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19 abril, 2024
Andalucía

Las Ingenierías y Ciencias de la Salud ofrecen mayor tasa de empleabilidad en Andalucía

tasa de empleabilidad

Economía pone a disposición de los alumnos que solicitan los grados universitarios la estadística del IECA sobre la tasa de empleabilidad de los titulados superiores

Cursar las ramas de Ingeniería y Arquitectura y de Ciencias de la Salud ofrece más posibilidades de encontrar empleo tanto al primer año de culminar los estudios como a los cuatro años de la titulación. Además, un año después de terminar la universidad, más de la mitad de los recién titulados del curso 2017-2018 estaban afiliados a la Seguridad Social. Éstas son algunas de las conclusiones que se desprenden del estudio de Inserción de los Egresados en Universidades Públicas de Andalucía elaborado por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), dependiente de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad. 

Este informe aporta información valiosa y detallada acerca de esa transición de la educación universitaria al trabajo desde el curso académico 2011-2012 hasta el 2017-2018 –siete promociones- y durante un periodo de seguimiento que abarca hasta los cuatro años posteriores a la finalización de las titulaciones (grado, máster y doctorado). Se ha tomado como referencia ese periodo porque a partir de dicho plazo se considera que se alcanza la estabilidad en este tipo de tasas. 

La empleabilidad se mide a través de los niveles de inserción de los egresados, así como mediante las diferentes situaciones y condiciones laborales que experimentan durante sus primeros años en el mercado. También se toman en consideración las ramas de enseñanza, una codificación que agrupa las diversas titulaciones universitarias en cinco grandes categorías (Artes y Humanidades, Ciencias –que incluye a Ciencias Naturales, Químicas, Físicas o Matemáticas-, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias de la Salud, e Ingeniería y Arquitectura). Igualmente, se extraen datos para más de 80 ámbitos. 

Según dicha estadística, se observa que la inserción laboral de los titulados en el curso 2017-2018 alcanza el 64,41% en la rama de Ingeniería y Arquitectura y el 64,05% en la de Ciencias de la Salud un año después de terminar la universidad. Esa preeminencia dibujada en el primer año de experiencia profesional se observa en las seis promociones anteriores, aunque a partir del curso 2011-2012 hasta el de 2013-2014 las Ciencias de la Salud desbancan a la Ingeniería y Arquitectura en el primer puesto de la clasificación. 

Los egresados en ambas categorías de conocimiento continúan teniendo e incluso incrementan las posibilidades de encontrar empleo durante los cuatro años siguientes a finalizar sus carreras. Tomando como referencia la última promoción que ha completado los cuatro años en el mercado laboral, la de 2014-2015, esa tasa se sitúa en el 77,70% para las Ingenierías y la Arquitectura y en el 76,28% en el caso de las Ciencias de la Salud. 

En el margen opuesto, con menos opciones de empleabilidad, se encuentran las titulaciones enmarcadas en las Artes y Humanidades, con un nivel de inserción del 32,61% en el primer año de egreso para la promoción 2017-2018, y las Ciencias, con una tasa del 37,62%. Transcurridos cuatro años desde el fin de la titulación, ambas áreas continúan ofreciendo peores oportunidades, con una tasa del 54,30% y del 63,70%, respectivamente. 

 

Ranking de los ámbitos con mejores y peores tasas 

En su análisis por materias, el máximo nivel de desagregación hasta el que desciende la estadística son los denominados ámbitos, que son campos en los que se agrupan las titulaciones. En el curso 2017-2018, las áreas con mejor nivel de empleabilidad al año de la finalización de la universidad fueron Ingeniería y Profesiones afines (81,67%), Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (78,68%), Desarrollo y Análisis de Aplicaciones y de Software (78,13%), Tecnología de Diagnóstico y Tratamiento Médico (77,87%), Odontología (75,71%), Salud y Seguridad Laboral (75,28%), Contabilidad y Gestión de Impuestos (74%), Enfermería (73,84%) y Medicina (73,04%).

Frente a ellos, los que cosecharon peor nivel al año del egreso para ese mismo curso fueron Derecho (35,80%), Psicología (34,24%), Aprendizaje de segundas Lenguas (33,87%), Bioquímica (32,21%), Historia y Arqueología (31,23%), Biología (30,12%), Lenguas (29,91%), Bellas Artes (29,90%), Literatura y Lingüística (28,57%) y Filosofía y Ética (19,53%). 

