En Aula Magna, entrevistamos hoy a José Luis Sánchez Ollero, candidato al decanato en la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, este próximo 05 de diciembre. José Luis tiene una larga trayectoria. Es catedrático en Economía Aplicada, comenzó su carrera en diciembre de 1995 con el equipo de trabajo que fundó el Centro Superior de Turismo, origen de la actual Facultad. Su docencia e investigación ha estado siempre vinculada a los estudios de economía del turismo, en la UMA y en otras universidades e instituciones, dirigiendo cinco tesis doctorales y obteniendo cinco quinquenios de docencia y tres sexenios de investigación. Ha desarrollado una amplia experiencia de gestión.
Como estudiante, fue miembro de todos los órganos colegiados de la universidad y vicedecano Adjunto de Alumnos en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Como profesor, formó parte del Claustro universitario en diferentes etapas, así como de la Junta de Personal Docente.
En lo que se refiere a cargos unipersonales, ha sido director de Prácticas Docentes del Centro Superior de Turismo (1996), subdirector de la Escuela Universitaria de Turismo (1997-1999), director de Secretariado de Deportes de la UMA (2004-2008), subdirector (2014-2015) y vicerrector del Campus Tecnológico de la Universidad Internacional de Andalucía (2015-2017) y, en la actualidad, es presidente de la Asociación Internacional de Investigadores en Turismo, Economía y Medioambiente (AITEM)
¿Qué le ha motivado a presentar su candidatura al decanato?
En los 29 años de existencia de la Facultad de Turismo nunca ha habido elecciones al puesto de Decano. El Decano actual era la mano derecha del anterior y ahora parecía darse una situación similar. Creo que en democracia esto no debe ocurrir, sino que debe darse una renovación de personas e ideas, y que debe ser el conjunto de la comunidad universitaria del centro la que, con su voto, designe a un nuevo Decano. En esencia, mi candidatura es una oportunidad para que se exprese libremente todo el que quiera hacerlo y pueda elegir entre el continuismo o el cambio y la renovación.
En líneas generales, ¿Cuál es el programa con el que aspira a liderar el decanato?
Se basa en tres pilares: Transparencia y Participación, Experiencia y Futuro. En el primer pilar, cambiaremos la opacidad con la que se ha movido la información en nuestro centro, desde las características del nuevo edificio a la reciente reforma del plan de estudios de ambas diplomaturas, donde muchos profesores se han enterado de los cambios en sus materias (incluso su desaparición) cuando ya se habían decidido en Consejo de Gobierno, lo que evidentemente impide participar en las decisiones de su propio presente y futuro. En mi equipo cuento con representantes del profesorado, estudiantado y PTGAS para que la participación eleve el nivel: dos estudiantes serán asesores del Decano y la secretaria académica de la Facultad será ejercida, por primera vez en su historia, por un miembro del PTGAS.
Experiencia porque para ejercer un puesto como el de Decano se requiere tenerla. Creo que la mía está más que contrastada, así como mi capacidad para la gestión. De la misma forma cuento con un equipo donde se combina la experiencia con la juventud y la frescura de la renovación.
Futuro porque el pasado sirve para tener la experiencia y aprender de los errores propios y ajenos, pero lo que nos estamos jugando es nuestro presente y el futuro mas inmediato. Y en él hay dos grandes temas en los que estaremos inmersos: el traslado al nuevo edificio (y un Plan B, actualmente inexistente por si el traslado se retrasa en demasía) y los necesarios cambios reales en el Plan de Estudio de ambos grados y los Posgrados que permitan unos conocimientos más adecuados al mundo real por parte de nuestros estudiantes, con un plan de mejora en las prácticas curriculares y extracurriculares (que desarrollará una Mesa Técnico-Profesional de expertos académicos y de la industria) que facilite la inserción laboral de nuestros egresados en puestos de trabajo acorde con su formación.
¿Cuál es la mayor fortaleza de su candidatura al decanato?
Los retos que la Facultad de Turismo tiene por delante necesitan de un Decano fuerte y un equipo también fuerte. Yo soy Catedrático de Universidad y, por lo tanto, mi carrera profesional está hecha. Vengo a servir a mi Facultad aportando mi experiencia y los contactos académicos y profesionales necesarios para sacar adelante un ambicioso plan de reformas. Además, cuento en mi equipo con otros compañeros en similar situación que estarán en puestos clave como la gestión del nuevo edificio o la reforma de los planes de estudio, dedicándose como yo a tiempo completo en estas tareas, a los que se unen otros más jóvenes que aportan la frescura e ilusión de futuro.
