La Universidad de Sevilla (US) acaba de pronunciase, vía comunicado, ante algunas informaciones aparecidas en redes sociales sobre una supuesta expulsión de dos alumnas. Un hecho que la Universidad de Sevilla niega rotundamente. En el comunicado, la institución hispalense afirma que:
1.En relación con la denuncia relativa a un investigador en formación de la Universidad de Sevilla, los órganos responsables de su tramitación investigaron los hechos denunciados con el respeto debido a los derechos de las personas implicadas y afectadas y con la mayor celeridad posible dentro del respeto a la ley. Tras la apertura del protocolo de acoso, en el marco del cual se adoptaron las medidas preventivas oportunas y dada la evolución de los hechos, el pasado 12 de abril, el rector de la Universidad de Sevilla decidió la apertura de un procedimiento disciplinario que actualmente sigue su curso y en el que se han adoptado las medidas cautelares pertinentes.
Mas tarde, este rectorado puso unos hechos en conocimiento de la fiscalía, por comunicaciones que había recibido este rectorado.
2. Existe también un procedimiento disciplinario, en el que no se han adoptado medidas cautelares, que se refiere a hechos sucedidos el mes de abril, cuando un grupo de personas (alumnos y alumnas) realizó un reparto de folletos, dentro de un edificio de la Universidad de Sevilla, mostrando la cara y nombre de un profesor de la US con un texto ofensivo. Estas personas fueron identificadas por el personal de seguridad. Analizada la documentación, la Inspección de Servicios propuso la incoación de un expediente disciplinario a estos estudiantes, procedimiento recogido en el Reglamento de Régimen Disciplinario de los Estudiantes de la Universidad de Sevilla, que actualmente se encuentra abierto y sobre el que no ha recaído aún resolución. En consecuencia, no es cierto que las alumnas afectadas hayan sido expulsadas ni hayan recibido ningún tipo de sanción.
3. La Universidad de Sevilla quiere recordar que el compromiso con la defensa de los derechos fundamentales y con las libertades públicas alcanza a todos los miembros de la comunidad universitaria. La Universidad de Sevilla rechaza cualquier clase de acoso que se pueda generar en el ámbito universitario y recuerda la obligación que tiene de investigar otras posibles infracciones que se produzcan en sus instalaciones con independencia de cuál sea el sector al que pertenezca el presunto responsable de las conductas investigadas. Es necesario subrayar que la libertad de expresión no puede amparar en ningún caso ofensas ni insultos.