Prudencio Escamilla es ingeniero industrial de profesión. Su trabajo diario está inserto en este sector, pero a él suma su compromiso con la Universidad de Cádiz, institución de la que es egresado y que, además, representa como presidente del Consejo Social universitario desde 2013. Con su espíritu imparable une a las cientos de tareas diarias la presidencia del Foro de Consejos Sociales de las Universidades Públicas de Andalucía desde el pasado agosto, sin dejar de lado el fuerte vínculo empresarial que siente gracias a su faceta de ingeniero, que desarrolla como director del Centro Bahía de Cádiz (CBC) de Airbus Military.
Gaditano de adopción, desde los seis años lleva con orgullo el nombre de la ciudad y de la provincia. Ahora suma el nombre de su Universidad hacia una mayor vinculación con toda la sociedad.
¿Cuál es el papel del Consejo Social en la UCA? ¿Podría existir una universidad ajena a la sociedad?
El Consejo Social de la UCA juega el mismo papel que el resto de Consejos Sociales, pues es una figura que está tipificada por la LAU, donde se recogen sus funciones. Su papel grosso modo busca garantizar la conexión eficiente y real entre la universidad y la sociedad, es decir de alguna forma ser garante y asegurar que la universidad está actuando y generando transferencia de conocimiento así como la labor que realiza está orientada hacia donde la sociedad espera y necesita. Se podría decir que en el Consejo Social universitario somos embajadores de la sociedad.
Respecto a la segunda pregunta creo que la universidad cambia mucho, ha evolucionado en gran medida y es precisamente la conexión con la sociedad la que la ha hecho evolucionar. Hoy en día tener una universidad que obviara la sociedad es impensable.
¿Cómo definiría su papel al frente del Consejo Social?
En el Consejo Social se designan a personas por distintos estamentos, somos personas de la vida social y del espectro más completo de todos los sectores, representando tanto a la cultura, a las empresas y a todas las sensibilidades políticas como sindicatos o partidos.
En Cádiz somos 26 consejeros y hacer la función de presidente, a parte de representar formalmente al Consejo Social, también lleva intrínseco el liderazgo sobre el equipo, para hacer que esas personas tan diversas se complementen eficazmente y se enlacen.
Cada vez se le da más importancia a la transferencia del conocimiento ¿Cómo puede actuar el Consejo Social para fomentar esa transferencia?
Nosotros tenemos un mecanismo de observación continua, para buscar dónde están las necesidades. Vivimos en un contexto dinámico que hace que lo que hoy vale mañana cambie. Tenemos observatorios y análisis objetivos sobre cuáles son las necesidades. Se suma la planificación estratégica de las universidades que van en conexión con esas necesidades. Un tema básico es validar que la estrategia de la universidad y la acción planificada responde a las necesidades. La tarea más importante del Consejo Social es la observación continua de las necesidades y la confirmación de que esas necesidades están siendo cubiertas por las titulaciones.
Es responsabilidad del Consejo Social saber que se está dirigiendo bien la transferencia así como solicitar aquellos estudios y análisis que se valoren desde la sociedad.