El Ministerio de Economía y Competitividad ha seleccionado este año a 175 candidatos a los contratos Ramón y Cajal, empleos de los más demandados entre los investigadores que despuntan y quieren trabajar en España. De esa lista, cuyos integrantes se repartirán por centros de investigación del país, la Universidad de Granada incorporará en poco tiempo a cuatro doctores, la mayoría de ellos con una vinculación anterior a la institución docente.
Con estos nuevos cuatro contratos que se incorporarán a final de año, la Universidad de Granada sumará 37 en vigor. Cinco de ellos provienen de las convocatorias de 2008 y 2009, pero continúan como cajales, como son conocidos en la Universidad, una vez pasados los cinco años a través de prórrogas.
Los cuatro investigadores que llegarán a la UGR en esta nueva convocatoria son de Bioquímica y Biología Molecular II, de Microbiología, de Física Aplicada y de Historia Moderna y de América, lo que supone una pequeña novedad, pues la mayoría de los contratos de este tipo suelen recaer, en su mayoría, en las áreas científicas. Tres de ellos son doctores que de algún modo han estado vinculados con la UGR, mediante contratos, becas o doctorados, y sólo uno de ellos proviene de fuera de la institución.
La recompensa para los afortunados es un contrato laboral de cinco años que es cofinanciado entre el Ministerio y la Universidad donde van a trabajar. Su sueldo es de 33.720 euros anuales y en esos años, los cajales, tienen que ir pasando una serie de evaluaciones cada dos años, con la presentación de memorias que justifiquen su trabajo. Una vez concluido el contrato, la institución podrá, si así lo estima conveniente, incorporarlos a su plantilla.
Los nuevos expertos que se incorporan a la UGR deben estar más que orgullosos, pues la competencia es bastante grande. El Ramón y Cajal es uno de los principales programas de ayuda a la investigación dirigido a doctores españoles o extranjeros, con hasta diez año de experiencia postdoctoral y con una trayectoria destacada y consolidada en organismos de investigación. Éstos tienen que demostrar y haber sido capaces de aportar innovación y diferenciación ante el resto de candidatos, ya que cada año se demandan estos contratos en gran media.