40 y el 69% de los adolescentes entre los 13 y los 15 años padecen dolor de espalda.

La importancia de este estudio, en el que participan también investigadores de las Universidades de Castilla la Mancha y Pontificia de Comillas, radica en que sus resultados pueden ser utilizados por profesionales de la salud (médicos, fisioterapeutas, enfermeros…) para intervenir precozmente sobre las alteraciones de columna que pueden desarrollar los jóvenes y prevenirlas o mejorar su tratamiento.


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