Después de dos décadas “avanzando en el conocimiento de las biocostras, siendo Almería un referente en su estudio, tanto en ámbito nacional como internacional”, ha llegado el momento de dar un paso más. Ese es el motivo del nacimiento del proyecto BIOCOST, presentado por el vicerrector de Investigación e Innovación de la UAL, Diego Luis Valera, en un acto donde ha dado a conocer las acciones a llevar a cabo desde este mismo jueves, día 3 de febrero, fundamentadas en las aportaciones de suma importancia realizadas por la Universidad de Almería y como parte del citado proyecto en su búsqueda de difusión y transferencia.
Una presentación que realizó Valera en compañía del investigador Emilio Rodríguez, beneficiario del programa Ramón y Cajal y miembro del grupo ‘Ecohidrología y Restauración de Tierras Áridas – RNM927’, y de la directora del Centro de Colecciones Científicas de la UAL (CECOUAL), Esther Giménez. Además, otro centro de la UAL está implicado en este proyecto, el CAESCG, y se hace de la mano con la Fundación Biodiversidad.
Las biocostras, clave en la sostenibilidad ambiental
Toca auspiciar “trabajo colaborativo”, en la línea estratégica básica de la institución almeriense como “espacio de encuentro y colaboración” y su “apuesta decidida por la generación de transferencia del conocimiento”, en palabras de Diego Valera quien ha contextualizado la situación de partida. El cambio global, algunas actividades humanas, la pérdida de hábitats y biodiversidad, todo ello centrado en ecosistemas áridos y semiáridos, para llegar a la relevancia que tienen “otro tipo de componentes que, con frecuencia, pasan desapercibidos al ojo humano, pero que son fundamentales: las costras biológicas de suelo, o ‘biocostras’”. El vicerrector ha concretado “su importancia para la biodiversidad de los ecosistemas áridos, impidiendo la erosión hídrica y eólica, así como su capacidad de fijar carbono y nitrógeno atmosféricos”.
Tales afirmaciones son fruto de la certeza científica surgida de las investigaciones de la UAL durante 20 años, encaminadas ahora a desarrollar “nuevas estratégicas biotecnológicas para recuperar suelos degradados a partir de recuperación de la biocostra”. Situado en su contexto el proyecto BIOCOST, ha invitado a la participación en los talleres que contempla sobre esta temática, “en los que por primera vez reuniremos a científicos expertos en biocostras de diferentes instituciones, gestores y otros agentes sociales, en pos de avanzar en la conservación”. Se han inscrito a esta primera cita casi 50 participantes y colaboran con la UAL y con la Fundación Biodiversidad, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. :
Las evidencias científicas demuestran que la pérdida de las biocostras, como consecuencia del cambio climático y de la actividad humana, está teniendo efectos negativos sobre la capacidad de los ecosistemas áridos y semiáridos para proveer servicios a la sociedad. Sobre ello ha pormenorizado Emilio Rodríguez, incidiendo en la carencia principal detectada por los investigadores, que es la de que este mensaje no llega al ámbito de la gestión ni a la sociedad. Si eso no se consigue, no se podrán promover acciones de conservación y aprendizaje social que contribuyan a su protección. Con este proyecto BIOCOST se busca paliar ese déficit, transferir conocimiento científico y provocar trabajo colaborativo entre investigadores, gestores y agentes sociales. Así, las actividades que se han planificado en tres jornadas buscan mejorar el entendimiento sobre el papel de las biocostras, sus amenazas y vulnerabilidades, más su protección legal, y realizar una reflexión colectiva sobre las posibles iniciativas de conservación.
Rodríguez ha vinculado, a través de las investigaciones realizadas, las bioscostras con “procesos clave como fijación de carbono, regulación del ciclo de agua, protección de la erosión…”, un proceso en el que se ha intentado hacer acciones de difusión ante un “desconocimiento general por parte de la sociedad de lo que estábamos hablando”, dicho de modo textual. Eso “impulsó a dar un paso adelante, porque lo primero es dar a conocer las biocostras a la sociedad, y trabajar de forma conjunta para encontrar soluciones”. Se sumó la colaboración del CECOUAL y de “investigadores de la Universidad de Almería de otros campos, expertos en derecho ambiental o en procesos transdisciplinares de generación de trasferencia del conocimiento, y colegas muy expertos en la difusión de los resultados de la investigación”.
Proyecto BIOCOST
El proyecto BIOCOST se basa en cuatro líneas de actuación, con una primera muy llamativa: “Desarrollar la primera cartografía de bioscostras de España, que no existía, y que se va a publicar en formato más asequible para gestores y sociedad”. A partir de la misma evaluaron el grado de protección legal y revisaron la legislación dentro de la Directiva Hábitats. Otra acción fue localizar las juntas rectoras de los espacios en los que se encuentran las biocostras y realizar una encuesta sobre dificultades para recibir o hacer llegar la información sobre los avances científicos en este campo. La última línea es la organización de estas jornadas, con el marco del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con las que “se pretende juntar a todos los actores para saber cómo informar de lo que sabemos tras 20 años de investigación y llegar a soluciones prácticas que incluyan a las biocostras en los mecanismos de gestión a diferentes niveles, desde local a nacional”. El resultado final será “crear una metodología que sea extrapolable a otras zonas, siempre bajo ciertas adaptaciones a los diferentes espacios, objetivo para los próximos meses”.
Por su parte, Esther Giménez ha puesto en valor el alto potencial del grupo de investigación ‘Ecohidrología y Restauración de Tierras Áridas’ en los ámbitos nacional e internacional, “contar con su colaboración nos llena de orgullo”, ha reconocido. Siendo el CECOUAL el Centro de Colecciones Científicas, ha adelantado que se encuentra ya generando “la primera colección científica de biocostras del mundo, lo que hace pionera a la Universidad de Almería”. Se trata de una metodología compleja, lo que la hace “un trabajo muy interesante que internacionalmente hablando va a tener mucho potencial: no existe esa colección de referencia en ningún sitio y estamos en un lugar especial para poder hacerla, un ‘hot spot’ de biodiversidad de estas comunidades”. No solo ha anunciado esto, sino que desvelado que se están desarrollando “jardines experimentales, una noticia excepcional, que dentro de la UAL además de jardines botánicos y ornamentales haya experimentales para comprobar in situ, desde dentro de la propio campus, cómo mejora el suelo con las biocostras y, por ende, los propios jardines”. Se hará divulgación de los resultados obtenidos, facilitando toda la información del proyecto BIOCOST a través de su propia página web.