Esta misma semana la Universidad de Almería y el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) han presentado una exposición sobre el origen de fotógrafos y retratistas de Almería. Una obra, construida sobre el armazón de 182 fotos, que ya ha sido considerada “de referencia” para futuras investigaciones. En concreto se trata del número 47 dentro de una de las colecciones más importantes de la Editorial de la institución almeriense (EDUAL), la de ‘Derecho, economía y empresa’, dándole la relevancia que tiene al abordar un estudio que aún nadie se había planteado.
Así pues, el primero en hacerlo ha sido Donato Gómez Díaz, autor del libro ‘Fotógrafos, artistas y empresarios. Una historia de los retratistas almerienses (1839-1939)’. Obra presentada en el propio Centro Andaluz de la Fotografía por parte del rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, donde su autor señaló que “el libro presenta multitud de ventajas, como la de conjugar un análisis de la historia de la fotografía con matices económicos que una obra normal de fotografía no tendría”.
Es por ello que a Rodríguez le ha parecido fantástica la amplitud de prismas que arroja esta obra sobre el origen de fotógrafos y retratistas en Almería, pues el hecho de que el autor “es historiador económico y estudió Bellas Artes en Ganada” le da una “magnífica visión no solo de la parte artística, sino de la implicación con la sociedad”. Así, tras hacer un recorrido histórico por técnicas e hitos, fue momento de enorgullecerse de que “esta tierra es, sin duda, tierra de fotografía y de fotógrafos”. Palabras con las que el rector daba una gran relevancia a esta obra por la luz arrojada sobre la figura de los retratistas, por la introducción de la foto como herramienta del sector turístico o de la industria de la uva; así como por “reivindicar la necesidad de que se recupere el patrimonio fotográfico que se está perdiendo, escenas de la vida familiar de aquella sociedad, el legado artístico y humano”.
El origen de fotógrafos y retratistas en Almería
Durante la presentación de esta muestra, entre los objetivos que el propio Donato Gómez buscaba para mostrar el origen de fotógrafos y retratistas en Almería, su autor reconocía que “lo que intento con el libro es que esto no se destruya, son pequeños legados, no son grandes, apenas unas pocas fotografías en cada casa, pero en conjunto son un patrimonio que como almerienses deberíamos dejar a nuestro heredemos”.
Además, Gómez desveló que “la particularidad principal es las muchas dificultades para obtener información sobre los fotógrafos entre 1839 y 1860, ya que aquí la fotografía comienza, con datos, en 1862, la fecha del primer daguerrotipo encontrado”. Por lo tanto, insistía, “para fechas anteriores solo hay elucubraciones”, sabiendo que “Almería estaba en el tránsito a Barcelona es probable que pasaran fotógrafos itinerantes de camino, que llegaban en la época de la Feria y que cuando se acababa la clientela, se marchaban”.
Esa fue la nota característica de la primera época, a la espera de que “a raíz del libro salga más información o aparezcan nuevos daguerrotipos”, desea Gómez. De este modo, el recorrido por los nombres propios de esta muestra va desde el Conde de Lipa, al que Gómez otorga la autoría del primer daguerrotipo al matizar que “no es de un fotógrafo local, sino de un gran fotógrafo”; hasta el gran Victoriano Lucas o Pedro Balonga, ya almerienses ambos e instalados con negocios; pasando entre medias por los itinerantes como primero los italianos, después los franceses y por último españoles de Granada, Murcia y Málaga.
Visitar la exposición
La presentación de este libro de Donato Gómez sobre el origen de fotógrafos y retratistas en Almería estuvo acompañada de una exposición muy interesante con las imágenes que contiene, abierta al público en la misma sede del CAF. Razón por la que su director, Rafael Doctor, también quiso destacar la relevancia de la obra ya que “cuando llegué aquí hace un año y vi el trabajo que estaba haciendo Donato, me pareció muy interesante al ser una gran primera investigación que abre camino a otras futuras en algo que no estaba estudiado”.
Gráfico en la expresión al señalar que “me pareció un regalo”, Doctor subrayó “que venga, además, de la UAL y de una persona que investiga el plano empresarial y no tanto el estético”. Y es que una de las más importantes lecturas es que “pone en valor algo que tenemos en nuestras casas, ese patrimonio fotográfico de las familias”, siendo en definitiva “un libro esencial” y “un libro de todos”.
El principal motivo es que se desarrolla en una época en la que “tener una imagen de uno mismo era uno de los privilegios más grandes que se podían alcanzar”. Algo que apoyó con datos el almeriense José Manuel Pérez, catedrático de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona y relator del libro en su presentación, ya que “en 1900 Almería tenía el 75% de analfabetos, y la fotografía sirve como una función de celebración, de alcanzar estatus, de lograr posición, es un poco el ennoblecimiento a través de un medio más moderno que el retrato pictórico”.
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