El consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco ha mantenido una reunión telemática con los máximos responsables de las diez universidades. En este encuentro, el responsable de Economía y Universidad ha presentado el compromiso a los rectores del pago de la deuda con las instituciones académicas, acumulada desde el año 2015.
Se trata de una deuda generada por el anterior equipo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Con el traspaso de fondos, Velasco ha señalado que las universidades podrán disponer de recursos extraordinarios para emplearlos en inversiones, «una medida que contribuirá a fomentar la reactivación económica», ha destacado.
Desglose económico
Junto al compromiso con la deuda, Velasco ha avanzado los principales cambios sobre el presupuesto de la Junta en esta materia económica con el objetivo de hacer frente al gasto sanitario y social derivado de la pandemia del coronavirus.
Los ajustes propuestos servirán para contribuir al Fondo de Emergencia Social y Económica contra el COVID-19 de 700 millones. Se trata, por una parte, de asignar la partida extraordinaria para el pago de la deuda con las universidades y, por otra, de habilitar una línea para inversiones de las universidades andaluzas dotada con 125 millones de euros.
En tercer lugar, se ajustarían 135 millones de presupuesto inicialmente previsto para 2020, cuantía que se compensará por la aportación de idéntica cantidad de los denominados “remanentes no afectados”. Estos remanentes son fondos que se forman a partir de los sobrantes de presupuestos con los que se dotan anualmente a las universidades, cuando sus gastos son inferiores a los inicialmente previstos.
Tras la reunión con el consejero, los 10 rectores y rectoras andaluces debatirán el modelo económico, con vistas a alcanzar un consenso pleno en el reparto de todos estos recursos.
Sin un modelo de financiación aprobado, cuya presentación estaba prevista en torno al mes de marzo, estas dotaciones servirían a las universidades para ajustar sus presupuestos del próximo curso. Siguiendo las primeras líneas acordadas del futuro modelo de financiación, los criterios que se apliquen estarán ajustados bajo el principio de proporcionalidad, a la capacidad financiera de cada universidad.