El curso 2019/2020 será recordado por docentes y estudiantes como el año en el que cambiaron las normas. Si los programas docentes sobre los que se matricularon establecían un tipo de exámenes, la llegada de la COVID-19 cambió todas las directrices hacia un nuevo formato de formación online.
En enero se comenzó a hablar de docencia virtual por parte del ministro de Universidades, Manuel Castells, quien en su primera comparecencia en prensa se marcó el objetivo de fortalecer este tipo de formación para ampliar el alcance de la educación superior a todas las zonas de España. En apenas dos meses, este objetivo a largo plazo se transformaba en una realidad impuesta, tanto para los profesores y profesoras como para los estudiantes. Una a una las instituciones académicas españolas fueron adaptando sus programas y estableciendo nuevos criterios de evaluación, donde las clases por videoconferencia y los trabajos online marcaban la nueva realidad.
Una adaptación que no siempre se ha llevado bien. Así lo refleja una investigación realizada por la profesora del Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe de Comillas CIHS, la doctora Ingrid Gil. En su estudio, Gil ha recopilado la percepción sobre la formación online de un total de 215 profesores y profesoras de hasta 18 universidades distintas de toda España, tanto públicas como privadas.
La encuesta se ha distribuido por diferentes canales a los docentes e investigadores, siendo el principal criterio en común que todos ellos impartían docencia presencial antes de la transformación por la llegada de la COVID-19.
Percepción docente
Tal y como ha señalado a doctora Gil “la percepción general de los profesores y profesoras es que el trabajo ha sido muy duro, la adaptación de una asignatura digital requiere un año de preparación, no unas semanas, lo que se ha traducido en muchas dificultades”. Entre los problemas más reseñados por los docentes destaca la falta de tiempo para preparar los nuevos formatos de sus asignaturas, un inconveniente señalado por el 62,2% de los encuestados.
También destacan los problemas que han surgido por la falta de conocimientos sobre la metodología a emplear (30,4%) y la falta de acceso a los medios para llevar a la cabo (señalado por un 10% de los docentes), situación que muchas instituciones han querido subsanar dotando de sistemas de operativos y mejores conexiones a tu plantilla.
Siguiendo los datos recabados por Gil, los profesores y profesoras universitarios han cumplido de forma general durante el confinamiento. Así, un 29,5% señala que ha realizado docencia online todos los días, seguido por un 54,8% que manifiesta haber cumplido con la formación online varios días a la semana. Entre los puntos más resaltables de la encuesta se encuentran los datos sobre la aceptación y comodidad en la nueva metodología online, donde un 58,5% ha manifestado que prefiere la docencia presencial, mientras que el 29,5% estaría cómodo alternando entre los dos tipos (presencial y virtual).
Finalmente, siguiendo los datos del estudio desarrollado dentro del Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe de Comillas CIHS, los profesores y profesoras universitarios españoles se sienten en un 41% bastante preparados para el futuro tras esta experiencia, dato al que se suman un 12,4% muy preparado; 33,2% suficientemente preparado y tan solo un 13% “poco” preparado”.