El listado de asociaciones de la Universidad de Málaga abarca un total de 71 organizaciones que han nacido bajo su ala para abarcar diferentes áreas y ámbitos de actuación. Uno de los objetivos que debe cumplir la UMA es fomentar las asociaciones de estudiantes para recoger las iniciativas de los alumnos, su representación en los órganos universitarios y organizar actividades que sirvan de complemento a la formación académica, como queda recogido en el artículo 124 h) de los Estatutos de la propia universidad.
A efectos de creación de estas asociaciones y de acuerdo con el reglamento que las regula quedan excluidos del reconocimiento los colectivos o agrupaciones de carácter estrictamente político o las que tengan ánimo de lucro. La Dirección General de Alumnos y Servicios a la Comunidad Universitaria es la encargada de regular las Asociaciones de Estudiantes de la Universidad de Málaga. A través de estas organizaciones también se expande de forma internacional el nombre de la UMA, tal y como puso de ejemplo, Juan Carlos Álvarez, director de la Cátedra Empleo y miembro de Projuven, asociación universitaria que nació en 2015 y que ha empezado a realizar proyectos europeos trabajando de forma conjunta con Erasmus+ y Horizon2020.

“Acabamos de iniciar el proyecto KA2 eSkills for Volunteers, de intercambio europeo para fortalecer las competencias digitales de las organizaciones involucradas”, explicó Juan Carlos Álvarez, quien insistió en que “desde la cátedra de empleo hemos acogido esta iniciativa con mucho interés porque lo importante es que los jóvenes aprendan en todos los sentidos y se enriquezcan por el intercambio de experiencias”. “Durante 20 meses se desarrolla este programa donde haremos acciones en Rumanía, Italia y Portugal”, comentó Francesco Ruperto, presidente de Projuven, italiano con una amplia experiencia en proyectos europeos.
Aportando formación, más allá de la reglada
La asociación de estudiantes Economía Crítica tiene su ámbito de actuación en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga. Comenzó su andadura hace 8 años de la mano del político y economista Alberto Garzón, y desde entonces todos los miércoles sus miembros se reúnen para debatir y hacer propuestas.
De esta forma, el objetivo de esta organización estudiantil es “hacer pensar a los estudiantes”, tal y como afirmó su presidenta, Virginia Ramírez, alumna del último año del doble grado de Derecho y ADE, quien subrayó que entre las actividades anuales que realiza la asociación “se imparte un ciclo de conferencias y otro de cine desde una perspectiva crítica sobre temas que no se ven en la univesidad como la economía feminista, la sanidad pública o la economía medioambiental, entre otros”.

Asimismo, “queremos que los participantes puedan debatir y ofrecer formación más allá de lo que se imparte de forma reglada”, argumentó la presidenta de Economía Crítica, cuyos otros proyectos se relacionan con la plataforma europea ‘Rethinking Economics’, para programar asignaturas optativas diferentes en las universidades; y con Marcos Castro, profesor de la facultad, con el que “se va a realizar un foro en abril en el que asistirán participantes de todo el mundo para plantear un manifiesto en el que se recojan una serie de principios relacionados con una economía diferente”, narró Jaime Hidalgo, miembro de la asociación y estudiante del doble grado de Economía y ADE.
Creando una asociación
El reglamento de asociaciones estudiantiles de la UMA, aprobado por la Junta de Gobierno de la universidad malagueña el 27 de septiembre de 2000, incide en que para la constitución se necesita acotar el ámbito de actuación. Las asociaciones desarrollan sus actividades en la facultad en la que se han formado, donde se sitúa su domicilio social y en la que deben estar matriculados los fundadores.
Para constituirse jurídicamente deberán firmar un acta e incluir unos estatutos con su nombre, ámbito de actuación, domicilio, fines específicos y los órganos directivos, entre otros aspectos. Cada asociación deberá presentar en el momento de su constitución los siguientes libros legalizados por un notario: registro de socios, actas y contabilidad. En el primer trimestre de cada año pueden solicitar los siguientes beneficios económicos: subvenciones anuales aprobadas en los presupuestos de su universidad; el derecho de utilización de locales; y cualquier otro beneficio previsto.
Con respecto a las subvenciones económicas, durante el primer trimestre de cada año, los decanos o directores de los centros deben remitir al Vicerrectorado de Estudiantes, la relación de asociaciones que cumplen con los requisitos para obtener una subvención económica. También el decano o director decide anualmente cómo se asignan los locales en atención a los criterios específicos de la junta de la facultad, teniendo en cuenta a los representantes de las distintas asociaciones, cuya responsabilidad disciplinaria y, en su caso, penal, recae sobre los socios promotores en el caso de la no devolución de la subvención económica otorgada si no se realizan las actividades propuestas.