La ETS de Arquitectura de la Universidad de Málaga (eAM’) ha inaugurado las obras de remodelación de sus espacios docentes, un conjunto de actuaciones que responden a su Plan Estratégico y han supuesto una gran transformación de la escuela malagueña.
La inauguración ha contado con una “sorpresiva” puesta en escena, una performance con música flamenca realizada por 65 estudiantes, bajo la dirección de la coreógrafa Marta Otazu y la arquitecta Atxu Amann.
Las obras han abarcado la reforma integral de las plantas baja y sótano, para convertirlas en el eje central de la escuela. En la planta baja se ha creado una nueva conserjería, nuevos halls de encuentro, nuevas zonas de aseos, un nuevo espacio comedor con cocina para uso de los estudiantes y profesores, además de la recuperación de un patio abandonado para uso y disfrute del centro.
En planta sótano se han creado nuevas aulas para la docencia de posgrado, vinculadas al nuevo Laboratorio de Arquitectura Experimental y Nuevas Tecnologías, así como las nuevas zonas de copistería y mantenimiento del centro. “Una planta anteriormente inexistente y donde ahora la investigación cobra protagonismo”, explica el autor del proyecto.
El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, el viceconsejero de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Mario Muñoz-Atanet, la vicerrectora de Smart-Campus, Raquel Barco, y el director de la eAM’, Carlos Rosa, han participado en un acto que ha contado con la presencia de los directores de las escuelas de Arquitectura de Granada y Sevilla y de una nutrida representación del Equipo de Gobierno de la UMA, decanos y directores de otros centros y de la comunidad universitaria.
Narváez ha dedicado una buena parte de su intervención en mostrar “una enorme preocupación” por la guerra en Ucrania y en reivindicar a las universidades públicas “como el gran espacio donde podemos construir otra sociedad, una sociedad diferente, una sociedad más justa, una sociedad mejor”. En el mismo sentido, puso como ejemplo el espíritu de la Escuela de Arquitectura, “que ha sabido concebir sus espacios como sitios de luz, abiertos, llenos de aire fresco, donde además de formar a buenos profesionales, son también lugares de pensamiento, de investigación y de reflexión, donde además de formar a profesionales, también se forman a buenas personas”.
El director del centro, Carlos Rosa, ha destacado “el esfuerzo continuo y compartido de nuestra comunidad universitaria; una Escuela que nace en el año 2005 y es ejemplo de una Escuela del SXXI, alternativa a las tradicionales, en la que nuestro alumnado y la sociedad son sus verdaderos protagonistas”.
El conjunto de actuaciones ha contado con un presupuesto de 1 millón 325 mil euros para las obras y algo más de 350 mil en mobiliario. “Introducimos ventilación y luz natural para convertir todo el ámbito del sótano en un gran escenario público para el desarrollo de actividades”, ha explicado el ganador del concurso de ideas junto a un grupo de cuatro estudiantes, el arquitecto y docente de la eAM’, Ferrán Ventura Blanch. En la nueva Sala Grada “creamos espacios flexibles que bien sirvan para una clase teórica para grupo grande de 75 estudiantes o bien tres aulas para grupos de 25. El mobiliario que se incluye en la grada es igualmente versátil, combinando entre pequeños pufs individuales con sillas de suelo reclinables que permiten apropiarse de este nuevo espacio de una forma más distendida; desde impartir una clase, crear una pieza de danza, un trabajo en grupo o descansar con un café”, ha explicado.
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