«Europa no puede permitirse el lujo de perder una generación». Es el aviso del director de investigación senior de Eurofound, la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida, Massimiliano Mascherini, dentro del seminario ‘Ninis, la transición entre la escuela y el trabajo de los jóvenes en Europa’, que se celebró ayer en el Aula de Magna de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo de la UAH.
Massimiliano Mascherini, experto en políticas relacionadas con la juventud, alerta que en este momento hay millones de jóvenes entre 15 y 29 años en Europa que carecen de empleo y formación. En España el porcentaje es del 21,1% de la población joven. Son los llamados ‘Ninis’ –también ‘millennials’ por algunos autores- que se enfrentarán a cambios hasta ahora insospechados, fruto de la ‘tormenta perfecta que ha generado la globalización y la revolución informática’. En este sentido Mascherini advierte de que sus «competidores no serán solo sus pares nacionales sino también otros jóvenes de regiones muy lejanas. Se ha estimado que en 15 años más de mil millones de jóvenes chinos e indios se unirán a este mercado de trabajo globalizado. Una nueva población ambiciosa y bien educada que trabajará para lograr mejores condiciones de vida y bienestar. Serán el primer competidor de nuestra juventud europea».
12% de la población juvenil
En Europa la población ‘Nini’ representa el 12% de la población juvenil, aunque varía enormemente entre los Estados Miembros e incluye a jóvenes con características muy diferentes: desempleados convencionales (a corto y largo plazo), jóvenes que no están disponibles para trabajar (por enfermedad o responsabilidades familiares) así como, y es un segmento pequeño, los que se han dado un año sabático o están esperando la oportunidad adecuada. «Yo diría que no es una clase social, es una mezcla de clases sociales con diferentes necesidades y características, pero con el riesgo común de experimentar resultados negativos de empleo futuro y con un riesgo adicional de exclusión social para algunos de ellos. Algunos no tienen expectativas de futuro, otros tienen expectativas que son demasiado altas y luego luchan para hacer frente a una realidad donde faltan oportunidades….», explica Massimiliano Mascherini.
Más educación
Según estas perspectivas, Europa corre riesgo de perder una generación entera, por eso «no incluirlos en el mercado de trabajo significa no prepararlos para los retos futuros que nuestras sociedades tendrán que afrontar. Además, pasar tiempo prolongado fuera del mercado de trabajo y de la educación también causará una destrucción de capital humano, socavará la confianza en las instituciones y fomentará el ascenso y el éxito de los movimientos populistas que ya se están multiplicando».
La solución para evitar esta catástrofe, según Massimiliano Mascherini, pasa por «la educación». «Es el principal motor para proteger a los jóvenes del riesgo de ser ‘Ninis’, aunque en los países mediterráneos del sur, como Italia,Grecia o España, la educación protege mucho menos a los jóvenes frente a ese estatus y eso tiene también consecuencias sociales profundas en términos de su comportamiento en la vida pública».