El Servicio de Animales de Experimentación (SAEX) de la Universidad de Córdoba cuenta desde el pasado viernes con las primeras instalaciones de este tipo en Andalucía capaces de trabajar con agentes patógenos de nivel P-2 en animales, es decir, que producen enfermedades que se pueden prevenir y tratar. El objetivo de estas nuevas instalaciones es producir animales de laboratorio que cubran las necesidades de los diferentes grupos de investigación, añadiendo ahora la posibilidad de trabajar en estudios con enfermedades.
El nuevo edificio donde se ubica esta Unidad Experimental de Bioseguridad Nivel P2 fue inaugurado el pasado viernes por el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, que estuvo acompañado de la vicerrectora de Investigación, María Teresa Roldán, el vicerrector de Coordinación Institucional e Infraestructuras, Antonio José Cubero, la directora del SAEX, Ana María Molina, el coordinador general del campus, Rafael Jordano, la decana de la Facultad de Veterinaria, Rosario Moyano, y el director de la Unidad Técnica, Antonio Luis Prieto, además de personal de este servicio.
A partir de ahora en las instalaciones del SAEX, destinado principalmente a la investigación, y producción y mantenimiento de animales de laboratorio, se podrá trabajar en infecciones experimentales con organismos potencialmente patógenos en concreto con dos especies, roedores y conejos.
Animales de laboratorio para toda Andalucía
El objetivo de este Laboratorio ubicado en el campus de Rabanales y que cumple con las normas de bioseguridad de nivel 2, es satisfacer no sólo la demanda de los grupos de investigación de la UCO, sino de la comunidad científica andaluza en general, ya que se trata de unas infraestructuras singulares para la realización de técnicas de experimentación animal que permitan ayudar al control y erradicación de enfermedades infecciosas de interés económico y de riesgo para la sanidad humana y animal.
En este sentido, la Unidad prestará servicio además de a los grupos de investigación de las Universidades andaluzas, adscritos al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), a Institutos de Biomedicina como IMIBIC, a aquellos asociados a Centros Hospitalarios, y laboratorios de otras instituciones públicas y privadas, del sector empresarial en el ámbito de la Agroalimentación y la Biomedicina.
La nueva Unidad experimental ha supuesto una inversión superior al millón de euros y ha sido un proyecto cofinanciado con Fondos FEDER a través de las convocatorias correspondientes a 2013 y 2015.