¿Cómo ve su centro en la actualidad y que margen de mejoras reales existen en su posible mandato frente al decanato?
Mentiría si dijera que nuestro centro está fatal. No es así, pero tampoco está excepcionalmente bien como otros nos quieren hacer ver. Lo cierto es que necesita reformas ahora para afrontar el futuro con garantías. Por ejemplo, hay que cambiar el rumbo en algunas decisiones que han llevado a que compañeros con una actividad investigadora potente en turismo no impartan clases en nuestro centro, que sería lo lógico y que redundaría en una mejora evidente de la calidad docente impartida. Esto es relativamente fácil de hacer con algunos pequeños cambios en la gestión de la Facultad. También hay que mejorar la integración de todos los sectores en la toma de decisiones. En este sentido, profesorado, PTGAS y estudiantes forman parte de nuestra candidatura. Son solo dos apuntes que se harán de inmediato y que de una forma rápida introducirá mejoras reales en nuestras condiciones de trabajo, estudio e investigación.
¿Qué valor añadido aporta usted al decanato con respecto a la candidatura rival?
Somos un equipo nuevo, con nuevas ideas y la experiencia necesaria para desarrollarlas. La candidatura rival, formada por compañeros a los que aprecio y respeto, procede del actual equipo decanal y algunos llevan muchos años ahí. Aunque los programas de ambas candidaturas se puedan parecer, cabe preguntarse ¿Por qué ellos que han estado dirigiendo la Facultad durante años no han llevado a cabo esas medidas cuando podían hacerlo? Para nosotros el Programa Electoral no son promesas vacías sino un contrato con la comunidad universitaria que nos comprometemos a llevar a cabo si somos elegidos.
La Universidad de Málaga se encuentra inmersa en una situación financiera complicada ¿de qué manera puede influir esa coyuntura en la evolución del centro que pretende liderar desde el decanato?
Sin duda, será un problema para tener muy en cuenta. El nuevo edificio al que se suponía que ya deberíamos habernos trasladado tiene las obras paralizadas y el equipamiento necesario no está ni presupuestado. El edificio actual tiene muchas deficiencias, fruto del uso intensivo y la falta de inversiones, lo que afecta a la calidad de la docencia y a la vida dentro del propio edificio por falta de recursos para el mantenimiento. En otros ámbitos más de carrera profesional, profesores que se han acreditado para una categoría superior ven como sus plazas de promoción no se convocan y en algunas categorías, precisamente las más necesitadas de apoyo, tienen que estar luchando en los tribunales por complementos que en justicia les corresponden; en el ámbito del PTGAS también existen problemas con la convocatoria de plazas y la no reposición de las bajas y retiros, a lo que hay que añadir otros como los premios de jubilación, por ejemplo. Todo eso va sumando y afecta, porque somos personas.
Pero creo que es un problema de todos que tenemos que solucionar entre todos. Y en este debo indicar algo importante: el Decano es miembro nato del Consejo de Gobierno, por el que deben pasar las soluciones a este y otros problemas, siendo fundamental que quien salga elegido Decano esté en consonancia con los agentes sociales y mantenga una relación fluida y directa con el Rector y su equipo. Todo eso ayudará a limar los inconvenientes de la situación y a ir buscando soluciones a los problemas adicionales que vayan surgiendo.
La comunidad universitaria es muy amplia. En el caso concreto de los estudiantes, quizás por dejadez, apatía o falta de interés, no se implican lo suficiente en los procesos electorales. ¿Qué peso tienen los estudiantes en su candidatura al decanato?
He contado con los estudiantes desde el principio. Desde antes del verano, y con mayor intensidad desde el comienzo del curso, un nutrido grupo de estudiantes ha venido aportando ideas para el programa, analizando los defectos o fallos tanto en los planes de estudio en general como en el contenido de asignaturas concretas, en los servicios que reciben, etc. Y, lo más importante, proponiendo soluciones realistas que se puedan acometer en el corto plazo. Además, cuento con integrar a dos estudiantes, uno por cada grado, en mi equipo de gobierno como Asesores del Decano para asuntos estudiantiles. De este modo tendrán voz y voto directo en el quipo decanal y formarán parte de la toma de decisiones. Es importante destacar que estos dos estudiantes serán elegidos por sus propios compañeros en un proceso electoral abierto que haremos de inmediato.
Un mensaje final a los votantes de cara a las elecciones al decanato del 05 de diciembre
Hacer siempre lo mismo y por las mismas personas, conduce a los mismos resultados. Es tiempo de cambiar el rumbo y de integrar a todos en la toma de decisiones. Ello sólo es posible con tu voto, por lo que el cambio está en tus manos.