Equipos de investigación de la Universidad de Córdoba han creado un nuevo sistema que sirve para predecir el sonido de los motores diésel a partir de la composición químico-física del biocombustible del que se alimenta el motor. Hace ya varios años que el motor diésel se ha posicionado como uno de los grandes competidores en la industria automotriz, pero, a pesar de sus ventajas, uno de sus principales inconvenientes sigue siendo la emisión de ruido.
Se trata de un trabajo interdisciplinar publicado en la revista Energy por equipos de investigación de los Departamentos de Química Física y Termodinámica Aplicada, Ingeniería Rural e Informática y Análisis Numérico. Concretamente, por los investigadores María Dolores Redel, César Hervás, Pedro Antonio Gutiérrez, Sara Pinzi, Antonio Cubero y Pilar Dorado.
Contra el ruido de los motores
Una de las curiosidades más llamativas del modelo es que emplea redes neuronales, modelos matemáticos inspirados en el comportamiento biológico de las neuronas o, en otras palabras, pura inteligencia artificial orientada a realizar predicciones con un alto grado de eficacia y precisión.
El estudio ha sido desarrollado con un motor común diésel alimentado con biocombustible. Concretamente, con ésteres de aceite de orujo de oliva y aceite de palma, dos sustancias con una composición físico química muy diferente por el que se obtiene el modelo que predice el ruido.
Según destaca Sara Pinzi, una de las investigadoras que ha participado en el estudio:
“Hemos observado que la composición del aceite que se utiliza para producir el biodiésel tiene un efecto en el ruido”
El efecto citado afecta hasta el punto de que, según los resultados que arroja la investigación, el uso de biodiésel, ya sea de aceite de palma o de orujo, siempre proporciona un nivel de ruido emitido inferior al del uso de gasóleo.
El nuevo modelo está orientado especialmente para los fabricantes, puesto que el hecho de que el sonido cambie en función del biocombustible podría ser importante para las industrias de fabricación, que podrían tener en cuenta estos resultados en las distintas etapas de diseño del motor.
Además, el sistema cobra especial relevancia ante la ley europea sobre emisiones acústicas, ya que esta también afecta a la automoción, por lo que todo apunta a que los biocarburantes adquirirán cada vez mayor protagonismo. En este contexto, predecir el nivel de ruido del biocombustible a partir de la composición química del biodiésel (mezclado o no con gasóleo) podría ser útil para fabricar motores más silenciosos.