El informe del IECA también ofrece esta misma clasificación a los cuatro años de la culminación de los estudios. Tomando como referencia la promoción más reciente 2014-2015, se observan cambios relevantes tanto en lo que respecta al orden de las materias como a la entrada de otras nuevas no contempladas en el ranking anterior. Así, los campos que ofrecen a los titulados más oportunidades laborales son Medicina (88,28%), Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (85,83%), Terapia y Rehabilitación (82,60%), Ingeniería y Profesiones Afines (82,35%), Electricidad y Energía (82,12%), Silvicultura (82,11%), Odontología (82,11%), Tecnología de Diagnóstico y Tratamiento Médico (82,05%) y Maquinaría y Metalurgia (81,68%). 

En cambio, las áreas con peores índices de afiliación a la Seguridad Social medidas a los cuatro años son Aprendizaje de segundas lenguas (56,89%), Humanidades (56,63%), Literatura y Lingüística (54,32%), Lenguas (52,48%), Derecho (51,51%), Bellas Artes (50,47%), Historia y Arqueología (50,35%), Agricultura y Ganadería (50%), Conservación, Restauración y Artesanía (48,53%) y Ciencias Políticas (45,13%). 

 

Más de la mitad de los egresados con empleo en el curso 2017-2018

Un año después de terminar los estudios, el 50,9% de los recién titulados del curso 2017-2018 estaban afiliados a la Seguridad Social. Se trata del segundo mejor registro de empleabilidad comparado con los seis cursos anteriores, sólo por detrás del año académico 2016-2017, que registró un porcentaje del 51,9%. La peor tasa se la apuntó el curso 2011-2012, con un 41%, lo que representa más de diez puntos porcentuales por debajo de la mejor. En esta evolución se observa claramente la incidencia de la anterior crisis económica, de forma que los estudiantes que terminaron sus titulaciones en la fase de recuperación posterior tuvieron mejores oportunidades en la búsqueda de empleo que los que culminaron en los años universitarios 2011-2012 y 2012-2013, periodo especialmente complicado en el mercado laboral. 

La promoción de titulados más reciente que ha completado el periodo de seguimiento de cuatro años, la correspondiente a 2014-2015, presenta la mejor tasa de inserción, con un 68,4% de universitarios trabajando a finales de 2019, seguida del curso 2013-2014, con un 66,8% de los egresados inscritos en la Seguridad Social. 

Por otro lado, resulta destacable, igualmente, que casi uno de cada tres universitarios del curso 2017-2018 se encontraba trabajando antes de finalizar los estudios (31,4% de inserción laboral en el segundo trimestre de 2018. A su vez, el 65,2% de los titulados de esta promoción estuvo empleado en al menos uno de los cuatro trimestres comprendidos entre la finalización del curso y un año después del egreso. 

 

La inserción por universidades 

En las áreas de las Ciencias Sociales y Jurídicas, las universidades que mejores tasas de empleabilidad ofrecieron al año de culminar la titulación en el curso 2017-2018 fueron la de Almería (54,67%), Málaga (53,14%) y Pablo de Olavide (52,92%). Transcurridos cuatro años (curso 2014-2015), encontraron más oportunidades para trabajar los titulados de las Universidades de Almería (70,20%), Huelva (69,39%) y Málaga (68,83%). 

En la rama de Ingeniería y la Arquitectura destacan las universidades de Pablo de Olavide (87,50%), Jaén (73,82%) y Huelva (72,86%)  tras cumplir los estudiantes un año en el mercado laboral. Tras una experiencia profesional de cuatro años, despuntaron la de Almería (83,46%), Jaén (81,29%) y Córdoba (80,90%). 

En la esfera de las Artes y Humanidades, obtuvieron mejores resultados en el primer año los egresados de las universidades de Jaén (42,58%), Pablo de Olavide (42,55%) y Málaga (35,30%). Transcurridos cuatro años, las instituciones académicas que registraron mejores niveles fueron la de Jaén (65,34%), Córdoba (60,35%) y Huelva (57,80%). 

En Ciencias de la Salud los egresados de las universidades de Córdoba (71,49%), Sevilla (68,28%) y Cádiz (66,25%) son los que tienen más afiliaciones a la Seguridad Social tras el primer año. Pasados los cuatro años, despuntaron las universidades de Córdoba (80,16%), Málaga (79,41%) y Sevilla (78,06%).

Y en Ciencias, los estudiantes con mejores resultados tras un año fueron los de las universidades de Almería (50,42%), Huelva (48,08%) y Pablo de Olavide (42,04%). A los cuatro años estas mismas instituciones presentaron los mejores niveles de empleo: Almería (76,12%), Huelva (74,29%) y Pablo de Olavide (67,28%).   

