La Universidad de Cádiz tiene concedida, en la primera convocatoria del nuevo programa Erasmus KA171, una financiación para becas destinadas a estudiantes y personal entrantes y salientes con 50 países diferentes fuera de la Unión Europea, entre ellos con Afganistán. En este contexto, ante la situación actual que impide en dicho país el acceso de las mujeres a la Enseñanza Superior, desde el Vicerrectorado de Internacionalización de la UCA se darán en breve las instrucciones pertinentes para “hacer efectiva, de inmediato, la suspensión de la movilidad internacional con Afganistán; mientras se mantengan las actuales circunstancias de discriminación inaceptable para las jóvenes afganas”, aseguran.
Ante esta situación, que como remarcan “impide el acceso de las mujeres a la universidad en igualdad de oportunidades y derechos que los hombres”, y mientras no se recupere la plena normalidad en el acceso igualitario a la universidad, la institución gaditana ha emitido un comunicado en el que deja presente su decisión de “suspender la movilidad con Afganistán y transferir los fondos a otros países de la región”.
La comunidad universitaria se une contra la represión en Afganistán
La semana pasada, las rectoras y rectores de las universidades públicas andaluzas hicieron público un comunicado de rechazo a la expulsión de las mujeres de Afganistán de la educación Superior.
Así, teniendo en cuenta los valores de la Unión Europea y que el objetivo general del programa Erasmus es apoyar, a través del aprendizaje permanente, el desarrollo educativo, profesional y personal de las personas en los ámbitos de la educación, la formación, la juventud y el deporte, dentro de Europa y fuera de su territorio, contribuyendo así al crecimiento sostenible, al empleo de calidad y a la cohesión social, además de impulsar la innovación y a fortalecer la identidad europea y la ciudadanía activa; la UCA considera “incompatible” sostener, en estas “condiciones injustamente mermadas”, la movilidad Erasmus con las universidades afganas.
Más aún, tal y como señalan desde la Universidad de Cádiz, esta relevante convocatoria europea persigue, entre sus objetivos específicos, promover la movilidad educativa de las personas y los colectivos, así como la cooperación, la calidad, la inclusión y la equidad, la excelencia, la creatividad y la innovación a nivel de las organizaciones y las políticas en el ámbito de la educación y la formación. Sin olvidad, por supuesto, la movilidad en el aprendizaje no formal e informal y la participación activa entre los jóvenes; la cooperación, la calidad, la inclusión, la creatividad y la innovación a nivel de las organizaciones y las políticas en la esfera de la juventud y el intercambio educativo del personal del ámbito deportivo, así como la cooperación, la calidad, la inclusión, la creatividad y la innovación a nivel de las organizaciones deportivas y las políticas de deporte.
Y es que, en definitiva, el programa Erasmus “aspira a promover la igualdad de oportunidades y acceso, la inclusión, la diversidad y la equidad en todas sus acciones”, apuntan desde la UCA. Todo ello a través de un comunicado en el que se subraya que, entre los obstáculos a superar, están los vinculados a la discriminación, relacionada con el género, la edad, el origen étnico, la religión, las creencias, la orientación sexual, la discapacidad o factores. Motivos de peso por los que han decidido suspender sus programas de movilidad internacional con Afganistán.