Camino de Ronda. 08:25 horas de un viernes lectivo. Por aquí, una de las principales arterias para los vehículos de la ciudad, pasa la línea U3, una de las que enlazan con los campus de Fuentenueva y Cartuja, así como con la Facultad de Ciencias del Deporte. Los estudiantes se acumulan en la parada y, pasados 20 minutos y varios coches de otras líneas, por fin llega el transporte hacia clase. Se acerca a la parada, abre las puertas traseras, no deja pasar y sigue su camino. Va a rebosar. En la marquesina queda un grupo de seis universitarios.
Viajar desde el centro a los campus situados en la periferia, y hacerlo a tiempo, es toda una odisea. Cuando pasado un minuto se acerca otro autobús, este también hasta los topes, el reloj roza ya las nueve de la mañana. Hora punta para los universitarios. El trayecto hasta la Facultad de Económicas y Empresariales desde la mitad de Camino de Ronda —epicentro de los pisos de estudiantes en Granada— se alarga durante 18 minutos. En total, unos 40 minutos desde que se llega a la parada hasta alcanzar uno de los destinos. Todo ello para una ruta de tres kilómetros.
El asunto está en boca de los estudiantes desde hace años. El aumento de las líneas universitarias con motivo de la implantación de la Línea de Alta Capacidad (LAC) y la apertura de las facultades de Medicina y Enfermería en el Campus del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) parece no haber aliviado los problemas de movilidad para los universitarios. Ya en su momento el Ayuntamiento se mostró reticente a una ampliación de líneas, recordando a la Junta de Andalucía su responsabilidad en la puesta en marcha del Metro.
De hecho, el trayecto hasta el PTS es otro de los caballos de batalla de los universitarios. Los estudiantes de Medicina que residen cerca de la antigua Facultad y deben desplazarse hasta la nueva ubicación emplean una media de 45 minutos. Es el caso de José David Cozar, matriculado en quinto curso de Medicina, quien hasta hace unas semanas se veía obligado a partir en el U3 desde Caleta o bien utilizar la LAC y hacer transbordo en el Palacio de Congresos. Ahora, la recientemente modificada línea SN4 acorta el desplazamiento a 25 minutos. “El problema”, reconoce, “es que pasa cada mucho rato”. Entre 15 y 20 minutos, cifra Jose, “así que tengo que llegar con mucho margen a la parada”. Califica como “perfecto” el recorrido de este autobús, pero “el problema que sigue habiendo es que pasan cada mucho rato, debería haber más”.
Su compañera Celia Caravaca reside en la zona de Plaza de Toros. Ella también era usuaria del U3. “Era un infierno. Desde que han cambiado las líneas cojo el SN4”, explica, “tardo como máximo media hora con tráfico”. “Estoy bastante más contenta, la única pega que tengo es que hay pocos SN4 y pasan con bastante poca frecuencia”. En las horas de mayor afluencia de estudiantes, el Ayuntamiento suele reforzar el número de autobuses en circulación. Pero no basta, como critican los universitarios, quienes celebran, no obstante, la vuelta de las líneas SN1 y SN4 a la Gran Vía, hasta hace unas semanas territorio reservado para la LAC, por lo que en algunos trayectos era obligatorio el transbordo.
El Observatorio de la Movilidad, constituido en el consistorio con la participación de grupos políticos, representantes institucionales y otros colectivos, trabaja para adaptar el transporte a las necesidades de la capital. Tras los cambios mencionados, en los próximos meses hará frente a la puesta en marcha del Metropolitano de Granada. El proyecto de la Línea 1, que enlazará Armilla, Granada, Albolote y Maracena parece que ve la luz tras años de retraso. Con la adjudicación, prevista para este verano, a la empresa que se encargará de la contratación de personal y la explotación de la línea, las obras encaran su recta final. A finales de año quedarán conectados PTS, Fuentenueva y Aynadamar.
El Ayuntamiento sube el billete sencillo
Ha quedado en una falsa alarma, a medias. El Ayuntamiento de Granada aprobó en la Junta Local de gobierno celebrada el pasado 18 de marzo una subida del 16% en la tarifa por viaje de los autobuses granadinos. La noticia, adelantada por el diario IDEAL, despertó las quejas de los usuarios habituales del transporte público de la capital. Entre ellos, los universitarios, que acumulan en algunos casos hasta cuatro viajes diarios.
En un primer momento se calculó el nuevo precio del viaje con credibús joven o universitario en 0,63 euros, que habrían supuesto cuatro céntimos más por trayecto.
Sin embargo, el consistorio matizó posteriormente la subida de precios. El billete sencillo será el único afectado por la nueva tarificación que el equipo de gobierno local aplicará a los autobuses de Transportes Rober. Este pasará de los 1,20 euros actuales a 1,40. De este modo, la ciudad de la Alhambra se convertirá en la capital andaluza con el transporte público más caro de Andalucía tras superar a Málaga (1,30) e igualarse con Sevilla (1,40).
El Ayuntamiento ha amparado esta medida en la evolución de los precios del combustible. Sin embargo, la oposición ha criticado la decisión, ya que el precio del petróleo ha alcanzado mínimos históricos durante los últimos meses. El portavoz del PSOE, Francisco Cuenca, atribuyó este movimiento del equipo de gobierno a la necesidad de sufragar el sobrecoste que la implantación de la Línea de Alta Capacidad (LAC) ha supuesto para las arcas municipales. El concejal de IU, Francisco Puentedura, calificó como “irresponsabilidad” hacer pagar a los granadinos “el desmadre de la LAC”. El edil considera que el aumento del coste quiebra la “eficacia y eficiencia del transporte público de la ciudad perjudicando a los granadinos y favoreciendo una empresa privada”. La nueva tarificación del billete sencillo entrará en vigor en el mes de julio.
Elige tu credibús
Granada cuenta con dos bonos de transporte distintos a precio reducido especialmente pensados para los más jóvenes. El primero de ellos, el credibús joven, esta destinado a menores de 25 años empadronados en Granada capital. Se solicita en la web de la Concejalía de Juventud . Por otro lado, el credibús universitario se puede pedir a través del Acceso Identificado de la UGR. Son requisitos indispensables para su obtención que el beneficiario sea menor de 25 años y no esté empadronado en Granada. En ambas tarjetas, con una recarga mínima de cinco euros el precio del viaje es de 0,57 euros. Las dos permiten transbordos ilimitados entre distintas líneas.