En este análisis hay que tener en cuenta que el tamaño de las universidades, sobre todo las más pequeñas, puede ser un factor que ejerza una incidencia determinante en los niveles de empleabilidad, por ello habría que prestar atención al volumen de egresados que aporta en cada curso cada una de estas instituciones docentes. Es decir, los estudiantes egresados de universidades de menor tamaño pueden tener mayor facilidad a la hora de encontrar un empleo que los que se titulan en las de  mayor dimensión. Esto se observa claramente en el área de Ingenierías y Arquitectura, en la que la Universidad de Sevilla no destaca entre las primeras con mejores índices en las mediciones. En el curso 2017-2018 la Hispalense tituló a 2.360 alumnos, casi un 40% del total de egresados en esta rama en Andalucía frente a los 24 de la Pablo de Olavide, que obtuvo la mayor tasa. 

Por su parte, en el caso de Ciencias Sociales y Jurídicas, la Universidad de Granada  aporta 5.423 egresados, lo que constituye uno de cada cinco; mientras que en Artes y Humanidades, esta entidad académica registra 1.423 titulados frente a los 113 de la Universidad de Huelva.

En total la Universidad de Granada es la de mayor volumen de egresados en el curso 2017-2018 con un total de 10.832, seguida de la de Sevilla con 10.203. Los titulados de ambas suponen casi la mitad (46,5%) del total de alumnos que culminaron estudios en las universidades públicas andaluzas.  

 

Cuantos más estudios, mayores oportunidades 

Según el tipo de enseñanza (ciclos, grados, másteres y doctorados), de la estadística se desprende que conforme mayor es el nivel académico de los estudios cursados, mayor también es la tasa de inserción un año después de egresar. Tomando como ejemplo el curso 2017-2018, los titulados de grados se apuntaron un porcentaje del 49,9% frente al 52,9% de los másteres y el 55,8% de los doctorados. 

La estadística elaborada por el IECA también atiende a la diferencia de género. En la promoción que finalizó en el curso 2017-2018, las mujeres se encontraron en desventaja con respecto a los hombres al año del egreso al arrojar una tasa de empleabilidad del 51,4% frente al 54% de ellos. A su vez, la situación de paro registrado en Andalucía es más frecuente entre ellas, ya que en un 15,5% se encontraban en desempleo a finales de 2019, mientras que en el caso de los hombres ese porcentaje se redujo hasta el 11,5%. 

 

Nivel de adecuación y tipo de contratos

El análisis también dedica un apartado a la tasa de adecuación, un parámetro que establece si una persona con una titulación universitaria trabaja con un contrato acorde a su cualificación académica. El IECA ha calculado esta información partiendo de los titulados empadronados y que trabajan en Andalucía. 

Por ámbito de estudio, los titulados de Salud y Servicios Sociales obtienen al año del egreso la mejor tasa de adecuación, que alcanza un 81,8%. Superan una adecuación del 50% los campos de Agricultura, Ganadería, Pesca, Silvicultura y Veterinaria; Mecánica, Electrónica y otra formación técnica, Industria y Construcción; Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC); y Ciencias Naturales, Químicas, Físicas y Matemáticas. Por su parte, los egresados del ámbito Negocios, Administración y Derecho son los que tienen la tasa de adecuación más baja, con un 20,9%. 

En cuanto al tipo de contrato, el análisis también se centra en los egresados universitarios que residen y trabajan en Andalucía. Si se considera el empleo obtenido un año después por la promoción 2017-2018, se observa que el 26% de sus estudiantes se encontraba trabajando a finales de 2019 con un contrato de carácter indefinido, en tanto que la contratación temporal afectaba al 73%. Sin embargo, esta distribución no se cumple si se tiene en cuenta el sexo de los egresados: el 75,4% de ellas trabajaba con un contrato temporal, frente al 69,2% de los hombres egresados.

Para más información sobre la estadística se puede consultar la siguiente dirección: https://juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/insercionlaboral/index.htm

 

Información para estudiantes que inician la universidad 

La Consejería de Economía pondrá a disposición de los estudiantes que inician el próximo curso la educación superior los datos más significativos de este estudio a través de la web del Distrito Único Andaluz (https://distritounicoandaluz.ceceu.junta-andalucia.es/) a partir del 15 de julio. Con esta medida se pretende que estos jóvenes puedan contar con información relevante que les ayude a tomar su decisión a la hora de elegir matricularse en una u otra titulación. 


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