La condición física está relacionada con el bienestar y la salud. La adolescencia es un período clave en el desarrollo psicológico y social de la persona, en el que las relaciones interpersonales cobran fuerza, siendo el acoso un tipo de violencia que puede afectar a la personalidad de los implicados. En este sentido, un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha realizado un estudio que determina que hacer deporte ayuda a prevenir el acoso escolar y que los jóvenes sean víctimas de esta lacra social.
En este sentido, el trabajo de investigación desarrollado en la institución cordobesa ha analizado las relaciones que existen entre las pruebas de condición física utilizadas normalmente en adolescentes con la victimización y agresión en el acoso escolar. En total, se han examinado los resultados de 1035 adolescentes de edades comprendidas entre los 12 y 17 años, pertenecientes a tres institutos de la provincia de Córdoba y otro de Huelva, donde dos de los investigadores han impartido docencia. Para ello, se han realizado varias pruebas físicas, como saltos horizontales, la prueba física de la batería Eurofit, abdominales de 30 segundos, examen de fuerza o ejercicios de flexibilidad, y un cuestionario sobre acoso escolar de forma anónima. Además, se han medido las características antropométricas de peso y talla utilizando la escala Bullying Intervention Project Questionnaire (EBIPQ).
Resultados del estudio sobre acoso escolar
El principal hallazgo del estudio es que una buena resistencia aeróbica puede ayudar a ser menos víctima de acoso escolar. “Aunque este estudio es un acercamiento inicial, las causas podrían estar relacionadas, según la literatura científica, con la mejora de la resiliencia y autorregulación que genera el esfuerzo para mejorar la resistencia aeróbica”, expone el investigador principal de la UCO Juan de Dios Benítez-Sillero. Asimismo, comenta que la resistencia aeróbica llega a ser incluso más importante que el índice de masa corporal, ya que es una de las principales causas en adolescentes para ser objeto de acoso.
Por otra parte, se han hallado relaciones entre el poseer más fuerza y ser el agresor. “Este hecho nos pone en alerta y habría que trabajar aspectos cómo la autorregulación y el autocontrol, en este tipo de alumnos, especialmente en el género masculino”, añade el investigador Benítez-Sillero. Por ello, el grupo de investigación, que viene trabajando en la línea de la prevención del acoso escolar a través de la educación física, recomienda utilizarla para prevenir el acoso escolar en las escuelas, basándose en evidencias contrastadas en estudios anteriores.
Asimismo, el equipo de investigadores aconseja la mejora de la condición física, no solo por las mejoras demostradas sobre la salud, sino por las mejoras a nivel personal y social sobre el alumnado, como las demostradas en este estudio.