El entrenador, Francisco, el capitan Miguel Corona, el portero Esteban, el jugador Soriano y el jefe médico del club Antonio Rios participaron ayer en la Universidad de Almeria en el acto organizado por el Vicerrectorado de Estudiantes, Extensión Universitaria y Deportes y la Facultad de Ciencias de la Educación, Enfermería y Fisioterapia.
Los jugadores y cuerpo técnico del Almería respondieron a las preguntas planteadas por el público. Durante la charla, se han tratado temas diversos como el arbitraje, fichajes estrella de la LIga BBVA, o la actualidad del equipo en su vuelta a la máxima categoría.
“Confiar en lo que hacemos, estar preparados para competir. Y también es importante tener una estabilidad psicológica y emocional”
“Hay muchos cambios, empezando por los recursos humanos, que no son los mismos, hasta los rivales con los que te enfrentas, la presión que es mucho mayor y que te hace trabajar más y todo lo que rodea al club a nivel de afición. Pero lo mejor es la calidad humana y la responsabilidad que hay en el vestuario para mantener el objetivo de esta en Primera”, ha dicho el míster.
¿Cuál es la clave del éxito?, les preguntaba a los jugadores otro alumno. “Confiar en lo que hacemos, estar preparados para competir. Y también es importante tener una estabilidad psicológica y emocional”, respondía el entrenador.
Otro alumno preguntaba si consideran que el arbitraje favorece a los equipos grandes, pero Francisco no quiso mojarse mucho y respondía: declaración sobre los árbitros luego se amplifica. “Evidentemente, no tiene la misma repercusión un error arbitral con el Almería que con el Madrid, ahí está el ejemplo de lo que pasó con el Elche. Al final de la Liga cada uno está donde se merece por su regularidad. Los árbitros te pueden perjudicar un día, pero igual al partido siguiente te benefician”.
«Para nosotros, jugar entre las seis y las ocho de la tarde es lo ideal, pero la audiencia manda”
Sobre los horarios, tan comentados que tiene La Liga salió la pregunta: ¿Cómo influye, da igual jugar a las cuatro de la tarde que a las once de la noche? “Pues no”, sentenciaba el médico del equipo, Antonio Ríos, que fue profesor de la UAL hasta el año pasado. “Influye mucho. Si juegas a las once de la noche sabes que hasta la una de la madrugada el partido no termina. Ahí se ha roto ya el primer ciclo de sueño y el futbolista no se duerme hasta las cuatro o las cinco de la madrugada. Fisiológicamente, influye mucho”. Corona también estaba de acuerdo: “Claro que nos afecta. Para nosotros, jugar entre las seis y las ocho de la tarde es lo ideal, pero la audiencia manda”.